LA MUERTE
Oliverio Ascascius
La muerte nos mira, nos observa,
nos asecha, nos espera.
La muerte nos sigue, nos huele.
Camina a nuestro lado, nos desea.
Es como una sombra que nos arropa, nos moldea.
También nos hace falsos cariñitos, nos engaña.
De repente le brillan sus ojillos,
prepara su guadaña…
falsa alarma.
Solo fue un dolor pasajero,
una comilona que nos tapó las arterias
una bala perdida que casi nos da en la cabeza
una terrible borrachera que nos dejó tirados.
Algo de fiebre... no pasa nada.
Pero ahí sigue, asechando como un buitre
somos su delicia, su plato predilecto.
Es una caníbal que nos come
que espera, que se impacienta
que nos pone trampas
invitándonos un cigarrillo
o nos alienta a lanzarnos por el bungee.
Tírate, tírate!, nos dice la perversa.
Mientras, nos toma las medidas
y nos separa un lugar en el cementerio. |