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el periodico de saltillo
Abril 2014, No. 302


Fox mete la lengua al fuego por sus hijastros




Augusto Hugo Peña Delgadillo.

Vicente Fox estuvo en Saltillo para dar una conferencia sobre liderazgo a los jóvenes de la Universidad Autónoma de Coahuila, me imagino el provecho que le habrán sacado los estudiantes a esta experiencia de tener frente a ellos, oír y gozar al ex presidente Fox, una de las lenguas viperinas más connotadas de nuestro país. Lógico es que el de la lengua larga y la mente corta hubiese tratado asuntos a los que no fue convocado, como es el del fraude en que participaron los hijos de Marta Sahagún, con la empresa Oceanografía, proporcionándole contratos amañados con PEMEX aprovechando la influencia de su madre y su padrastro.

Acostumbrado a mentir a través de los medios y teniéndolos enfrente, aprovechó para decir que “Las malas lenguas son las que inmiscuyeron a los hijos de Marta en este lío del que nadie sabe nada” y “que primero hay que aclarar antes de calumniar” se refería a López Obrador que dijo que con Marta y Fox los fraudes en PEMEX se multiplicaron, cuestión que viéndolo con objetividad, es cierta, porque a partir del 2001, más de 5 mil panistas en principio, y luego otros 10 mil, arribaron a PEMEX como altos funcionarios, empleados de confianza y sindicalizados; se gastaron decenas de miles de millones en liquidar a muchos empleados para sustituirlos por panistas, y otro tanto en pensionar a otros que aún no estaban en tiempo de jubilarse, la cosa era inundar de panistas PEMEX para “administrarlo” y de paso para saquearlo.

Haciendo historia: Vicente Fox arribó a Los Pinos amparado por multinacionales y la oligarquía, las que lo usaron para su beneficio y de paso, para que él mismo se beneficiara; en eso es en lo que paró su “ideología” y su cantaleta de sacar de Los Pinos a las tepocatas, ¿sacarlas para qué? Para meter otras igual o peor de ladronas pero con un nivel de pendejismo, tildado por Hermenegildo Torres en su creación del PUP, como los “esféricos,” porque por el lado que los quieras ver y los veas, son iguales de pendejos, y tan ladrones y rateros, lo reitero, como los priístas.

Por otro Lado, Marta Sahagún arribó a Vicente Fox por los mismos medios con los que Fox arribó a Los Pinos, mintiendo, robando y engañando incluso a su marido; lo abordó como si se tratase de un bulto flotante como lo que en realidad es, un bulto hueco, flotante y parlante que dice y hace puras pendejadas; ahí Marta clavó el diente y vio la oportunidad -legítima aunque ilegal- de que sus hijos transitaran cómodamente de una clase media, media jodida, a la opulencia pecuniaria, y de paso enriquecerse ella, su familia y los Bribiesca, la familia de su engañado esposo.

Ahora y en Saltillo, Vicente el de la lengua larga y la mente corta, intenta engañar a los jóvenes de la UA de C, diciéndoles que en el caso Oceanográfía, la empresa que recibió contratos de PEMEX vía las influencias de los Bribiesca, es puro cuento y producto de las malas lenguas, cuando todas las evidencias indican lo contrario porque para robar a BANAMEX primero tuvieron que robar a PEMEX, sin esos contratos amañados y con papelería falsificada, el banco no hubiese sido robado.

Este escándalo sacado a la luz por Citigroup en EEUU porque fue afectado con 360 millones de dólares en sus haberes, vino a repercutir en México, en donde eso no es ni siquiera un escándalo porque esos fraudes, peculados y raterías al erario y a las empresas e instituciones federales, es lo cotidiano, pero de que están embarrados los Bribiesca y Marta Sahagún, no hay duda, incluso BANAMEX está involucrado, porque no es posible que le hayan prestado a los de Oceanografía, 360 y 585 millones de dólares sin otra garantía que contratos de PEMEX en los que las firmas de los funcionarios de la empresa petrolera, eran falsificadas, y aun así, Vicente Fox creyendo que los jóvenes de la UA de C son imbéciles, les miente y avala su mentira, metiendo a la lumbre su lengua larga y viperina para defender a sus hijastros y a su amada Dulcinea, la señora Marta Sahagún. ¡Qué poca madre! O, ¿usted qué opina, apreciable lector?

ah.pd@hotmail.com

 
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