Más escuelas y menos cárceles
Fidencio Treviño Maldonado.
Los llamados CERESOs, centros de readaptación social o sea simples cárceles y otros enjuagues, siguen siendo jugosos negocios para los directores y encargados de cada uno de los más de doscientos que existen, algunos chicos, otros de extrema seguridad y vigilancia, todos al tope y con la corrupción que espanta. Son en su mayoría un Estado dentro de otro Estado y con miles de inocentes que su único y desgraciado delito es no tener dinero, inclusive desconocer las leyes y no hablar español.
Cada año lo que se destina del presupuesto para educación es el 12 % y sin duda es un rublo muy importante, hace apenas 15 años era el 4%, sin embargo este dinero presupuestado se destina a sueldos de los casi dos millones de trabajadores de la SEP, y poco o nada para construcción de nuevos centros de estudio ya que es tarea de cada Estado, y en ocasiones también los municipios participan aportando el terreno, en caso de un nuevo centro educativo.
Según Amnistía Internacional y Derechos Humanos, en las cárceles del país hay 358 mil personas encerradas, de las cuales 87 mil aun no reciben sentencia y según la secretaría de Gobernación son 274 mil los que están en los CERESOs cumpliendo alguna sentencia. Hace apenas 15 años eran un porcentaje muy bajo los presos por delitos federales, es decir de cada 10, 2 eran por delitos federales (droga, narco, secuestro, crimen organizado, posesión de armas, etc.), el fuero común, era el común dominador, ahora ya está pareja y de 10 reos, 5 son por delitos del orden Federal, la mujer se está equiparando con el porcentaje de los varones.
Ante esta avalancha de reos en todas sus modalidades se crearon varias cárceles de máxima seguridad y con reglas distintas a los demás CERESOs, sin embargo de nada o poco ha servido esto, ya que los motines y fugas son el pan diario en muchas cárceles. Aun persisten fiestas y privilegios para quien pueda pagar, hasta hace poco el mayor porcentaje de llamadas intimidantes provenían de alguna cárcel. Al pueblo le cuesta mucho mantener un preso, ya que es más de un salario mínimo actual por cada uno y son pocas las cárceles que tienen algún taller o los reos se ocupan en algo.
Por años el descuido, la indolencia y dejadez en la educación, por parte de autoridades, líderes y profesores, incluyendo padres de familia, dejaron que se cayera a pedazos, en las escuelas y según el plan de estudios se excluyeron materias importantes como civismo, historia, geografía y se empeñaron a que el escolapio aprendiera aritmética (matemáticas) y lenguas (español) ¡ha! también inglés como materia importante ¿para qué...?, en parte para hacer que el joven al terminar la secundaria buscara una carrera corta y entrara a un Cebeta, Cecatis, Cebatis, Cecytec, etc. Y en dos o tres años (el joven ya con 18/19 años) carne de fusil listo para una maquila o dependiente en alguna tienda de autoservicio, es decir hacer trabajadores para empresas extranjeras, simples operarios que ante el inoperante sistema económico nacional, nuestra “boyante” economía no podía y aun no puede dar empleo a esta cadena de producción que nuestras universidades y centros tecnológicos paren cada año.
Hace aproximadamente 15 años a nadie le importó que millones de niños dejaran la escuela o en el peor de los casos nunca asistieron, niños de la calle, que incluso el Presidente Vicente Fox les invitó un almuerzo para la foto (año 2000), ahora los CERESOs están llenos de ellos, y como nuestra clase gobernante -ni previene, mucho menos remedia, como tampoco alivia ni evita - aquí sale más caro el caldo que las albóndigas y todos con el parto de cuates y atravesados y, mientras los pudientes construyen bardas de protección en sus aldeas, la clase gobernante inventa reformas carcelarias, y la sociedad, o sea Juan Pérez, seguimos con el Jesús en la boca y rosario en mano, por aquello de la maldita corrupción, en donde miles de jueces que a diario sueltan por ahí a algún criminal y su libertad se da por causales $$$, y desde luego con el argumento de siempre “Estuvo mal hecha la averiguación penal.”
Sin duda seguimos en el país del nunca jamás con juicios orales decretados desde hace muchos años y es fecha que no se llevan a cabo. A la pregunta que le hice a un Juez sobre estos mentados juicios me respondió: ¿dónde encontramos un jurado justo...?, y como no tengo la costumbre de quedarme callado en mi pendejismo galopante, le contesté: -se dará cuando exista un sólo juez justo e incorruptible en el país. En parte tal vez sea mejor invertir en cárceles que en escuelas, esto por así convenir a la clase gobernante.
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