Piedra Pinta II

Rufino Rodríguez Garza.

En la pasada colaboración comentaba la importante información que se puede extraer de los grabados en las rocas de esta elevación.

Si los petrograbados nos enseñan lo que los antiguos pobladores comían y/o de que herramientas se valían para subsistir en estos amplios valles, también es de llamar la atención los grabados tardíos elaborados por el hombre “blanco” o por los tlaxcaltecas evangelizados.

La tradición de poner en las rocas algunos datos nos pueden dar noticia de antiguos propietarios de los fierros con los que se marcaba el ganado, de la procedencia de los pastores, vaqueros o campesinos, pues aparecen datos de comunidades cercanas y/o de los alrededores de la serranía en cuestión: Piedra Pinta.

Aquí los españoles y luego los tlaxcaltecas nos dejaron las cruces católicas justamente en los lugares sagrados de los indios con el afán de distraerles de sus creencias “paganas y diabólicas” y para tratar, por este medio de evangelizar y luego asentarlos en pueblos y encomiendas o también en ranchos.

También sabemos por los documentos de los archivos estatales, municipales y parroquiales que los nativos siempre fueron hostigados y también se les apresó para venderlos como esclavos en los fundos mineros de Zacatecas.

Decíamos que las “rocas empiezan a hablar” es porque de su investigación se deriva que nos empiezan a contar historias, ya que la presa de “Los Cochinos” data de principios del siglo XIX; que uno de los propietarios fue Antonio Morales, quien puso su nombre y el año: 1881.
También nos da información de la clase de ganado que en estas regiones fue introducido, pues hay cuando menos dos grabados con el motivo de vacas y toros de alguna raza desconocida en esas tempranas fechas.

De igual forma se pueden entresacar nombres de personas, tanto de hombres como de mujeres de la época (siglo XIX, XX y XXI) pues se dejaron una buena cantidad de recuerdos, unos amorosos, otros incluso pornográficos y algunos simples recuerdos, en los que invariablemente se agregaba la fecha en que se hacía el grabado.

Gracias a estos grabados -para nosotros no es más que los primeros vándalos que se atrevieron a borrar los símbolos antiguos por otros nuevos, ya sea de orden religioso o de propiedad y los encimaron sobre los petroglifos hechos por los nativos- decíamos que gracias a estos “petroglifos nuevos” nos enteramos que la familia de Josué y David Cárdenas, originarios de Nava, Coahuila, transportistas, fueron introducidos los Autobuses Anáhuac, (Anáhuac, por la ruta Sabinas- Anáhuac, N.L. en 1933), y al terminarse la carretera que une a Piedras Negras con Saltillo (1945) y luego la Ciudad de México; también de rutas regionales como los de la Región Carbonífera con la frontera y con localidades de la Región de los Cinco Manantiales; pues en las rocas de Piedra Pinta nos dejaron los dibujos de estos camiones de transporte de pasajeros, también sabemos que la compañía Autobuses Anáhuac logró la concesión nada más por 99 años.
Aunque no sólo en la Piedra Pinta sino que también en el Cañón de los Eslabones, las rocas sirvieron para promocionar candidatos de diferentes partidos políticos y de diferentes épocas a la Presidencia de la República, el primer caso del que tenemos referencia es un letrero solicitando el voto para el candidato opositor Miguel Henríquez Guzmán, mismo que le disputó la presidencia al Lic. Adolfo Ruiz Cortines en los años cincuentas del siglo pasado.

El candidato promocionado en esta serranía de Piedra Pinta fue nada menos que Adolfo Ruiz Cortines quien fue presidente de 1952 al 1958. No es el único aviso político en este apartado lugar. En febrero de 1913 fue asesinado el prócer, Francisco I. Madero González por orden de Victoriano Huerta en la Ciudad de México y aunque tarde la gente de Ramos Arizpe también se unió a la protesta por aquel artero asesinato. El señor Máximo Valdés, el 5 de mayo de 1913, dejó constancia de aquel hecho en una roca junto a la cortina de la Presa Los Cochinos y da fe de aquel llamado a la nación para que no se repitieran eventos tan trágicos como el del asesinato del señor Madero.

El letrero reza: “PATRIA, NO PERDONES LA INFAME TRAICIÓN DE 1913”, Máximo Valdés. Si algún lector sabe datos acerca del antes mencionado personaje o descendiente del mismo, favor de hacérmelo saber para dar los debidos créditos. Este letrero cumplirá ciento un años el próximo 5 de mayo de este 2014.

El letrero se grabó a setenta y dos días del asesinato de Madero y cuarenta y un días antes de esa fecha, fue firmado el Plan de Guadalupe en la Hacienda del mismo nombre, donde se desconocía a Victoriano Huerta.

Entre los nombres de poblados o comunidades podemos encontrar una que hace referencia a La Barca, Jalisco, se tratará de algún personaje que procedente de aquellos lugares dejó grabado aquí su lugar de origen.

Otros nombres de comunidades se refieren a localidades de estos rumbos como las Esperanzas, Reata (ahora General Coss), Santa María, y algunas otras.

Otro motivo grabado en diferentes momentos de la historia de Coahuila es el que se refiere a los fierros de herrar: Es frecuente que en nuestras correrías por estas sierras de Ramos Arizpe localicemos estas marcas de ganado sobre todo el caballar y el del ganado vacuno. Las tierras de estas localidades no son apropiadas para la agricultura, por lo que la vocación natural es la ganadería. Y aquí en Piedra Pinta se pueden encontrar fierros de muchas ganaderías del Sureste de Coahuila. El archivo municipal de Saltillo cuenta en su acerbo con un catálogo de los diferentes fierros y marcas de sangre, con lo que podemos identificar a los dueños de los ranchos y su marca de propiedad.

En fin, que una serranía como Piedra Pinta nos proporciona una serie de datos útiles para complementar la historia de Coahuila. Las rocas tienen información desde las etapas más tempranas de los primeros pobladores hasta los datos reciente del siglo XXI.

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