México no es Colombia
Juan Antonio Estrada Soto.
El gobierno colombiano en voz de su Presidente Juan Manuel Santos, ya le pidió al mejor policía del mundo, Oscar Naranjo, que regrese a su país a continuar de tiempo completo las negociaciones que se mantienen con la guerrilla más longeva del mundo, para así pacificar de una vez por todas a este convulsivo país, Colombia, que a lo largo de las últimas décadas del siglo pasado padecían no nada más la guerrilla de las FARC, sino la presencia criminal de un personaje tan famoso como polémico: Pablo Escobar Gaviria, que dicho sea de paso, mantuvo en jaque a todo el país y llegó a contabilizar un número de víctimas muy grande en su guerra contra el gobierno que quería extraditarlo a los Estados Unidos, como lo hizo con otros grandes capos de la droga.
Otro ente del mal que se creó en estas circunstancias complicadas fueron las famosas AUC (Autodefensas Unidas de Colombia), que fueron creadas al calor de las batallas fallidas que mantenían tanto el Ejército como la Policía Nacional y que vieron en este tipo de agrupación un apoyo para ganar estas batallas.
Estos grupos de autodefensa creados para contrarrestar a los grupos criminales, fueron en un principio financiados por los hombres más ricos que veían con impotencia como eran dañados tanto su patrimonio como su familia, ya que hubo incontables secuestros que llevaban a cabo tanto el Cártel de Medellín liderado por Escobar Gaviria, como las FARC quienes seguían bajo las órdenes de “Tiro Fijo”, líder fundador, y quien para mantener a los casi 40 mil miembros que llegaron tener, hacían del secuestro y extorsión su modus vivendi, a diferencia de los narcotraficantes que lo hacían por motivos de supervivencia tanto de grupo como personal.
En este contexto, los gobiernos de los tres niveles de Gobierno de México, trataron de copiar el modelo colombiano, tanto de las autodefensas como el famoso pero hueco rescate del tejido social, como una política de recuperación tanto de espacios como de confianza ciudadana, tomando el ejemplo fallido de Colombia en este ámbito, pero que algún sesudo oportunista político les vendió, a las autoridades mexicanas, como la panacea para salvar al país de las garras de los grupos de la delincuencia organizada y tomaron como bastión principal para este experimento al Estado de Michoacán, quien estaba en estado sicótico por los grupos de narcotraficantes que los tenían en jaque y ninguna autoridad pudo hacerles frente con el mínimo éxito.
En este contexto aparece el personaje principal de esta entrega, el famoso Oscar Naranjo, quien al parejo de su aparición como asesor del entonces candidato a la Presidencia de la República Enrique Peña Nieto y a la postre hoy Primer Mandatario de la Nación, se crean y se dejar crecer a los grupos de autodefensa civil en diversos municipios de este Estado convulsionado con la violencia generada tanto por la Familia Michoacana, como por los Caballero Templarios, bajo la premisa de contrarrestar, rancho por rancho, comunidad por comunidad y ciudad por ciudad a los sicarios, secuestradores y extorsionadores de los grupos de la delincuencia organizada que estaban enraizados en su sociedad.
Hoy vemos con alarma que este modelo colombiano, en lugar de servir a causado más problemas que los planteados con esta estrategia puesta en marcha por la Secretaría de Gobernación, en su función de policía de México, ya que estos grupos están causando los mismos problemas que en Colombia, como lo son el estar al margen de la ley, ya que sus armas son de uso exclusivo del ejército, sus miembros a la postre son rezagos de los mismo grupos que ahora combaten, y lo más grave es que están empezando a desplazar a los habitantes de las comunidades que están siendo víctimas de la violencia generada tanto por los grupos delincuenciales, las policías y ejército y ahora súmele a estas autodefensas fuera de toda ley.
Si amigo lector, se me olvidaba mencionar que los daños en Colombia generados por las famosas AUC, fuero decenas de muertos de las diversas comunidades a las que llegaban y otros cientos de miles de desplazados de sus lugares de origen, sumados a que ellos con el tiempo se volvieron más un problema que solución, porque llegado el momento, el Gobierno de este país Sudamericano, sumó un enemigo más por la simbiosis que hicieron tanto con los cárteles de la droga como con sus principales enemigos y los que les dieron vida, la guerrilla.
Así que este proyecto fallido traído a nuestro país por el General de la Policía Nacional Colombiana, cae por su propio peso, a sabiendas que hubo muchos programas que dijimos y seguimos diciendo que son un fracaso en su país, porque a pesar del tiempo se siguen padeciendo los mismos problemas de delincuencia organizada, descomposición social y por lo tanto ¿por qué tendrían que ser exitosos en México? Porque amigo lector no les decimos a los Gobiernos de los tres niveles que para reconstruir el tejido social hacen falta planes y programas permanentes tanto en materia social, cultural, como de deporte para alejar a la niñez y juventud de estos peligros, y para ayudar a salir de la pobreza a tantos y tantos conciudadanos que la padecen a diario, no cree usted?
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