Desafío
*Partidos sin Miedo
*Turismo Selectivo
*Argentino Cornudo
Por Rafael Loret de Mola
En México ya tenemos dos partidas “ultras” que surgieron de la chistera del mago de las truculencias. Ya les diré quien. Al igual que a la MORENA de Andrés Manuel, el Instituto Nacional de Elecciones (INE), en que sólo parecen haber cambiado las siglas, entregó sendos registros al PES, esto es Partido Encuentro Social y al Partido-Frente Humanista. (Curiosamente las siglas del último señalado casi coinciden con las de un reciente ex mandatario FH casi igual que FCH. Lo cito porque nos hemos acostumbrado a tales coincidencias que irremisiblemente nos llevan detrás de las bambalinas desde donde se juega, siempre a escondidas, a la manipulación colectiva.
Se ha hecho evidente que sus fondos no son claros, como tampoco lo son sus liderazgos, y pese a ello, sin que nadie supiera cómo, lograron realizar sus fantasmales asambleas y reunir a los militantes de, cuando menos, veinte entidades federales –el número varía en cada una de ellas-, mientras MORENA, de verdad, sufría la gota gorda para cumplir los requisitos bases pese a la indiscutible convocatoria de su icono, guía moral y futuro candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador. Sobra decir que, en este sentido, este organismo, con perredistas escindidos, es el único que ya tiene seguro a su abanderado en busca de la Presidencia en 2018 aunque no es posible todavía señalar a los aspirantes de esta filiación que jugarán por obtener sitio en el Legislativo y en la Asamblea del Distrito Federal, una de las más controvertidas por cuanto a sus actuaciones cernidas a las presiones callejeras y a los criterios cerrados de la bancada perredista que, como en el pasado hizo el PRI, aplica el mayoriteo con el mayor descaro imaginable; esto es, la oposición puede ganar los debates...pero jamás las votaciones.
Si nos vamos a los hechos sucintos es muy claro que se favoreció a los organismos desconocidos –PES y el “Frente”-, con una simpleza enciclopédica, mientras todas las miradas estaban puestas, con microscopio, en la capacidad de aglutinamiento de López Obrador quien, incluso, debió repetir algunas asambleas estatales para llegar al número requerido de partidarios-bases. Y le costó realizar, además, una especie de segunda campaña presidencial recorriendo, ya no sé cuántas veces lo ha hecho, toda la geografía patria cargando con su infarto de noviembre pasado, más delgado –no tanto como peña nieto-, y sin alterarse fogosamente al discursar tal y cual era una de sus costumbres más características pero, paradójicamente, contraproducentes.
Recuérdese lo que ya hemos citado: durante la campaña de 2006, Andrés Manuel fue emplazado por sus entonces correligionarios –entre ellos Carlos Navarrete Ruiz y Jesús Ortega Martínez, ahora los dos en un frente que se dispone a atajarlo cuanto antes-, para que comenzara a hablar “como presidente”, esto es sin recurrir a descalificaciones ofensivas –sobre todo contra el mandatario en ejercicio, en ese momento el señor fox quien no era su adversario directo-, y con un tono más bien conciliador y estático, considerando la ventaja indiscutible que registraban las encuestas, todas ellas, y que fue disminuyendo en cuanto las propias empresas contratantes lo exigieron para enloquecer al líder de la izquierda quien ya había caído en su juego.
Pese a todo, el movimiento lópezobradorista resurgió en 2012 con una fuerza similar y con una actitud distinta de Andrés Manuel. Quienes pensábamos que sería muy difícil para el PRD, dado el desgaste de seis años, recuperar el terreno perdido, calculábamos que el empeño de López Obrador se vería compensado con una votación de entre seis y siete millones de ciudadanos. Pero no. Las distancias se acortaron dramáticamente y el PRD, contra las apuestas, obtuvo quince millones 896 mil sufragios, apenas tres millones 400 mil menos que el vencedor oficial a quien se acusó, con razón, de los dispendios de campaña aunque en este renglón todos veían paja en el ojo ajeno. ¿O acaso el PRD no hizo lo mismo en sus territorios como el Distrito Federal a las personas de la tercera edad y los estudiantes?
Desde luego, MORENA está en el palenque mientras los otros dos “partidos” hacen esfuerzos para que alguien los reconozca. Hugo Erick Flores Hernández, dirigente nacional del PES, ya habló... y explicó, en su primera comparecencia, ¡que no pretende perpetuarse en el cargo asumido como si de un ilusionista se tratara! Todavía no le conocemos y ya anda pensando en que las masas, enfebrecidas, le pidan sostenerse. Una apología de la democracia emboscada, empantanada, hundida, en un exceso de sectarismos muy cercano, por desgracia, a la autocracia en donde suele dividirse para mantener los hilos conductores en manos de una gavilla de políticos sin moral y con falsos ropajes de demócratas. Recuérdese el notable cuento “El Traje Nuevo del Emperador”, de Andersen, en el que el reyezuelo llega al extremo de creerse que sólo podían observar la fina tela quienes eran cabales... y él calló porque nada alcanzaba a observar salvo sus ropas interiores. Así caminan los politicastros de nuestros tiempos creyendo que los mexicanos seguimos en estado de lactancia.
Son tan torpes sus adversarios que MORENA podría realizar, junto a su guía moral y todos sus defectos descritos puntualmente en esta columna, un segundo milagro para colocarse en sitio de privilegio de cara a los comicios intermedios de 2015 en los que los priístas, al parecer, están listos a aprovechar la división de las izquierdas para hincarle el diente al Distrito Federal mientras le permite al PAN ganar algunas gubernaturas con una tendencia hacia el bipartidismo por suicidio de la tercera opción. Esto piensan priístas y panistas contra la apuesta de MORENA que, como todas las de esta piel, pierden a los hombres –y a no pocas mujeres también-, con sus verdes ojos y su ánimo de poseer al mayor número de enamorados que caigan en sus redes imbatibles.
Y no es cosa de tirar en saco roto esta, digamos, primera advertencia. Mucho me temo que los paralelismos de México y España, de los que tanto hemos conversado, tengan también efecto en cuanto a la fundación de nuevos institutos políticos. Allende el mar, hay decenas de partidos –los más regionales-, pero ninguno de ellos, hasta hoy, podría considerarse en condición de romper la estructura bipolar entre el gobernante Partido Popular y la oposición concentrada en el PSOE. ¡Es tanto el desprestigio de la clase política hispana que comienza a aparecer facturas de elevado monto por pagar!
Por esta razón ha causado enorme sorpresa, por decir lo menos, la irrupción del nuevo partido “Podemos”, liderado por un profesor universitario, Pablo Iglesias, quien logró una aprobación, entre el electorado potencial de casi el doce por ciento, mientras el PSOE mantenía, a la baja, el 12.8 por ciento –una diferencia de nada-, y el PSOE, hundido igualmente por el desprestigio de su cúpula, sólo podía rascar el 10.6 por ciento de la simpatías a pregunta directa... y con “respuestas espontáneas” de acuerdo a quienes midieron las insólitas tendencias. Casi en un abrir y cerrar de ojos, el partido de Iglesias -¿será que el apellido le ayudó algo entre quienes viven sometidos aún al poder fáctico del clero español a pesar del retiro del temido Cardenal Antonio María Rouco Varela, una de las últimas herencias del franquismo pero de gran influencia?-, se situó por encima de los socialistas.
Y más importante es todavía que quienes forman el punto neurálgico del mismo no pertenezcan a la clase política y se presenten como un grupo de ciudadanos cansados del bipartidismo fastidioso que resuelve las elecciones generales, siempre, de acuerdo a los indecisos que se inclinan por uno y por otro para alcanzar la mayoría. Porque los votos duros no se habían movido, hasta ahora cuando la crisis comenzó a asfixiar no sólo la economía sino, sobre todo, la esperanza.
Si Podemos, un partido de ciudadanos en España, logra mantener la escalada, habrá una perspectiva política distinta; ¿y en México? Aquí nos llevamos nuestro propio tiempo... y todavía se sopesa la posibilidad de legitimar las candidaturas independientes aunque carezcan de apoyo pecuniario. Pero es la hora de las redes sociales –de ellas se agarró Podemos-, y no es sencillo calcular sus efectos.
Debate
Pobre turismo. Ya casi nos sacan a los mexicanos de las que fueron otrora nuestras playas –los extranjeros ya pueden comprar desde los litorales hasta 200 kilómetros adentro del territorio, es decir, de hecho, en todas partes-, y se ofrecen los servicios de manera preferencial a quienes vienen de fuera. Últimamente, los asiáticos han formado un ejército de viajeros porque, para ellos, resulta más barato viajar que quedarse en casa en donde todo es mucho más caro. Y en México, por supuesto, se ahorran un dineral aunque las tarifas hoteleras “all inclusive” –todo incluido- rebasen la capacidad económica de nuestros coterráneos que viajaban antes a esos mismos sitios.
¿Cinco mil 500 pesos la noche? No, amigos lectores. Hay hoteles, como Casa Dorada a la que sólo se puede ver desde lejos en Los Cabos, que cobran ¡veinte mil pesos por dormir allí cada que sale la luna! Cualquiera diría que la diferencia tendría que ser abismal pero no es así. Más o menos se ofrece lo mismo aun cuando las tarifas sean escandalosamente distantes. Y es porque las fijan al arbitrio de los responsables de la Secretaría de Turismo, ahora encabezada por la junior Claudita Ruiz Massieu, quien vendió con ello la memoria maltratada de su padre, y al nivel de cercanía entre los funcionarios y los grandes hoteleros... como Gastón Azcárraga, el hombre quien quebró, a la mala, a Mexicana de Aviación.
Por cierto, la xenofobia comienza a caminar rápido por allí. Hace unos días pude atestiguarlo cuando un chico mexicano, quien llevaba puesta una gorra –una vestimenta muy habitual en los adolescentes- fue interceptado por una “hostess”, quien le indicó, en el Fiesta Americana Grand de Los Cabos, que tenía que cumplir con el “código de vestimenta”, quitándose la misma. Lo hizo; pero fue grande el desconcierto al notar que en la mesa más cercana, cinco chinos tenían gorras semejantes y comían con alaridos. Y unos metros al fondo, un sujeto, seguramente estadounidense, disfrutaba los platillos italianos con una camiseta y unos pantaloncillos que bien pudo haber comprado en el tianguis de San José.
Naturalmente, el chico y sus familiares, abandonaron el sitio, vociferando, mientras los ujieres pedían a los chinos, a toro pasado, que se desprendieran de sus atuendos “informales”. Quedarían en cueros.
La Anécdota
Referí el domingo anterior que los organizadores de los proyectos “antitaurinos” con los cuales sorprenden a los legisladores mediocres e incultos -ya dijimos que México es el único país del mundo en donde se practica la xenofobia al revés-, son de nacionalidad argentina y presumen de haber fraguado igualmente la estúpida prohibición a celebrarse las corridas de toros... por españolas. Una barbaridad inadmisible que lleva al separatismo catalán por intrincadas veredas rebosantes de pantanos.
Pues bien, a petición de los amables lectores, doy hoy el nombre del principal de los cruzados gauchos –que se deleitan con las parrilladas de carne de bovino-, con afanes de destruir cuanto devenga de nuestra propia idiosincrasia: el tipejo se llama Leonardo Anselmi... y anda ahora de coqueto con el gobernador de Puebla. ¡Pobre de México que no ha podido sacudirse a estos personajes ominosos rebosantes de tangos hablados con los que ganan millonadas por la ingenuidad y la postración enferma de buena parte de nosotros!
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NO ES CON MÁS Y MÁS PARTIDOS POLÍTICOS COMO SE ALCANZARÁ LA DEMOCRACIA SINO CON UNA CERTERA, EFICAZ Y COMPROMETIDA PARTICIPACIÓN CÍVICA. ESTO ES, CUANDO SEAMOS CAPACES DE UNIR NUESTRAS VOCES EN UNA SOLA.
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loretdemola.rafael@yahoo.com
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