A 40 años de la huelga obrera de Cinsa-Cifunsa

El 16 de abril se cumplen 40 años del estallamiento de la huelga de los obreros de Cinsa-Cifunsa, quienes se liberaron de sus dirigentes cetemistas “charros” (al servicio del patrón) e iniciaron un paro laboral reivindicatorio, para mejorar sus condiciones laborales y salariales.

La huelga de Cinsa-Cifunsa en 1974 y la caravana de los mineros de Nueva Rosita de 1950, han sido para Coahuila los dos movimientos obreros postrevolucionarios más importantes pero con diferentes resultados. La huelga de los obreros saltillenses consiguió una contundente victoría tras 48 días de paro laboral (16 de abril al 3 de junio de 1974). La huelga de los mineros de Rosita, después de seis meses de lucha y una caravana a México, fueron derrotados por la trasnacional ASARCO.

Los obreros saltillenses se sacudieron a sus dirigentes “charros”, luego que éstos firmaron con la empresa del Grupo Industrial Saltillo (GIS) la revisión del contrato colectivo, en donde una vez más, los “charros” los habían vendido ante los patrones, que siempre les escamotearon un salario decoroso. El GIS era -y sigue siendo- un corporativo de empresas hambreadoras con sus trabajadores, quienes ganaban salarios de hambre, y tenían en sus empresas pésimas condiciones laborales y un cotidiano acoso sexual de los jefes hacia las obreras. Buena parte del personal obrero de Cinsa eran mujeres jóvenes.

La huelga inició el 16 de abril de 1974, fue estallada con el argumento legal de buscar el equilibrio entre los factores de la producción, y sus principales objetivos fueron: aumento salarial del 20% y el reconocimiento de la base a los trabajadores eventuales, quienes se pasaban años trabajando sin conseguir la base en su empleo.

En 1974, las empresas del GIS eran hegemónicas en Saltillo, pues eran las únicas empresas grandes que contrataban trabajadores, pues los propietarios del GIS, la familia López del Bosque, siempre se opusieron a que se instalaran nuevas empresas en Saltillo. También se opusieron a que pagaran mayores salarios que el GIS.

Finalmente, después de una huelga de 48 días, de una marcha a San Luis Potosí para entrevistar al Presidente Echeverría, y solicitarle su intervención para que los propietarios del GIS se sentaran a dialogar y a solucionar la huelga, los trabajadores lograron derrotar la prepotencia de sus patrones, consiguiendo el aumento deseado y el pago de sus salarios caídos.

La huelga fue una demostración de solidaridad. Los saltillenses apoyaron el movimiento obrero, los estudiantes acompañaron a los huelguistas en su lucha, y los López del Bosque demostraron que podían ser derrotados por sus obreros mal pagados, y que son malos perdedores, pues no cumplieron con su palabra al firmar un “Pacto de Caballeros”, ante Conciliación y Arbitraje, donde se comprometían a no despedir a ningún obrero que hubiera participado en la huelga.

Un par de meses después, los López del Bosque despedían a miles de trabajadores de Cinsa-Cifunsa. Su único delito fue haber derrotado a sus patrones hambreadores...

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