SIGLO 21…

José María Mena Rentería.

Tratándose de los laguneros, su acontecer, cabe establecer, la sinrazón de ser parte de un acontecer obtuso favorecido por los que, sin empacho, se ostentan como autoridades.

Para el caso de Torreón, citadinos como los ubicados en el rumbo de Mieleras encuadran en dicho punto de vista. Carentes de agua hasta para los usos más indispensables, han realizado bloqueos a manera de presión para que sus demandas no sean desoídas y finalmente -en el más optimista de los casos- escasamente atendidas.

¿Pedir agua es demasiado? ¿Va tal petición más allá de lo que es elementalmente necesario? No. Sin embargo a guisa de respuesta, autoridades hay que sentencian: “No vamos a permitir bloqueos”.

¿Sabrán ésos lo que es “vivir” familias como las de Mieleras sin agua? Mejor sería que dichos subalternos cavilasen en las consecuencias de su actuar en perjuicio de los débiles y en pro de sus superiores políticos.

Obviamente, jamás sucederá, porque en la pirámide de ese mando las determinaciones vienen de su cúspide. En niveles inferiores, como en toda milicia, se obedece, práctica del decúbito ventral incluida. ¿Siglo 21? Usted, amable lector, evalúe.

Todo, parte de un escenario dónde pese a no ser “tiempo de promesas”, se promete en tanto manifestaciones y bloqueos se llevan a cabo o se deshacen, en un “juego” de nunca acabar porque prevalecen las carencias y la falta de sentido y de decisión oficiales.

¿Siglo 21? Más bien, los del presente, pareciesen tiempos de pasadas centurias debido al anárquico acontecer propiciado por entes como los infortunadamente llegados para “rescatar Torreón”.

De cero vigilancia y nula atención habla, por otra parte, la desprotección denunciada manifestación de por medio, por vecinos radicados, en esta ciudad, a la vera de la Calzada 20 de Noviembre, entorno dónde los atropellos a personas, con todo tipo de consecuencias, están a la orden del día a grado tal de haber despertado sorda, la cólera de vecinos de ese rumbo.

¿Siglo 21? No para los que menos tienen y de sus autoridades esperan, en vano, consideración. Agua… seguridad. ¿Es mucho pedir? No. Incapacidad y omisión, es lo oficialmente adelantado.