publicación Online
 
 
el periodico de saltillo
Edición No. 300, febrero 2014


Dirigentes magisteriales de Coahuila: oficialistas, “títeres” y corruptos


SNTE

Armando Montalvo Olivo.

Nadie los detiene en su ambición de juntar dinero y hacerse ricos como lo han hechos la mayoría de quienes han dirigido las secciones 5, 35 y 38, del SNTE de Coahuila. Y ahora, Blas Mario Montoya Duarte, Javier Cordero Salazar y Rubén Delgadillo Romo, no son la excepción.

En este momento, los líderes magisteriales en la entidad son corruptos y corruptores, y más porque estos tres profesores olvidaron por completo los estatutos del Magisterio y de velar por los intereses de sus compañeros por una sola razón: el poder los cambió para favorecerse a ellos mismos únicamente.

El profesor Carlos Moreira Valdés, actual colaborador del SNTE que encabeza, Juan Díaz de la Torre; es para muchos de los profesores en Coahuila, quien llevó a esta tercia de líderes a dirigir a sus secciones respectivas, quienes hasta la fecha, se han ganado a pulso el repudio de los trabajadores de la educación por dos motivos: solapan irregularidades y trafican con la influencia que tienen sobre los Secretarios de Educación que van y vienen del organigrama estatal.
ruben delgadillo
Tan solo las plazas de “comisionados” -que en realidad son “aviadores”-; es uno de los puntos quizás que sobresalen en el magisterio coahuilense, y donde la Secretaría de Educación Estatal desde hace mucho tiempo es cómplice del SNTE al pagar salarios insultantes para el resto de la clase trabajadora en la entidad y encubrir a quienes tres, cuatro y hasta cinco plazas en la nómina estatal y que tienen apellidos de peso en la política local.

Y es que a pesar de lo que se diga, hay corrupción en el sindicato magisterial institucio- nalizado no sólo en el otorgamiento de plazas de manera discrecional, sino también en cambios y ascensos, pues sólo aquellos profesores lo logran por tener una buena relación con las instituciones.

Poco o nada han hecho por sus secciones Blas Mario Montoya, Javier Cordero y Rubén Delgadillo. Todo sigue igual. Siempre aseguran que sus recursos financieros operan en “Números Rojos”, mientras ellos se dan la gran vida en viajes, comidas en lujosos restaurantes y no tienen ningún control sobre sus gastos personales que son cubiertos por la sección a la que representan.

Definir en este momento a las dirigencias 5, 35 y 38 del magisterio en Coahuila, es hablar de incapacidad y de desprestigio en sus líderes, y no se diga de sus colaboradores directos y del séquito que conforman sus organigramas sindicales, que no sirven más que de “damas de compañía”, guaruras o porros. Pues de asesores no tienen nada.

Es lamentable, pero existen muchos profesores que se encuentran en “lista de espera” para poder acceder a una plaza en alguna escuela a pesar de que tienen años esperando una oportunidad de impartir cátedra. Y no se diga de otros profesores que exigen desde hace meses el pago cuando ya cubrieron un interinato.

El panorama magisterial actual no se puede ocultar, Blas, Javier y Rubén, son dirigidos por Carlos Moreira aunque no lo quieran aceptar. Porque gracias a su apoyo son lo que representan, a pesar de que siguen sin mostrar liderazgo en las dirigencias que tienen a cargo.

En Coahuila, a diferencia de otras secciones en el país, los secretarios magisteriales se convir- tieron ahora sólo en “títeres” de la política, porque dejaron de tener la capacidad de condicionar a los candidatos y al mismo gobierno, para exigir posiciones políticas, escaños en el Senado, en la Cámara de Diputados, en los Congresos Locales. Quien manda en la 5, 35 y 38 se llama Carlos Moreira. No hay nadie más por ahora.

carlos moreiraCarlos Moreira es el único que puede decidir quién salta por el trampolín para un cargo de elección popular, para un ascenso o para colaborar en el Sindicato Nacional de Maestros.

Hasta ahora los programas educativos, las supuestas reformas y todos los millones de pesos que se han gastado en esta entidad, simplemente no han servido para nada y las consecuencias están a la vista; una enseñanza deficiente, alumnos que pasan de “panzazo”, niños y jóvenes que egresan de la primaria, secundaria, preparatoria y hasta de las universidades, que no están preparados para enfrentar la vida por estas deficiencias educativas de baja calidad.

Blas Mario Montoya, Javier Cordero y Rubén Delgadillo se distinguen por fomentar que no haya clases en las escuelas, en organizar reuniones, cumpleaños o comilonas con sus subordinados, pero eso sí son expertos para echar porras sobre todo en eventos del partido tricolor. Así, son estos tres dirigentes del magisterio.

Y por si fuera poco, evaden a los medios y cuando otorgan entrevistas están pactadas. Nadie dice nada. Pareciera que en las secciones 5, 35 y 38 no sucediera nada y que todo es color de rosa. Pero no es así.

Lo más grave es que maestros han reclamado que se les otorgue el subsidio al Impuesto sobre la Renta, que durante años otorgó el Gobierno Estatal, cuyo secreto tenía muy bien guardado, y que le representó a la autoridad estatal más de 1100 millones de pesos. ¿Por qué nunca se dijo nada? ¿Quién solapó ese pago para consentir al magisterio?

Muchas explicaciones le deben a los coahuilenses los que han pisado secretarías como la de Fiscalización y Tesorería, porque ahora que les quitan el incentivo, los profesores salen a las calles y presionan al Gobierno Estatal.

montini68@hotmail.com

 
© 2014 El Periódico de Saltillo contacto@elperiodicodesaltillo.com

 

 

 

 

 

 

 

 

 

     
carton noviembre 09 Noviembre 09 Rufino