Buitres carroñeros

Fernando Ramírez López.

Apenas aprobadas las reformas estructu- rales por la actual legislatura, aparecen en la escena pública nacional con picos de buitres afilados en busca de carroña para incorporarse en la búsqueda de oro negro con los cambios energéticos recientemente anunciados, figurando apellidos como: Ramírez Corzo, Gil Díaz, Cañedo White, Azcárraga, Oteyza, Ruiz Sacristán, Lozoya, Reyes Heroles, Kessel, Córdova Montoya, Garza Cantú, Yañez y Marcos Issa, todos involucrados en diversas posiciones gubernamentales en los últimos sexenios.

La fiebre del petróleo y los fieles salva- guardas de sus propios intereses y de los extranjeros, fieramente acechan para acabar con los restos de un México herido por la pobreza, la concentración de capital, la delincuencia en plenitud, el desempleo y la incapacidad gubernamental para llevar el país como barco a buen puerto.

Ante todo esto, cínicamente Carlos Salinas de Gortari declara a los medios de información, que 1,555 empresas paraestatales que existían en 1982, al primero de diciembre de 1988 había 618 y al término de 1993, el gobierno ya sólo administraba 258, de las cuales 48 estaban en proceso de desincorporación, casi vendieron todo. Nada los satisface, el hambre por tener más negocios lucrativos y el lacayuno servicio al capital extranjero los hace olvidar las necesidades de un país que se debate entre la violencia criminal, la inseguridad pública y la pobreza.

Sin rubor alguno la Secretaría de gobernación emite un boletín en el que da a conocer el acuerdo para el apoyo federal a la seguridad de Michoacán, firmado por el gobierno de la república, el gobierno de Michoacán y las autodefensas, que no son otra cosa que grupos civiles armados al margen de la ley y muy probablemente con otra actividad al servicio de la delincuencia.

Es vergonzoso el panorama nacional cuando se desplaza de su actividad al gobernador del Estado Fausto Vallejo y se nombra a un coordinador nacional y a un gobierno alterno de funcionarios del centro. Todo queda en el olvido hay que explotar inmisericordemente al país sin importar que suceda, después de todo somos subdesarrollados y giramos en torno a la órbita imperial del dinero internacional, por eso vinieron a Toluca Barack Obama y Sthepen Harper a darle indicaciones al presidente Peña de cómo hacer las cosas.

En el mismo sentido, después de casi veinte años de la firma del TLCAN y el asesinato de Luís Donaldo Colosio en marzo de 1994, el aparente asesino Mario Aburto declara que él es un chivo expiatorio y que el verdadero asesino fue Ernesto Rubio Mendoza, un hombre de facciones muy similares, pero asesinado el mismo 23 de marzo de ese año en un taller mecánico denominado Autoservicio Azteca. Yo no maté al licenciado Colosio -declara- a mí me intimidaron de que iban a matar a mi mamá, a mi hermanita de nueve años y a mí, si no me hacía pasar por el verdadero responsable. Salinas de Gortari abunda -Colosio muere en Tijuana- todo se dio en medio de un enrarecimiento del clima político derivado del levantamiento zapatista, del protagonismo cada vez mayor del hoy Senador Manuel Camacho Solís, en esa época comisionado para la paz en Chiapas, a esto hay que añadir los errores y omisiones que se cometieron en el curso de la investigación sobre la muerte del candidato, lo cual generó grandes sospechas entre la población en torno a la versión oficial del asesino solitario. Extraoficialmente se ha señalado la existencia de un complot gubernamental detrás del crimen y la idea de que éste tuvo como objetivo frenar una corriente de cambio dentro del PRI y un reacomodo de las estructuras.

Lo cierto es, que Colosio recibió no uno sino varios impactos de bala y de acuerdo a las declaraciones del líder social Ramiro de la Rosa, a Colosio ya Salinas le había pedido la renuncia a la candidatura del PRI, y Lomas Taurinas fue el quinto intento para quitarle la vida, en el cual finalmente acertaron los asesinos.

Así es este país, se mueve entre teorías elaboradas exprofeso a situaciones casuísticas y una burguesía devoradora en franca alianza con un gobierno -como el actual- secuencia de los que le antecedieron, siempre al servicio de los dueños del poder y el capital, pareciera ser que este círculo vicioso de la pobreza no terminará nunca por acabarse y el Tratado de Libre Comercio es una prueba de esto; ya que la mentira y la demagogia son los cimientos de la comunicación del Estado y la avaricia y el enriquecimiento ilimitados han roto con todas las barreras morales, hasta llegar al crimen, a la prebenda e incluso a la entrega de México a intereses aviesos de un poder que no va destinado para el beneficio de las grandes mayorías sociales, sino de la gran burguesía, miembros de una casta que sólo ve su beneficio personal. Que terrible vivir en un México herido, cuando apenas hace unos años se predicaba la justicia social, todos somos culpables por una cobardía social generalizada.

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