El pecado del poder

Fernando Ramírez López

Nada humano me es ajeno, expresó en su momento el filósofo francés André Malraux, no obstante el entramado noticioso en el mundo, nos deja perplejos por lo que aparentemente habíamos considerado inconcebible.

Así el comité de Derechos Humanos de la ONU denunció apenas el 5 de febrero, que El Vaticano -La Cúpula Mundial del clero católico- adoptó políticas que permitieron a sacerdotes violar y acosar a miles de niños a lo largo de décadas, criticando severamente las actitudes hacia la homosexualidad, la planificación familiar y el aborto, y pidió que se revisen sus políticas para asegurar que se protejan los derechos de los niños y su acceso a la salud; de tal modo señalan que la Santa Sede es responsable de aplicar tratados en todo el mundo, como el poder supremo de la Iglesia Católica a través de las personas y las instituciones puestas bajo su autoridad; fustigando el
código de silencio que adoptó para silenciar a las víctimas, y dijo que El Vaticano sistemáticamente privilegió la preservación de la reputación de la Iglesia y el presunto ofensor sobre la protección de los niños; ahí entendemos que el pecado es el error en el ocultamiento de estos hechos sucedidos.

Por lo que no concluye nuestro asombro cuando en la reunión de Davos, se le preguntó a Marcelo Giugale, director de programas de reducción de pobreza del Banco Mundial en África, sobre si el mundo en la actualidad se encuentra mejor o peor, perplejo explicó que la pobreza extrema consiste en el poder de compra de menos de 1.25 dólar por día por persona, explicando que ahora se está empezando a hablar no solamente de los pobres, sino de los que están inmediatamente arriba o alrededor de la línea de la pobreza, los llamados vulnerables.

Los poderosos, es decir el uno por ciento de la población dueña de la riqueza mundial, nos conduce a saber que vivimos en medio de la desigualdad mundial sin paralelo en la historia, es un resultado de la captura de los gobiernos por las élites económicas, que nos ha conducido a un terrible círculo vicioso: Entre más se concentra la riqueza, mayor es la capacidad de los beneficiados para acelerar el proceso; por lo que el mexicano Carlos Slim Helú es un ejemplo claro de los efectos negativos de la relación entre la conducta monopólica, la debilidad e insuficiencia de las instituciones legales y regulatorias y la desigualdad económica resultante; de tal forma que la desigualdad mundial se ha acentuado y su raíz es profundamente política, uno de sus resultados ha sido la erosión del contrato social entre los ciudadanos y el Estado.

Por lo hasta aquí expuesto, es poco explicable la satisfacción de Enrique Peña Nieto al anunciar la derrama de 45, 000 millones de pesos para Michoacán este 2014, cifra apenas superior al uno por ciento del total del presupuesto de egresos de la federación y más inexplicable es su alegría porque la agencia estadounidense Moody’s aumentó ayer su calificación de la deuda soberana de México, señalando una perspectiva estable por el impacto positivo que tendrán las reformas aprobadas en 2013 en los indicadores económicos, fiscales y financieros del país.

Destacando que el paquete de reformas estructurales aprobadas en el primer año de esta administración deben elevar el crecimiento potencial del país, además de reforzar la posición fiscal del gobierno en el mediano plazo, mientras que la Bolsa Mexicana de Valores cerró con un retroceso y todavía aún más es preocupante el crecimiento del desempleo y la inseguridad, misma que asedia a todo el país, de tal forma que las ciudades laguneras de Torreón y San Pedro se ubican entre las diez más violentas del país, siendo Oaxaca la que ocupa el Estado con mayores conflictos; estos datos son arrojados por el ranking del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal.

Por lo que si los señores del gran poder desean recuperar la credibilidad eclesiástica. Es necesario que El Vaticano piense en reformas mayores como el término del celibato que es en su modo anti natura y los gobiernos, además de los capitales multimillonarios del mundo sepan que ante un desastre generalizado ellos también serán víctimas del mismo; por lo que en el caso mexicano Michoacán, Oaxaca y Guerrero son los focos rojos de un sistema que ha pecado en la forja de un incremento inocultable de falta de credibilidad.

licfernandora@hotmail.com