Peña Nieto, un peligro para
EEUU y las trasnacionales
La prensa internacional denuncia los crímenes y la corrupción en México y señalan que
el gobierno de Washington -mandante del gobierno de Peña Nieto- está tomando su distancia
del gobierno de México ya que para sus intereses e inversiones, les está resultando peligroso. |
Augusto Hugo Peña Delgadillo.
El mundo entero a través de la prensa internacional y de los medios electrónicos, la red, se está pronunciando contra el gobierno de México que se encuentra acorralado junto al presidente al que le han desnudado su ilegitimidad, acentuando su descrédito internacional y exhibiéndolo como un riesgo para quienes lo pusieron al frente del negocio México, S. A., porque no hay que poner en duda que México es el activo internacional más productivo para EEUU, aunque a los mexicanos nos esté llevando el carajo.
La macroeconomía eso nos dice, se exportan más de 1,170 millones de dólares al día y el 83% se va hacia Estados Unidos, de esta exportación hacia nuestros vecinos del norte, un 81.4% es mercancía producida por empresas norteamericanas en México, las que en realidad solo exportan un bajo porcentaje (9.3%) de materias primas y mano de obra mexicanas.
The Washington Post, The New York Times y, The Economist y The Guardian de Gran Bretaña, ya tienen en la mira a Peña Nieto como alguien que se encuentra acorralado por sus propios errores y abusos contra la población. Peña Nieto en estas condiciones ya es visto como un riesgo, un peligro para las inversiones de EEUU y Europa. En estos momentos los analistas de la Casa Blanca -la de Washington- ya están considerando la posibilidad de un cambio de timón en México, cosa muy deseable para el pueblo, pero que hacerlo abruptamente podría provocar grandes desequilibrios socioeconómicos y probables levantamientos sociales, incluso armados.
Lo ideal y deseable para los mexicanos es: que el gabinete del presidente sea recompuesto, nada tiene que hacer en la procuraduría Jesús Murillo Karam, un inepto amén de bandido; tampoco en la SEGOB cabe Osorio Chong, en dos años han demostrado que su tamaño no es el adecuado para sacar adelante -satisfactoriamente- a México de los problemas que desde el propio Estado mexicano, estas personas están provo- cando. Precisamente así sucede porque al frente de las instituciones no se encuentran las gentes adecuadas, los aptos y los honestos.
Por lo pronto a estos tipos hay que mandarlos a su casa y, si Peña Nieto se enterca en dejarlos ahí en donde en lugar de resolver problemas los causan, probablemente sería necesario, más tarde, pensar en la renuncia del presidente. No solo Murillo Karam y Osorio Chong sobran o están de más en el gobierno federal, también lo están Pedro Joaquín Coldwell, Mercedes Juan López y sobre todo Emilio Chuayffet Chemor, a estos tres también habría que sustituirlos por quienes si sepan, si entiendan y si puedan llevar a cabo su trabajo, apta y honestamente.
Es difícil encontrarlos pero seguramente en México habrá no muchos pero sí algunos que tengan talento y voluntad para desempeñar los puestos de quienes en dos años, por ineptitud, corrupción y mala fe, han hundido al país en la ignominia y la miseria.
Dice Guillermo Almeyra quien sí sabe cómo se mueven los entretelones de la política y entiende los vericuetos de la cosa pública que: “La protesta social en México parte ya de la exigencia ¡Fuera Peña Nieto! Que es poco más que el reclamo de su renuncia voluntaria y poco menos del ¡Echémoslo a como dé lugar! Cuando los hogares populares pasan estrecheces y soportan terribles carencias, la soberbia, la inconciencia social y la impunidad con que se exhibe la corrupción, -como en el caso de La Casa Blanca- añaden nueva leña al fuego.
La venta de la mansión del escándalo confirma, por otra parte, las acusaciones ya que, si la operación hubiera sido cristalina y legal, ¿por qué anularla? Así como la pluma de Guillermo Almeyra señala con índice de fuego a Peña Nieto y a su equipo que gobierna, miles de voces y plumas en todo el mundo, hace lo propio y, nos dicen que Peña Nieto en efecto, está acorralado en su propia ineptitud y, que todo mundo le está desnudado su ilegitimidad, acentuando con ello, su descrédito internacional. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
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