“Ahora es Cuando Chile Verde…”
¿Alcanzará Chuayffet a realizar la verdadera reforma educativa?
Adolfo Olmedo Muñoz.
En más de una ocasión Emilio Chuayffet Chemor ha señalado que la reforma educativa que impulsa la presente administración federal, “va caminando”. Sin embargo los últimos acontecimientos que revelan ya muy viejos vicios dentro del magisterio nacional, representan un mentís lapidario, la cruda realidad de que son los propios maestros los que lanzaron al frasco la educación de nuestras generaciones recientes, al solapar estancos de cloacas donde han cohabitado corrupción y depravación, que hoy INEGI desvela de manera tímida, pálida, pero suficiente para demandar, ¡no ya una investigación! sino la ejecución de medidas correctivas. No hacerlo sería, una vez más, reforzar la impunidad lacerante del medio oficial.
Con todo, la exposición que hace INEGI, resulta una perogrullada en un medio en donde, si bien es cierto hay muchos brutos ineptos y mañosos, pero donde la gran mayoría son inteligentes y honorables, aunque ineficientes para alzar la voz, para revelar la porquería en que se manejan muchas turbias operaciones en la administración de la impartición de la educación pública, lo cual constituye “per se”, una traición a México. Peor tal vez de la que encluecan las instituciones de educación privada, cuyo debate hace muchos años dio sustento a socialistas hoy amaestrados con canonjías y aviadurías, que se oponían a la intromisión de doctrinas extranjerizantes, pero que al fin se impusieron con el apoyo subrepticio del capitalismo mercantilista.
Lo que ha dado a conocer el INEGI no es más que la pura puntita… (No sé si decir del “ice berg” o de la “vergdad”), la purita verdad de las tranzas por las que parasitan miles de inmorales pseudo maestros.
Se habla de más de 300 mil plazas para fantasmas y de alrededor de cuarenta mil “comisionados”, aunque la verdad son cifras imprecisas de una posible abrumadora realidad. Y eso que no se han metido a fondo en el análisis de los montos de los sueldos de muchos de esos comisionados e incluso de los que supuestamente trabajan ante grupo pero que gozan de insultantes sueldos de decenas de miles de pesos.
El conocimiento de esos malvivientes, desde hace ya muchos años, debe ser hoy motivo de vergüenza y más para las autoridades actuales, pues no sólo tendrán que reconocer que la putrefacción existe, sino que tendrán que adoptar una postura y ponerse del lado de la depuración verdadera y profunda de la educación, o se exhiben como cómplices de aquella caterva de amorales enquistada en una de las funciones vitales para la consolidación de nuestro país como una nación civilizada y digna de acceder a estadios mejores.
No hay pretexto, si el silencio, por ejemplo, de Jesús Ochoa Galindo, ex rector de la máxima casa de estudios en Coahuila y actual Secretario de Educación Pública en la entidad, persiste, pues sería también una perogrullada definirlo como corrupto, pues su omisión habría “hablado”.
Pero no es el único del que se esperan declaraciones y aclaraciones, existe un gran número de dirigentes y ex dirigentes del magisterio que teniendo o no cola que les pisen, tienen que adoptar una postura y revelar la porquería que aun hoy, envilece a la impartición de la educación.
Y aunque sea algo más que iluso pedir que se pudieran presentar algunas confesiones de hechos que muchos saben pero callan, pues sería digno de tomar en cuenta para una posible reivindicación social.
No creo que sean tan estúpidos como para creer que, como en otras ocasiones, dejando correr el tiempo, se eche tierra como los gatos sobre su mierda, para encubrir, una vez más, la putrefacción existente.
No dudo, ni tantito, que no faltarán los cínicos que se dirán: “bueno, Coahuila no está tan manchada como otras entidades donde las mafias ponen y quitan funcionarios, incluyendo gobernadores.”
Como no dudo tampoco que muchos de esos hipócritas, sistemáticos opositores a las instituciones mientras no están enquistados en la ubre presupuestal, aprovechen el río revuelto para tratar de sacar ventaja.
Lo cierto es que, si bien aun hay quienes toman con reserva el actuar firme de la actual administración federal, es evidente que existe una voluntad política, por lo menos renovada y que es una magnífica oportunidad para limpiar el basurero en el que lamentablemente se nos redujo como sociedad.
Es también muy evidente que no está todo dicho. Hay un mar de fondo, del que, todo parece indicar, también tiene ya conocimiento el Secretario de Educación en nuestro país, sólo falta ver que no le tiemble la mano y llegue hasta las últimas consecuencias. Sabe Emilio Chuayffet que la historia lo ha acorralado: o trasciende con una limpia impecable, o se le estigmatiza, por lo menos, como un simple bocón.
Le queda el resto del sexenio. Nada de que son reformas que se “llevarán muchos años”
La depuración nominal, no puede, ¡debe ser inmediata y contundente! Sin este paso fundamental, sería inútil y harto estúpido, pretender seguir hablando de “La Reforma Educativa”
Es también muy cierto el que cada entidad federativa tiene una casuística diversa y que el mero conocimiento de lo que ocurre entre el magisterio oaxaqueño es digno de calificar como una basca, nadie tendrá derecho a excusarse en la toma de las decisiones que les corresponden, de lo contrario, es obvio, serán unos más de los infectos que han ensuciado la imagen magisterial.
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