También el arte se enferma
José Luis Carrillo Hernández.
El legado artístico y cultural del Ateneo Fuente es muy amplio, y no son sólo sus más de cuarenta mil egresados y su larga tradición educativa liberal, es heredero de una gran cantidad de piezas de arte, documentos, libros, colecciones de toda índole, como muebles, minerales, piezas arqueológicas entre otros objetos científicos y de medición antiguos, todos con necesidades de conservación, restauración y exposición en las condiciones y los espacios que las técnicas modernas de museografía garanticen una buena y segura conservación de este legado histórico y cultural que pertenece no sólo a la institución sino a la sociedad misma, pues en cada pieza de estas colecciones está una amplia narrativa de nuestro pasado, cada una nos ofrece un amplio discurso en lo estético, lo académico y lo científico.
La serie de problemas y situaciones adversas, como el hurto, la humedad, el polvo, los microorganismos y el fuego entre otros que han enfrentado estas colecciones y piezas artísticas han sido múltiples por el manejo irresponsable de ex rectores de la universidad y ex directores del Ateneo. Se habla de pinturas del Virreinato que fueron sustraídas de la colección de don Artemio de Valle Arizpe y que ahora adornan los pasillos de un hospital privado muy conocido, se comenta también que el incendio en el cuarto piso fue provocado a propósito y no por un corto circuito como lo hicieron aparecer para justificar el saqueo realizado, sin embargo, trabajadores de esos tiempos aseguran que ahí no había corriente eléctrica.
Recientemente estas colecciones fueron víctimas del atropello institucional y de la irresponsable administración del ignorante y deshonesto ex rector “El Negro” Mario Alberto Ochoa, quien irresponsablemente mediante comodatos que no se han respetado, despojó de las obras de arte más valiosas con las que cuenta la Pinacoteca, las que puede decirse que es la Obra Plástica más valiosa y antigua en exhibición en nuestro estado, de autores como Miguel Cabrera, Pelegrín Clavé, Saturnino Herrán entre otros, así como los libros más antiguos de la Biblioteca José García Rodríguez para ser llevados y expuestos en la casona mal restaurada de lo que fue el Banco Purcell, sometiendo este valioso patrimonio de los coahuilenses a niveles de humedad que son criminales para su conservación, ya que está favoreciendo las condiciones para el desarrollo de una gran variedad de microorganismos que en su actividad segregan elementos y enzimas que reaccionan, degradan y consumen los materiales orgánicos, así como los pigmentos con los que fueron realizados.
Los ignorantes piensan que sólo los humanos y los animales se enferman y si no son atendidos corren el riesgo de morir, pues exactamente eso sucede también con cualquier pieza de arte o documento, puede enfermar y morir, pero que esto suceda por el manejo irresponsable y el lucimiento político de un rector es un crimen, es un atentado a nuestro legado y memoria histórica que debe detenerse y subsanarse.
Las bacterias y los hongos xilófagos que por medio de enzimas atacan la materia orgánica contenida en la madera o los libros, oxidan y degradan los pigmentos minerales y pudren los lienzos por la producción de enzimas que actúan en las moléculas de carbón, que utilizan como nutriente generando un PH favorable para la presencia de otros agentes bacteriológicos o micológicos en una sucesión ecológica que termina en la pérdida total de de la obra de arte o el documento histórico.
Esto es lo que le está sucediendo al mal llamado Patrimonio Cultural de la UAdeC que consiste en las obras de más alto valor con las que cuenta la pinacoteca del Ateneo Fuente. En este sentido la actuación del mandatario coahuilense muestra un gran compromiso para con la Institución, generando y gestionando los recursos para la rehabilitación total de todos los espacios museográficos, documentales que componen su patrimonio artístico-cultural y documental con el que cuenta, así en fecha reciente Rubén Moreira hizo entrega de un simbólico cheque de 40 millones de pesos, más el compromiso que hizo con los ateneístas de llegar al 150 aniversario con un Ateneo Fuente al 100 % restaurado y en condiciones que permitan guardar su patrimonio, de tal forma que asegure su preservación para el disfrute y conocimiento de las generaciones futuras.
El gobernador Rubén Moreira está cumpliendo, ojalá el actual rector Blas José Flores no herede pecados ajenos, que no actué con la ignorancia de los anteriores y regrese esa obra a su recinto original.
Los políticos y promotores culturales que pasaron copiando química y biología en secundaria y preparatoria nunca se enteraron que hay un proceso de biodeterioro que sucede a nivel microscópico y más allá a nivel molecular, donde otros organismos existen y son generadores de procesos y reacciones químicas que terminan en el colapso y desintegración de los cuerpos o la materia.
También desconocen que existen una serie de insectos que en estado larvario son capaces en pocos años de hacer polvo cualquier estructura de madera, caso que debe ocuparnos ya que es lo que le está ocurriendo a una gran cantidad de piezas de arte ebanista y esculturas estofadas y cromadas en hoja de oro de imágenes religiosas que datan de Virreinato, siendo de lo poco que se ha salvado del saqueo y el fuego en el cuarto piso de la nave central del edificio
Es muy desafortunado el estado que guarda esta amplia colección ya que la termita, polilla y carcoma han destruido gran parte de los interiores de estas tallas, muebles y esculturas, por lo que corren el riesgo de desintegrarse en poco tiempo de no ser intervenidas urgentemente.
Los ácaros han invadido la mayoría de las piezas de animales y aves en el museo de Historia Natural, parece no tener remedio, sin embargo hoy las circunstancias y la buena dirección de la institución en manos del maestro Miguel Ángel Rodríguez que ha dado excelentes resultados mostrando una gran capacidad de gestión, por lo que creemos que todo habrá de ser considerado en las próximas obras, esto sin duda sería coronar este gran esfuerzo, restituyéndole al Ateneo Fuente el esplendor de su origen, conservándolo para que siga siendo un orgullo de los coahuilenses. |