 18 de marzo de 2014,
día de la apropiación petrolera
Augusto Hugo Peña Delgadillo.
Soy una persona de más de 73 años de vida; mi generación y la siguiente tuvimos en suerte festejar cada 18 de marzo la expropiación petrolera, y ahora las nuevas generaciones tendrán la desgracia de lamentar cada día de su vida, no sólo el 18 de marzo, la apropiación petrolera y la desexpropiación que el desexpropiador Enrique Peña Nieto y su pandilla han tenido a mal entregar -nuestros bienes energéticos nacionales- a uno que otro oligarca mexicano y a empresas multinacionales. ¿Por qué el PRI y el PAN nos hacen eso?... ¡Vaya usted a saber! La cuestión es que este gobierno ha perpetrado un crimen de lesa patria en contra de todos los mexicanos.
Por más vueltas que le doy al asunto, lo único que me viene a la mente, para entender por qué Peña Nieto y quienes lo mueven como marioneta traicionan a México y a los mexicanos, son dos pistas que llevan a un objetivo que aun no comprendo del todo; una de ellas es que existen de parte del PRI y del PAN, algunos compromisos con el gran capital y con EEUU y sus trasnacionales que les obligan a entregar nuestros energéticos a las empresas que siempre se han distinguido por ser expertas en expoliar los bienes de países gobernados por espurios, como lo son quienes hoy en día nos gobiernan. ¿Por qué nuestro gobierno se presta a que este segmento estratégico de nuestra economía pase a manos ajenas? Supongo ese por qué, que me lleva a la otra pista.
Por un lado sabemos que en 1988 Carlos Salinas se robó la elección y así pudo llegar a la Presidencia, y que por ello, Washington lo avaló siendo un espurio, a cambio de desnacionalizar los energéticos PEMEX y la CFE- para que dichos negocios retornasen a sus antiguos dueños, las empresas gringas. Para lograrlo, nos impusieron reformas constitucionales. Con Salinas no se lograron debido a algunos problemas que se presentaron; como el asesinato de Colosio, la aparición del EZLN, el crimen de Francisco Ruiz Massieu, y otros desmadres provocados por la voracidad del propio Salinas y su maldito equipo de gobierno.
Posteriormente vino el gobierno de Fox que anduvo a tontas y locas y no concretó ese compromiso con Washington, por inepto y sinvergüenza, pero logró colar a Calderón a la Presidencia con el segundo fraude electoral. Calderón se vio incapacitado para privatizar los energéticos y entonces desde EEUU le diseñaron la guerra contra la delincuencia organizada para así poder llevar al punto de militarizar a México y de esa forma, tener un poder superior al que la Constitución le otorga a nuestros mandatarios, y así controlar a los opositores y de paso a los disidentes que por tal efecto surgieran. Además Felipe Calderón en contubernio con el PRI planeó el tercer fraude electoral, y con ello desbrozó el camino al candidato del PRI -a Peña Nieto- para que este fulano, ya con la fortaleza militar en sus manos, reformara nuestra Carta Magna y así privatizar los energéticos a favor de EEUU debido al compromiso del PRI y el PAN con ellos.
Este supuesto explicado en renglones anteriores, por lógica me viene a la mente, pero todavía a este gobierno le resta sacar adelante las leyes secundarias para concretar de una vez, y tal vez para siempre, la entrega de nuestros recursos a Washington. ¿Que recibirán a cambio el PRI y el PAN por habernos vendido al extranjero hipotecando hasta por cien años el segmento energético del país, como lo han hecho con los ferrocarriles? El que EEUU les otorgue una patente de corso para seguir dizque gobernándonos. Y, para clavar el último clavo en nuestro ataúd, lo mejor que se les ha ocurrido a esta caterva de malandrines, es dar por muerto al IFE, hacer un borrón y cuenta nueva, inaugurar otro bodrio electoral, el INE (Instituto Nacional Electoral) y así perpetuarse en el poder y seguir esquilmando los bienes nacionales a favor de unos cuantos, los de siempre, los oligarcas, los plutócratas y la clase política mexicana. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
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