Peña Nieto negoció con EEUU el agua, la educación, los energéticos y la salud
Peña Nieto aun antes de asumir el cargo, según Julián Assange, comprometió por medio del Tratado
“TISA”, la privatización de los energéticos y el agua, recursos nuestros. |
Augusto Hugo Peña Delgadillo.
En el 2012, aún antes de las elecciones para presidente, Enrique Peña Nieto entró en negociaciones con EEUU sin consultar con el pueblo, el que lo aceptó como presidente aunque su llegada a Los Pinos haya sido poco transparente y muy plagada de irregularidades, las que rayaron en lo que la mitad de los mexicanos, percibe como fraude electoral: decíamos que este gobierno mantiene negocios en lo oscurito con EEUU; negocios tan importantes y graves para el futuro de nuestro país y de los mexicanos, que vale la pena comentar de donde salió esta noticia.
Julián Assange y el canciller del Ecuador, Ricardo Patiño, participaron en una videoconferencia en la que se trataron asuntos relacionados: 1.- Con la privatización abrir a la inversión privada, nacional y extranjera- de los servicios de la extracción y distribución del agua nacional. 2.- La liberación del sistema de educación para acoplarlo a las necesidades de las grandes empresas de todos los ramos, sobre todo el de energéticos. 3.- liberalizar los sistemas financieros con el fin de que cualquier banco del extranjero, pueda abrir sucursales en el país asociado. Y 4.- Reformar las leyes energéticas constitucionales, para que EEUU acepte como “socio preferente” a México. Esto último no se menciona pero es lógico que a Peña Nieto, a cambio, lo aceptaron como presidente legítimo aún sin serlo, a condición de unirse a la iniciativa de EEUU y sumarse al Plan del Acuerdo Comercial ´TISA´, al que otros 49 países sometidos a los designios de EEUU- pertenecen.
Todas las reformas que Peña Nieto, el PRI, el PAN, el Verde Ecologista y parte del PRD, llevaron a cabo y las que pretenden hacer con estas leyes secundarias que se están negociando, también en lo oscurito pero de cara a las cámaras de diputados y senadores, totalmente sumisos a los pedidos del ejecutivo, con una genuflexión vergonzante y ruin, obedecen al compromiso de Peña Nieto con EEUU con el fin de que lo aceptaran, primero como candidato y segundo como presidente legítimo de México. Algo similar le ofrecieron a Fox y lo aceptó, también a Manuel Camacho Solís y él dice, dice él, que lo rechazó, lo remarco porque me reservo algunas dudas. Esto nos pinta a un Peña Nieto como presidente de México, impuesto y condicionado por los designios de Washington.
Según la red Internacional de Servicios Públicos (PSI por sus siglas en inglés), los países involucrados con la iniciativa del Acuerdo de Comercio y Servicios ´TISA´ -como la iniciativa Mérida impuesta a Calderón por EEUU-, son los siguientes países: Australia, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Estados Unidos, Hong Kong, Islandia, Israel, Japón, Liechtenstein, México, Noruega, Nueva Zelanda, Pakistán, Panamá, Paraguay, Perú, Corea del Sur, Suiza, Taiwán, Turquía y la Unión Europea, la que engloba a 28 países, los que en su mayoría son una especie de socios de EEUU, y al resto, México entre ellos, nos invitan solo como su servidumbre, si no fuese así, ¿entonces por qué Peña Nieto tiene que negociar en lo oscurito el ´TISA´?... ¿qué le avergüenza, por qué oculta?
Lo grave, triste y lamentable para el pueblo de México es, enterarse por Julián Assange, de todas y cada una de las trapacerías que este gobierno perpetra a sus espaldas; y que el presidente y sus secretarios, esgriman un discurso contrario a la realidad, nos indican que los recursos de México, gas. Minas, petróleo, aguas nacionales y tierra, para el extracción del gas shale o lutitas, los están entregando violando flagrantemente nuestras Carta Magna- a una oligarquía nacional ligada a trasnacionales de EEUU, Canadá, Israel y Gran Bretaña, a cambio de que EEUU y sus aliados acepten como legítimo a nuestro gobierno, y por ello y no por otras causas, es la fiebre urgente que Peña Nieto tiene por contra reformar nuestra Constitución, con el fin de que este sistema de gobierno, a todas luces, entreguista y apátrida, prevalezca hasta que nuestros recursos naturales más valiosos, los energéticos y el agua, sean totalmente privatizados y pasen a manos de la oligarquía, la plutocracia y a empresas multinacionales. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
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