Chilo, Richie, Chuy y “La Chopa”
fomentan la corrupción
Armando Montalvo Olivo.
Bastaron seis meses para que los alcaldes, Isidro López Villarreal, Jesús Durán Flores, Rodolfo Zamora Rodríguez y Ricardo Aguirre Gutiérrez, enseñaran el “cobre” en Saltillo, Arteaga, General Cepeda y Ramos Arizpe, para amasar riqueza y mayor poder al que ya ostentan.
Uno representante de Acción Nacional, y los otros tres del partido tricolor, en donde sobresale Ricardo Aguirre que se formó en las filas del PAN y por conveniencia y ambición se cambió al PRI, son los políticos que resultaron un fiasco para quienes votaron por ellos en el 2013.
El espionaje telefónico exhibió ante los saltillenses a López Villarreal de solapar todo tipo de triquiñuelas de sus funcionarios encabezados por su tesorero, Adrian Ortiz Gámez, su yerno Arturo Ferrer Bujons y a su hija Sofía López.
Áreas como Obras Públicas, Desarrollo Social, Protección Civil, Policía Municipal y la misma Tesorería, entre otras, observan indicios de actos de grave ilegalidad que atentan contra el interés público porque en este caso, Isidro López ha permitido acciones deshonestas que le han complicado el inicio de su gobierno.
Al alcalde saltillense, hasta su familia lo perjudicó, porque en su voracidad intentaron lograr contratos de servicios municipales que cobrarían a precio de oro. El problema de inseguridad va en aumento a pesar de que pregonan que los índices en este rubro van a la baja. El robo con violencia a negocio y al ciudadano común siguen a la alza.
No se diga los robos a domicilio, al negocio, a interior de vehículo, el robo de auto y a las instituciones educativas, cerrarán el año con cifras que dan miedo por una sola razón; no hay policías ni un plan estratégico para prevenir el delito, mucho menos para salvaguardar el patrimonio de quienes viven en la capital de Coahuila.
En el Ayuntamiento de Ramos Arizpe, el que salió más vivo para hacer fortuna es el alcalde Ricardo Aguirre, “Richie” porque de buenas a primeras se autorizó un aumento salarial de 68 mil pesos mensuales, tres veces más de lo que ganaba su antecesor Ramón Oceguera Rodríguez.
En este momento, Aguirre Gutiérrez, quien había encabezado la administración municipal hace años, representando a Acción Nacional, sigue sin consolidarse como un político de experiencia, porque muestra inmadurez en las decisiones para atender las prioridades de los ramosarizpenses.
A la fecha, sigue el rezago en el servicio de la recolección de basura, déficit de elementos en la corporación policiaca, fallas en el suministro de Agua Potable a pesar de que disolvió el contrato con Aguas de Saltillo.
Las deficiencias en el alumbrado público son un verdadero “dolor de cabeza” para la autoridad municipal, y no se diga la nómina “inflada” por recomendados de partidos políticos de oposición con quien Ricardo Aguirre tiene compromiso, ponen en números rojos a su administración.
Y si a esto le agregamos, el “secreto a voces” de sus mismos funcionarios que afirman que “Richie” adquirió una casa finca valuada en varios millones de pesos de pesos hace meses, y que actualmente remodela. El inmueble se localiza en pleno bulevar Plan de Guadalupe. Los vendedores de la propiedad son familiares de un comerciante dedicado a la elaboración de pan.
En Arteaga, Jesús Durán se tomó tan en serio la veda electoral que desapareció de la escena para dejar a su suerte a las comunidades de la serranía. Su actual administración es un desorden y sus funcionarios ya ni pasean por la Presidencia.
Incluso, familiares del alcalde recorren a diario este enorme territorio para regatear la comprar de terrenos a ejidatarios y solapar el clandestinaje de la venta alcohol. La única comunidad que le interesa al Presidente Municipal es San Antonio de las Alazanas, lugar de donde es originario, y además tiene sus comercios que le dejan dividendos económicos importantes.
Y esto no es todo, porque el alcalde fomenta la tala ilegal a lo largo y ancho de los cañones que forman parte de esta sierra, que al paso que va y con la depredación que alienta Durán Flores, pronto dejará de ser la “Siberia de México”.
En el municipio de General Cepeda, el célebre y ex presidiario, ex alcalde, Rodolfo Zamora, “La Chopa” camina por donde lo lleva la marea. Ni se mortifica ni se acongoja. Cree que por su padrinazgo político de su pariente, el diputado local, Víctor Zamora Rodríguez, puede hacer y deshacer en su administración.
Su mala manera de manejar los recursos y la desorganización que existe en el Ayuntamiento, coloca a su municipio en el primer lugar con el mayor número de comunidades que carecen de infraestructura de todo tipo y no se diga la pobreza y analfabetización en sus habitantes.
Es lamentable, pero hay comunidades olvidadas por los tres niveles de gobierno, donde sus habitantes no reciben en años algún apoyo de programas como de despensas, apoyo agrícola, becas de educación. Viven en el total abandono ante la negligencia de su edil, Rodolfo Zamora.
Si alguien tiene alguna duda del olvido en que se encuentra General Cepeda, sólo tiene que acudir a la misma cabecera municipal y constatar el deterioro en que se vive en esta comuna carente de inversión y de proyectos de largo alcance.
Isidro López, Jesús Durán, Rodolfo Zamora y Ricardo Aguirre, se ven incapaces de dar indicios de que quieren mejorar las condiciones de sus municipios. Los intereses personales son el común denominador de estos cuatro ediles que afectarán el crecimiento de la Región Sureste en los próximos años. Triste realidad política…
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