Algodón transgénico
Mientras unos sueñan en una Laguna independiente, otros se adueñan brutalmente de ella…
*Tenemos primero que ser, en todo rubro económico y sentido social, independientes, después… políticamente. |
Augusto Hugo Peña Delgadillo.
Se ha hecho público que en La Laguna se sembraron para este ciclo agrícola 22 mil hectáreas de algodón; esto es al parecer una buena noticia, sin embargo no lo es porque la semilla transgénica es patente de empresas globales que tienen como principal tarea controlar la agricultura de nuestro país y de otras naciones que están sometidos a los designios de Washington, Lo positivo pudiese ser una cosecha más abundante y lo negativo es precisamente eso, porque dichas cosechas, desde su siembra y financiamiento, dependen de otros factores ajenos al desarrollo sustentable de nuestra comarca, por la absoluta dependencia a dichas trasnacionales.
El chile jalapeño, el algodón, el tomate e incluso el melón y la sandía, sembrados en La Laguna y cosechados aquí mismo, es controlada por fuerzas del mercado, la mayoría de ellas trasnacional o de otros mercados nacionales, indicándonos que nuestro desarrollo agrícola y agroindustrial, depende de terceros factores ajenos a La Laguna y a los laguneros; en suma, nuestro desarrollo y con ello el progreso de La Laguna son dependientes de la buena o mala voluntad e intereses de terceros, todos ellos ajenos a nuestra comarca. Pollo, huevo, leche y carne otras dependencias.
También se ha sembrado maíz con semillas tratadas por MONSANTO y CARGILL, e incluso de tomate, melón y otros productos sembrados con esas semillas transgénicas, haciendo del campo lagunero, un territorio experimental de dichas trasnacionales, y con ello, haciendo dependiente nuestro progreso y desarrollo de esas empresas, reitero, de la buena o mala voluntad e intereses de empresas multinacionales. ¿Cómo pretendemos independizar nuestra comarca de Durango y Coahuila si no tenemos el control en nuestras manos de nuestra región ni de lo nuestro?
Por otro lado, nuestra industria trabaja para empresas norteamericanas, chinas y coreanas entre otras; nuestro comercio está en cuatro manos del menudeo –Walmart, SORIANA, OXXO, Seven Elevan y otros nuevos negocios como Al Super, proveniente de Chihuahua. ¿Cuál negocio y qué control tenemos los laguneros de nuestro mercado, industria, agricultura y comercio? Ninguno y por eso mismo y lo anterior escrito, nuestra dependencia es brutal, incluyendo la dependencia política que se diseña desde Durango, Saltillo y el Distrito Federal. ¿Para qué entonces queremos un estado independiente?... ¿Para seguir siendo servidumbre de los factores externos?
Si a todas estas dependencias que nos atan a fuerzas extrañas y foráneas le sumamos el hecho de que los medios de comunicación locales, los más importantes, viven de las migas que les echan al suelo, los grandes empresarios -LALA, SEMEX, PEÑOLES-, los poderes políticos de los estados a los que pertenecemos, y el centralismo político dependiente del gobierno federal, nuestra dependencia de terceros es más que brutal, porque ni siquiera estos medios laguneros –Siglo, Milenio, Noticias, Radio y TV- nos informan veraz y oportunamente. Estos medios viven de lo que comúnmente se le llama la mordida, y eso nos hace vulnerables de más ante los extraños.
Los medios de comunicación laguneros, por donde queramos verlos, son enemigos del pueblo; se han aliado con quienes expolian nuestros recursos y con quienes nos mal gobiernan, roban y se burlan de nosotros, sin embargo es común ver a los directores de los diarios y a quienes dirigen las radiodifusoras y los canales de TV, pasearse campantes como si fuesen la elite y crema y nata de la sociedad comarcana, cuando solo son cómplices de los poderes fácticos que tienen a La Laguna sumida en la miseria. ¿Qué hacer? Lo ignoro, pero primero es hacernos independientes en todos los rubros económicos y sociales, sino, ¿para qué independizarnos? Por lo pronto a nuestro favor están las redes sociales vía internet, así poco a poco y sin pausa iremos sustituyendo a los medios tradicionales que nos han traicionado. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
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