Las alcaldías: botín y corrupción
Armando Montalvo Olivo.
En algunos municipios de Coahuila han experimentado la alternancia, e incluso han tenido elecciones definidas como muy cerradas, pero eso no les ha garantizado contar con administraciones honestas. El gobernador Rubén Moreira Valdez ha sido tolerante para erradicar este problema.
En los últimos años, las administraciones municipales se enfrentan a la peor crisis financiera de su historia, a grado tal que entre todas suman una deuda millonaria, que en algunos casos les impide cumplir con el pago de nómina y de aguinaldo, además de que más de la mitad de ellas tendrá que empezar 2014 con despido de personal para poder ajustar sus finanzas.
Algo que se debe señalar es que la democracia nada tiene que ver con la deshonestidad. En Coahuila se ha instalado la impunidad, y los grupos políticos se han puesto por encima de las instituciones. Nadie quiere abrir los expedientes de la corrupción, para que no hagan lo mismo con ellos.
De esta manera se define el estancamiento de las denuncias y juicios interpuestos por la Auditoría Superior del Estado, que encabeza Armando Plata Sandoval, contra ex alcaldes por todos los problemas financieros que heredaron. Lo anterior sin dejar de lado todos los privilegios que existen en la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos del Estado de Coahuila.
En esta entidad, juzgar a un ex alcalde por corrupción lleva un proceso judicial que tarda años, para que la ASE defina si hay delito o no que perseguir. Sin embargo, al llegar a la Procuraduría de Justicia del Estado, esta puede tardar mucho tiempo en ejercitar acción penal, en contra de ex funcionarios.
Es lamentable, pero la Ley de Auditoría que tenemos está hecha para que precisamente haya ese tipo de abusos, se cubran los unos a los otros; es por eso que se requiere un Proyecto de Ley, para corregir, dado que los términos que establece la auditoría actual permiten que haya impunidad.
Los tiempos que establece la legislación son tan largos que facilitan la prescripción de los delitos, pero además la responsabilidad de presentar cargos contra los ex alcaldes es de los síndicos municipales, lo que abre la puerta a componendas, y a veces la ignorancia hace pasar por alto las irregularidades.
Es preocupante, pero en Coahuila, no hay equidad en la persecución de los alcaldes corruptos. Es necesario que en el desarrollo de esas revisiones debieran intervenir monitores ciudadanos, que califiquen los resultados.
Actualmente hay expedientes integrados en la Procuraduría Estatal que dirige Homero Ramos Gloria en contra de ex alcaldes y ex funcionarios municipales, pero según quienes integran cada uno de estos asuntos, hacía falta información y la ASE tuvo que entregar nuevamente la documentación que les requiere.
Desde hace meses se maneja el nombre del ex alcalde de Monclova, Armando Castro Castro, en contra de quien hay acusaciones de que en la cuenta pública de 2010, hubo presuntas irregularidades por más de 100 millones de pesos.
Otro caso similar es del ex tesorero de Torreón, Pablo Chávez por incumplir con información financiera que le fue requerida en su momento al ex alcalde de esta localidad, Eduardo Olmos Castro, quien terminó sin pena ni gloria, pero con problemas múltiples en las áreas de administración.
Pero hablar de impunidad en contra de ex alcaldes corruptos, es tan común aquí en Coahuila, que los partidos políticos olvidan de la noche a la mañana, y postulan a los mismos candidatos a pesar de que cuentan con antecedentes de haber dirigido administraciones municipales con irregularidades que los llevaron a pisar la cárcel, y que ahora de nuevo vuelven a dirigir una alcaldía.
Un claro ejemplo de la deshonestidad que existe en el PRI Estatal de David Aguillón Rosales, es Rodolfo Zamora Rodríguez “La Chopa”, quien llegó a la candidatura y ganó el municipio de Ge- neral Cepeda, por recibir todo el apoyo de su primo el diputado local, Víctor Zamora, a pesar de que hace años atrás fue duramente cuestionado por gastar mucho dinero y sin comprobar nada, lo que orilló a las autoridades a proceder legalmente contra él y hacerlo pagar con cárcel el dispendio y los excesos cometidos en el gobierno que a “La Chopa” le tocó presidir.
Ahora, a unas semanas de que iniciaron las nuevas administraciones municipales, los alcaldes han callado sobre las irregularidades y podredumbre que están encontrando en los 38 Ayuntamientos de la entidad, Municipios como Torreón, Piedras Negras, Monclova, General Cepeda, Parras de la Fuente, Ramos Arizpe, Arteaga, Ocampo, y Allende, por citar algunos, dejaron sin morralla a los ediles entrantes, que ahora trabajan con las “uñas” y endeudados a más no poder, con proveedores, que les cobran hasta el último centavo por gastos realizados en la pasada administración.
Ya no le queda el ser omiso al Auditor Armando Plata, que muchas cuentas tendrá que revisar en las próximas semanas, porque está más que claro que el manejo de los dineros entre los ex alcaldes salientes es la parte obscura de la gestión que concluyeron, el 31 de diciembre.
Pasaran a la historia como los peores ex presidentes municipales en la entidad: Eduardo Olmos, Óscar López Elizondo, Ramón Oceguera, Melchor Sánchez, Ernesto Valdés Cepeda, Evaristo Madero Marcos, José Guadalupe Sánchez, entre otros.
Con la Reforma a la Ley de Auditoría Superior aprobada por los diputados en el 2013, que le otorga facultades únicas a Armando Plata Sandoval, será la prueba de fuego para el responsable de fiscalizar cada peso que gastan las entidades públicas y los alcaldes, porque ha demostrado ser un protector de ex ediles corruptos.
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