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el periodico de saltillo
Diciembre 2014, ed. #310


Granito de Arena N° 1: Carta a Enrique Peña Nieto

Dirigido a Atención ciudadana.
Hace días, solicité al diputado por mi distrito, representante ante nuestra Cámara, que en mi nombre le exigiese a Usted, señor Peña Nieto, su renuncia, y agrego que igual lo asegura el jurista Raúl Carrancá y Rivas “por incompetencia grave”. Aún estoy a la espera, sin comprender bien a bien, la causa por la que nuestros diputados se contienen para realizar algunas acciones como la mía a “entrega de cartas”, aunque acordé que le turnaría una a su correo. Supongo que no estarán, en su particular pensamiento, sintonizados con nosotros, sus representados, y con el conocimiento claro de leyes y aún espero que en mi nombre, pueda realizar mi solicitud, sin necesidad de estar de acuerdo.

Tal como lo publiqué en mi página FB, desde Torreón, Coahuila, el 4 de Diciembre de 2014, le comparto esto:

Con dedicatoria a Marcelo Torres Cofiño, diputado del distrito 06, el que me corresponde, esta reflexión, mientras vuelve de su comisión de Washington y me deja esperando cumplimiento de mi solicitud.

Qué estoy pensando me invita a escribir la frase del portal. Pues veamos:

¿Dónde estamos LOS MEXICANOS? ¿Tan dormidos y aletargados que no defendemos el don de la libertad de expresión que nos diera hace 101 años, regándola para darle vida con su sangre el chiapaneco BELISARIO DOMÍNGUEZ -en la imagen- que está siendo pisoteado? ¡Les contaré la historia que lo conserva en nuestra memoria! Léanla:

Corría el año de 1913. Torreón, con 30 mil vecinos, era la ciudad con más pobladores en el norte de la república. Las cosas seguían muy revueltas en una guerra interna, costosa. En mayo de ese año, Venustiano Carranza declaró enemigos a los españoles que cooperaron con los regímenes del dictador Porfirio Díaz y del usurpador Huerta y decretó la confiscación de sus bienes. Victoriano, no quiere irse. No se retira: se agarra al costo que sea, mediante engaños y artimañas, al poder que ha usurpado. Para el 1° de octubre, tras la toma de Torreón por Pancho Villa, sus fuerzas vencidas, que defendían con su División del Nazas el asentamiento, cruce ferroviario importantísimo, próspero, vital para cualquier facción, huyen dirigidas por el general Ignacio A. Bravo que se transporta en el automóvil de un hijo del coronel Carlos González Montes de Oca. Huerta engaña a los mexicanos ocultándoles la realidad, pues abriga la esperanza de mantenerse en el poder y quizás para ganar tiempo y recursos para recuperar la indispensable plaza. Y, a consecuencia de esta gesta revolucionaria, se pronuncia el discurso que cambia el rostro de México, un avatar, una garantía constitucional de nosotros los mexicanos, que no podemos perder ni debemos olvidar y que esta semana ha sido pisoteado por quien debiera preservarlo, ¡en nuestro congreso nacional!, ¡por diputados del PRI, del PAN y del PVEM!; ¡¡¡¡¿QUÉ LES PASA?!!!!

Continúo:
Belisario, médico de Comitán, de gran prestigio y famoso por su entrega y cuidados prodigados para con su humilde pueblo, diputado por Chiapas, pronuncia el celebérrimo discurso por la tarde del 9 de octubre que le costará la vida esa misma noche. Llama “espurio” a Huerta: "... todos habréis leído el informe presentado por Huerta ante el Congreso el día 6... os ha llenado de indignación el cúmulo de falsedades... Se pretende engañar a la Nación Mexicana... no se ha hecho nada en bien de la pacificación del país, la situación actual de la República es infinitamente peor que antes: la Revolución se ha extendido casi en todos los estados; muchas naciones antes amigas rehúsan reconocer su gobierno por ilegal; nuestra moneda se encuentra despreciada en el extranjero; la prensa entera amordazada o cobardemente vendida ocultando la verdad; nuestros campos abandonados; muchos pueblos arrasados; el hambre y la miseria amenazan extenderse. ¿A qué se debe...? a que el pueblo mexicano no puede resignarse a tener por Presidente a V. Huerta el soldado que se amparó del Poder por medio de la traición… se ha propuesto... exterminio... para todos... que no simpatizan con su gobierno... está cometiendo otra infamia, provocando con el pueblo de Estados Unidos un conflicto internacional... no ha vacilado en violar la soberanía de la mayor parte de los estados, quitando a los gobernadores constitucionales e imponiendo a gobernadores militares... impostor, inepto y malvado... ”

Del Hotel Jardín capitalino fue a sacarlo, con engaños, un grupo en el que iba el hijo de Huerta. Lo esperaban ya dos rurales que en una esquina de la calle 16 de Septiembre lo metieron a un auto, así como hicieron al joven universitario Sandino Bucio recientemente “sin su permiso”. Aunque, a diferencia de éste que, a ciento un años de distancia, regresaron amenazado y golpeado, Belisario no volvió más: lo obligaron a cavar su propia fosa y lo mataron en Coyoacán.

Al día siguiente, Huerta disolvió la Legislatura. En la sesión ese día de los diputados, una comisión solicitó nombrar comisión para investigar el paradero de Domínguez y hacer saber a Huerta que de no haber explicación o ante otra desaparición de algún otro senador o diputado sesionarían donde encontrasen garantías. Al día siguiente, el 11 de octubre de 1913, el Secretario de Gobernación de Huerta, el Lic. Manuel Garza Aldape que compartía despacho con Félix Díaz y con Bernardo Reyes en la capital, se estrenará como tal al presentarse en la Cámara de Diputados, eludiendo hablar de Domínguez en su discurso -lo que me recuerda por cierto ¡y me desconcierta, confieso! el desorden de la cámara que impidió que se hablase de la famosa más allá de nuestras fronteras “Casa Blanca de las Lomas” o “Casa Palmas”-, y además les informó que la actitud de los diputados era considerada en ese año 1913 ¡clara agresión al ejecutivo!

Huerta disolvió, como supondrán, el congreso nacional con un decreto, aduciendo que su único fin era “hacer la paz en la república”, exactamente nueve días después del discurso de Belisario Domínguez, para lo que se preparó el camino: el mismo día, el 10, el usurpador otorgó a uno de sus incondicionales, su “corre, ve y dile”, el lagunero Manuel Garza Aldape, la cartera de Gobernación. Este licenciado en el congreso, eludió por supuesto tratar el tema de Domínguez en su discurso pero eso sí, reitero, afirmó que la actitud de los diputados era “considerada clara agresión al ejecutivo” ¡Huerta desapareció así, con un decreto, el mismo día, las Cámaras de Senadores y Legisladores de la XXVI Legislatura del Congreso de la Unión! ¡Quebrantó la Carta Magna! Y ¿saben qué? quiso el destino a Huerta cobrarle pronto caro: cayó su hijo Víctor aquí, en Torreón, durante una batalla en nuestros cerros contra las fuerzas de Pancho Villa.

Pero volviendo al tema ¿Qué pasa? ¿Qué hicieron esta semana nuestros diputados de PRI, PAN y PVEM con nuestro derecho de libre expresión, nuestro derecho ciudadano a las manifestaciones? ¿A qué, a quién le temen? ¿Dónde está la memoria del pueblo mexicano? ¿Dónde nuestra idea de P-A-T-R-I-A?, ¿dónde los oficios pertinentes de nuestros diputados?, ¿por qué me da la impresión de que está bien aceitada la memoria de nuestros gobernantes mientras la nuestra falla? ¿Por qué andan de paseo las prioridades de estos que deben ser las de servir al pueblo y no de él servirse a mansalva?


Atentamente
Lilia de la Peña
https://www.facebook.com/lilia.delapena

 
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