El rey no ha muerto, “andó” de parranda y ahí quedará

Adolfo Olmedo Muñoz.

Entre los caprichos onanísticos del sedicente obispo de Saltillo, Raúl Vera López; los bisbiseos del sistema para que sus esquivas contrapartes (PAN y PRD) aflojen… la tensión política, y den paso a la discusión de las leyes secundarias de las reformas política y energética, y la paralización del orbe por la celebración del campeonato mundial de futbol en Brasil, ¡en la madre! patria, España, se barrunta la “desmadrolina” (una contribución de la lengua mexicana al idioma castellano y que se refiere a algo más allá que la tremolina callejera) luego de que, de súbito anunciara el Rey Juan Carlos de Borbón, su abdicación a la corona española en favor de su hijo, Felipe VI Príncipe de Asturias, lo que ha dejado súpito al vástago a mediados de una “importante” ceremonia, de cambio de poderes en uno de esos países latinoamericanos con los que desde hace ya muchos años España ha estrechado relaciones.

La muerte de aquel que dos días después del fallecimiento del dictador Francisco Franco en 1975, ascendiera a la corona de España y quien restituyera la monarquía, con visos de una democracia vitalizadora, luego de 39 años, deja un país encrucijado, más allá del impacto de la crisis económica y de los escándalos palaciegos de los que destacan las tropelías e ilícitos del yerno incómodo Iñaki Urdangarín, sin descontar los dispendiosos y extravagantes excesos del propio monarca abdicante.

El reto mayor se barrunta como tormenta, aunque con grandes visos de poderla sortear, merced a la publicidad que se desplegará en los próximos meses, donde el mundo entero estará más pendiente del balompié que de la furia catalana, que, independientemente de las espontáneas movilizaciones que se han suscitado de inmediato en toda España, pidiendo un referéndum para preguntarse si ha de tornar esa nación ibérica, de la monarquía hacia una democracia representativa, ellos, los catalanes han fijado ya una fecha “oficial” para un evento de esa envergadura, para el próximo 9 de noviembre, con lo cual, se ha abierto tácitamente una campaña política por el gobierno de España.

A menos que la movida del tablero político, por parte del Rey Juan Carlos, se haya previsto para un rápido cambio de poderes y la ascensión al trono de España por su hijo, Felipe VI, sea en los próximos días o cuanto más en unas semanas.

Se tratará de una lucha de estrategias que lamentablemente tendrán más ruido que nueces, pues el tema no es despreciable, si se debate la posibilidad de modernizar la estructura de un estado, con nuevas perspectivas políticas que incluyan, no sólo modernos mecanismos de manejo de sociedades, sino que prevean el futuro de una nación que ha sido -querámoslo o no- un destacado referente en el devenir histórico de la humanidad.

No se trata de “pedir la cabeza” del régimen monárquico; tendrían que llevarse también entre la guadaña, a la corona inglesa que ha sido mucho más perversa y plena de escándalos.

Como tampoco debería ser una tormenta en un vaso de agua este asunto. Si se es congruente, la gran mayoría de los países en el mundo se han confesado partidarios de la autodeterminación de los pueblos, pues velemos porque la publicidad no corrompa un proceso de suyo interesante e histórico. Que los mercaderes de la desinformación no especulen en detrimento del orden público de un país. El reto es para Felipe VI: recuperar la legitimidad de la monarquía, acotándola adecuadamente.

En otro orden de ideas se desarrolla el “jueguito” que los partidos PRD y PAN han venido montando, tomando como pretexto un “in pase” durante el desarrollo del campeonato mundial de futbol. El guiñol no deja de ser un despliegue de cinismo, pues ellos seguirán cobrando sus muy “obesas” dietas, sin hacer nada más que rascarse la urticaria de las bolas redondas del “footbol”. Plan con maña nos parece, pues ambos partidos, han resentido sacudimientos internos, por lo que todo parece indicar que, este tiempo en que los “abanderados” de la patada muestren sus límites en esa justa internacional, las facciones cambien su discurso por las patadas… de otros, los seleccionados del “Piojo”.

De vuelta a la aldea

En cuanto a la alusión del obispo saltillense Raúl Vera, creo que su protagonismo enfermo, lo coloca endémicamente en “fuera de lugar”. No requiere de quién lo cuide, pero tampoco de quién “lo pele” (ojo, no confundir con la leyenda de Edson Arantes do Nacimento).

Y hablando de otra basura, pero sin sotana, aunque debería contar con otro “modelito”, el de camisa de fuerza. Se trata de la más pe… ligrosa y estúpida idea que se dio a conocer recientemente. Días antes de que se hiciera “oficial” por la tradicional vía de los bobos, los periódicos locales, trascendió en algunos de los mentideros cuasi ocultos de los chismes aldeanos, que el “inteligentísimo” alcalde de esta ciudad, tiene la apestosa intención de retirar de entre otros servicios del ayuntamiento, el de recolección de basura, para colocar en cambio grandes colectores de los cientos de toneladas de desechos que se recolectan diariamente en esta mega ciudad que, como dijera un cómico de la lengua (SIC), no es como Nueva York (nada que ver… “Saltillo es… Otra “cosa”).

Esta “cosa” no cuenta con edificios de más de cuatro pisos, que a diferencia de los rascacielos habitacionales de aquellas urbes, donde se ha puesto en práctica la recolección por medio de contene- dores. Ahí es un muy cuerdo procedimiento, pues se imagina el sube y baja de los estibadores que recolectan la basura, para ir por los desperdicios de los inquilinos del piso 20. Es obvio que ahí, toman decisiones funcionarios públicos con una ética profesional de servicio público; que saben lo que hacen, luego de hacer serios estudios y análisis de diferentes posibles escenarios.

Aquí por lo que se ve, se sigue ejerciendo la política y la adminis- tración de la cosa pública por absolutos ineptos, y uno que otro de reducido coeficiente mental. En un simple ejercicio mental, ¿podríamos imaginarnos que la “gente bonita” y la población en general, va a ir, aunque fueran una o dos cuadras cargando sus bolsas de basura, para darle gusto al improvisado edil?

¿Qué habrán de decir ¡y hacer! aquellos “suertudos” a los que les tocaría tener frente a su casa habitación un gran contenedor pleno de apestosa basura?

¿Estará dispuesto el flamante e “inteligentísimo” alcalde, en que le coloquen, por lo menos uno de esos contenedores enfrente o al lado de su casa?

El asunto es realmente grave, no sólo por los espantosos focos de infección que se estarían incubando por toda la “limpia ciudad de Saltillo”, si se llegan a poner esos contene- dores. Creo que en muchos años no había oído de una idea tan estúpida como esa. Por lo tanto, he de hacerme creer que todo es un “borrego”, que no hay nadie tan idiota como para ejecutarla, y que todo es una ola de rumores para seguirse cebando, mofando de la estulticia de un junior en la política.

Aunque, antes de cerrar este comentario, debo advertir a los lectores de otras ciudades, algunas de ellas “megalópolis”, que desde luego hay muchos, pero muchos lugares donde es pertinente y apropiado seguir ese tipo de recolección de desechos, pero en Saltillo ¡NO!. Y solo esperamos que no salgan con la batea… de que pagarán antes, grandes sumas de un dinero que no les corresponde. Para llevar a cabo “un estudio”… lo cual es muy propio de los improvisados panistas.

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