El periodismo servil ante EEUU
Enrique Krauze Kleinbort, un mal periodístico al que hay que erradicar
de los medios masivos. *Desde sus inicios como historiador y periodista,
sólo se ha destacado como un sirviente de Israel y de EEUU. |
Augusto Hugo Peña Delgadillo.
Los que escribimos en nombre de los sin voz, probablemente lo hacemos arbitrariamente, esa percepción es de mucha gente que opina en el sentido contrario a los comentaristas que hacemos llegar nuestros escritos a probables lectores con el fin de denunciar o esclarecer algunas noticias que la prensa tradicional -periódico y televisión- difunden por mera consigna y al servicio de intereses muy ajenos al interés general. Noticias en los medios, son miles y la mayoría de ellas son falsas o inducidas para que el lector sea mal o medianamente informado.
En los medios informativos nacionales destacan Televisa y TV Azteca como entes dedicados a mal informar y a inducir al lector o televidente a creer que lo leído, oído o visto es la realidad; de ahí que el pueblo de México sea uno de los más mal informados de las realidades que acontecen en nuestro país y en el mundo. Enrique Krauze tiene reputación -mala reputación según mi percepción personal- de periodista e historiador; por ejemplo: recientemente ha escrito en algunos medios que el conflicto de Venezuela tiene el tufo similar al conflicto entre la sociedad y el gobierno de Díaz Ordaz, cuestión absolutamente irreal y desviada de la verdad, me explico:
Díaz Ordaz tenía enfrente la olimpiada de 1968 y al mismo tiempo había protestas estudiantiles, las que a partir de junio del 68, incomodaron al presidente y pusieron en entredicho a su gobierno, por haber reprimido las manifestaciones en lugar que encontrar los medios de negociar los reclamos. Esto ocasionó, entre junio y julio, que las represiones se tornaran violentas, al grado que hubo entre muertos y desaparecidos una treintena de protestantes, y esta brutal represión desembocó en marchas más grandes y mejor organizadas ya no sólo por estudiantes si- no por maestros y padres de familia, cosa que lamentablemente desembocó en la matanza de Tlatelolco en 1968, asunto grave del que se escribieron muchos libros y se expusieron varias películas.
En cambio, el conflicto en Venezuela es una provocación inducida directamente por EEUU para desestabilizar al gobierno, y así hacerse de las reservas petroleras del Orinoco, las más ricas del mundo, después de las de Arabia Saudita; Washington financia a mercenarios venezolanos y extranjeros con ese fin y, para apoyar a la contraparte política venezolana, la que es de corte derechista proclive a EEUU. Estos hechos nos llevan a pensar, con alto grado de certidumbre, que Enrique Krauze K., conocido por sus detractores que son muchos, como (KK), es un agente al servicio del imperio norteamericano, su condición de judío y socio de Televisa, le facilita publicar todo aquello, cierto o falso, que beneficie los intereses de EEUU, aunque muchos de sus escritos, sean contrarios a los intereses de México, ¿por qué no de Venezuela?
Creo que con el ejemplo de este fulano apellidado Krauze Kleinbort, podemos valorar el poder de los medios y el daño que los mismos ocasionan a sus lectores, porque nada es más dañino para la juventud que la desinformación o las mentiras presentadas como verdades, ¿quién es Krauze?
Para los que conocemos las tripas de la política local e internacional y valoramos el peso de la Mass media , Enrique Krauze es un personaje del medio cultural mediocre mexicano, que desde sus inicios ha intentado destacarse como intelectual sin serlo, más bien es una suerte de cizaña o mala yerba que crece al amparo de los intereses de grupos específicos, el de la judería entre esos; es un miembro de organismos estadounidenses que tienden a apoderarse del poder de México y otras naciones, para garantizar sus intereses, no los de nuestro país, por ello lo veo como un enano de las letras y un apátrida, porque amén de que su familia -la materna y paterna- han recibido de nuestro país y de los mexicanos, un trato fraternal y favorable para su desarrollo socioeconómico excelentes, traiciona los principios del buen agradecimiento hacia sus benefactores, de ahí que sus detractores, -el que esto escribe entre ellos- lo vemos como un traidorzuelo y un mal mexicano. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
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