Michoacán en pie de guerra

Fernando Ramírez López

El lunes 13 de enero del año en curso, Miguel Ángel Osorio Chong perversamente en reunión del gabinete de seguridad en la ciudad de Morelia, anunció el “Acuerdo para el apoyo federal a la seguridad de Michoacán”.

Al unísono empezaron a llegar a ese estado más personal y equipo de la SEDENA, PGR, Marina y Policía Federal; es decir hacer guerra a la guerra, cuyo saldo desde luego que lo saben va a generar mayor desestabilidad y violencia en el seno de un estado cuyo nombre en náhuatl es “lugar de pescadores” o en tarasco “lugar junto al agua”.

Michoacán tiene una superficie de 59, 864 kilómetros cuadrados y tiene casi 217 kilómetros de costa en el litoral del Pacífico y colinda con los estados de México, Guerrero, Querétaro, Guanajuato, Jalisco y Colima. Su antece-dente histórico más remoto se ubica en el período precl-sico (1500 a 200 antes de Cristo) y post clásico (800 a 1100 después de Cristo). En 1470, Axayácatl, rey de los Aztecas trató de conquistar sin éxito al reino tarasco. En este territorio han luchado hombres de la estatura de Miguel Hidalgo y José María Morelos y Pavón. Esta entidad siempre se ha caracterizado en sus luchas por la defensa de su soberanía y la templanza de sus hombres y mujeres.

El movimiento revolucionario ahí fue iniciado el 10 de mayo de 1911 y la ofensiva revolucionaria después del asesinato de Made4ro y Pino Suárez, estuvo bajo el mando del general Gertrudis Sánchez. La Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo se fundó en 1920 con Pascual Ortiz Rubio, cuyo antecedente es el Colegio de San Nicolás Obispo. En 1928, el 16 de septiembre fue electo gobernador del estado el general Lázaro Cárdenas, que despegaba para llegar posteriormente a la Presidencia de la República.

La población del estado está distribuida en 7716 localidades en 113 municipios del estado. El antecedente histórico narrado tiene como propósito sugerirle al titular del ejecutivo en México, que entienda la naturaleza de la entidad, que se puede describir como un pueblo permanente-mente en lucha, con un arsenal de hechos que se derivan entre otros muchos, hasta llegar al conflicto Cuauhtémoc Cárdenas—Miguel de la Madrid.

Es decir el actual modelo sociopolítico, empezó a perder el control del país en Michoacán, donde trajo como con-secuencia el brutal fraude electoral cometido en 1988 para hacer llegar a la Presidencia de la República a Carlos Salinas de Gortari, hecho en el que participó decidida-mente Manuel Bartlett Díaz entonces Secretario de Gobernación y actualmente Senador por el Partido del Trabajo, mismo que fue fundado bajo el auspicio de Raúl Salinas de Gortari y que no obstante su aparente filiación de izquierda siempre han obedecido al mando único del capi-tal internacional; ambos hermanos son sobrinos y discípulos del marxologo Eli de Gortari, ex rector de la Universidad Nicolaita y hermano de Margarita de Gortari, madre de esta pareja de hombres esquizofrénicos por el poder.

En este renglón es donde se debe ahondar, para saber en que momento se pierde el equilibrio del sistema, concluyendo que éste se inicia apenas hace tres décadas, con el rompimiento y traición de Miguel de la Madrid a Cuauhtémoc Cárdenas, hijo del Tata quien les dio protección a la familia después del asesina del padre en Colima.

Esto propicia la expulsión de Cuauhtémoc Cárdenas del PRI y el surgimiento del Frente Nacional Democrático en 1988, el propósito de los Salinas estaba de antemano definido, acabar de entregar el país al poder imperial.

Este es el telón de fondo, la lucha por el poder y la definición de dos modelos económico políticos antagónicos, uno que se denomina de justicia social contra el neoliberal, que sustenta la acumulación del capital en pocas manos, utilizando incluso supuestos propietarios y cómplices como es el caso de Carlos Slim Helú, gobernadores y legisladores obedientes al poder, dispuestos a todo bajo la oferta de mantenerlos posicionados, cuando es de todos sabido que el poder real se encuentra en Wall Street.

De lo anterior se deduce que están generando un miedo colectivo como estrategia y como arma ejecutora para someter a Michoacán y al resto del país. El gobierno actual sabe que las contradicciones vienen de tiempo atrás y lo más grave es el desconocimiento profundo del perfil antropológico del michoacano, por lo que está garantiza-da una guerra permanente y prolongada, que ciertamente conjuga al narco, a los grupos de autodefensa y a la guerrilla en la zona Guerrero-Michoacán.

Dejan de lado un elemento fundamental en la práctica política, que es la negociación y lo lamentable es que no lo ignoran sino que su propósito es apropiarse de todas las riquezas de ese estado, de sus bosques y minerales.

También saben que tienen trabajando al equipo del Chapo Guzmán y que las autodefensas juegan un papel doble, lo mismo transan con el gobierno que con la delincuencia organizada. Es decir existen intereses locales que no se han negociado por lo que el conflicto se prolongará derrumbando todo, incluso al estado nacional que preside Peña Nieto, si no aciertan en un modelo alternativo.

Con esto se explica el divorcio PRI-PRD y el espectáculo circense de todos los partidos políticos, incluyendo a Morena que está en proceso de formación con un líder de salud trastocada y sin las fuerzas necesarias para luchar.

El futuro es predecible ante este tipo de escenarios de guerra, un discurso oficial deshilvanado y tal vez desinformado, porque no se concibe que el Secretario de Gober-nación ponga como ejemplo de paz a al Región Lagunera, cuando los que aquí vivimos padecemos el secuestro, los asaltos, cobro de piso, tráfico de armas y narcotráfico, más los gobiernos corruptos de Rubén Moreira Valdez en Coahuila y el de Jorge Herrera Caldera en Durango, es querer ocultar lo imposible, es decir la inestabilidad nacional.

En su momento los hijos de Miguel de la Madrid declara-ron públicamente que el ex presidente se encontraba afectado de sus facultades mentales, cuando este se atrevió a declarar públicamente que su peor decisión ha-bía consistido en dejar a Carlos Salinas en la Presidencia. El país completo se mueve en un escenario de guerra, el modelo se colapsó y hay que generar uno nuevo; teniendo como impedimento a los grupos de poder y a una ciu-dadanía que no ha cobrado conciencia.

Pero hoy Michoacán está peleando contra las fuerzas federales, no a favor de ellas, por eso las autodefensas son la manifestación clara y evidente de su papel dual, que se confunde entre el Estado y los contrarios a él. De este conflicto, seguros estamos que puede salir algo bueno, como el que se generalice el conflicto bélico en todo el país y que sepamos que la guerra ya se instaló. No tengamos miedo, así son los procesos sociales.

licfernandora@hotmail.com