Alcalde “muerto de hambre”
Isidro López Villarreal es el tercer miembro de la familia López del Bosque que se ha convertido en Presidente Municipal de Saltillo en los últimos 22 años por la vía de la concertacesión. Los otros dos: Rosendo Villarreal Dávila (tío de Isidro) y Manuel López Villarreal (hermano de Isidro). Pero ninguno de estos plutócratas puede presumir de honestidad, capacidad, cultura, preparación, conocimientos, pues “son tan pobres que sólo tienen dinero”.
Hasta ahora el más corrupto de los tres es Rosendo Villarreal. Como Alcalde se robó lo que quiso y endeudó al ayuntamiento sin la aprobación del Congreso. El saqueo lo repitió en la dirección administrativa de Pemex, de donde fue despedido luego de haber sido investigado por tráfico de influencias y ordeña de los ductos de combustible.
Manuel fue un alcalde inútil, sin capacidad ni talento que llegó a creerse el Mesías coahuilense. Pero su mentalidad no llegó a más y pasó por la alcaldía sin pena ni gloria. Para Saltillo su “gobierno” fueron años perdidos.
Pero desde ahora Isidro se revela como el peor de los tres, pues en sólo cuatro meses de “gobierno” municipal -el junior de 58 años- se ha destacado como un ignorante, incapaz y “muerto de hambre” (todo se agandalla), de los que aborrece su compañero panista Luis Fernando Salazar.
Las únicas obras que Isidro ha realizado, es pintar de azul el nombre de Saltillo en las entradas a la ciudad y las bancas de los parques de las colonias. Otras de las grandes acciones de Isidro fueron: aumentarse el sueldo de él y de su equipo de buenos para nada, y darle puestos municipales a sus parientes, entre ellos a su cuñada, Astrid Naranjo, que sin conocimientos ni méritos la contrató Isidro con un sueldo mensual de 200 mil pesos.
Para financiar el ingreso de sus parientes y amigos (otros igual de “muertos de hambre”), Isidro despidió a más de 300 empleados municipales. También con dinero del ayuntamiento se regaló unas vacaciones a Austin, Texas y luego a Colombia, acompañado de un séquito de 25 personas.
Pero lo peor: Isidro no tiene proyecto ni sabe qué hacer para resolver la problemática saltillense. El nomás sabe jugar golf. ¡Pobre Chilito!
contacto@elperiodicodesaltillo.com |