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el periodico de saltillo
Mayo 2014, No. 303


El arte solito se defiende


José Luis Carrillo Hernández.

Muchos saltillenses se cuestionaban el origen de aquellas luces, algunos nos preguntábamos qué santo celebrarán los católicos con tanta estridencia si no es 6 de agosto, ni día de Francisco de Asís, mucho menos 15 de septiembre, fechas que se reúne el pueblo de a pie, garnachero y obeso, que acude a estas concentraciones sin más cultura que la que les brinda Televisa, Azteca 13, y la cultura chatarra oficial.

Fueron miles de luces de la pirotecnia que acompañó al gobernador a inaugurar otro gran derroche de recursos, en otra de esas tristes y pobres muestras que mal se realizan en aras de la fama y el mercadeo del arte, exposiciones ya con tufo de dudas y oportunismo para sangrar el erario público.

Sin demérito de quien en realidad tiene un trabajo escultórico, la muestra Crisol de Sueños que ocupa los corredores de la Plaza Ateneo, en su mayoría son trabajos improvisados que nadie compraría si no tuvieran un fin, éstas pertenecen a una colección, la de la Fundación Artística Velasco, de la que los organizadores nos dicen consta de 400 piezas que van del pequeño, mediano y gran formato, de las cuales once componen esta limitada muestra, que sin un discurso que genere atracción al peatón son antepuestas en su camino.

Grandes y estilizados mamarrachos de pintores o grabadores que no tienen oficio de escultores, pero al ser hoy las vacas sagradas del gran arte, cualquier garabato es justificado en aras del contemporanismo ramplón y sin contenidos con una idea meramente pretenciosa, bajarle la lana de cultura a los estados, para eso cuentan con su secuaces burócratas y corredores que enquistados en CONACULTA y las dependencias estatales de cultura quienes venden y promueven la idea de la grandiosidad de dichas exposiciones para el lucimiento del gobernante, pero ¿ante quién se luce y queda bien el gobernador? si el 99 % de los peatones no entienden ni les interesa entender a un Alberto Castro, por la sencillísima razón que no le dice absolutamente nada, al contrario parecen barricadas y trincheras de metal para impedir el libre paso del peatón.

Entendemos que la clase política poco sabe y mucho menos entiende los lenguajes del arte, mucho menos el conceptual pues esto es como aprender a leer y a escribir, primero hay que chutarse el abc luego deletrear y después leer o escribir, de lo contrario se corre el riesgo de no entender nada de lo que ve o escucha, por ejemplo, confunden lo bueno con lo bonito y lo peor, hablan y deciden sobre un tema que no está en su estuche de monerías, afectando con su vana pretensión a un sector muy sensible, quizá el más sensible de la población: el de los creadores junto a toda la población misma que en aras de ellos se gastan y se gestan grandes sumas de dinero cuyos beneficiarios son parte de un sistema de influencias y complicidades organizadas, de tal manera que asaltan los presupuestos de los estados dedicados a la cultura con este tipo de exposiciones, de las cuales ya llevamos varias.

Muy desafortunadamente toda actividad del gobierno tiene como prioridad la política y en ella amplísimas preocupaciones electorales, que es el caso de nuestros gobiernos, el estatal y el municipal, al primero le urge conservar mayoría en el Congreso de Estado y con ello poder controlar mejor su transición y no ser auditado, al segundo le interesa avanzar en sus posiciones rumbo a la gubernatura, el Congreso sería una buena arma de amarre en esa dirección algo así como moneda de cambio, en este sentido exposiciones como la señalada hacen ver doblemente ignorantes a los organizadores, por un lado no jalan votos sino al contrario hacen que se pierdan, por el otro unas mafiecitas agotan el presupuesto con el señuelo del gran arte.

El gobernador debiera ponerles atención pues la inversión de recursos públicos para cultura está quedando en contadísimas manos, los promotores de estas moles, los transportistas y las aseguradoras son los ganones, mientras que la cultura local sufre el desprecio de esta nueva forma de gobernar, ya no son atendidos cuando menos como en el gobierno de la gente, es más se están tiñendo de azul ya que sus operadores ni saben de cultura ni de política, puros simuladores, amigos improvisados y parientes sirviéndose de la cultura.

Desconocemos cuales son los criterios y políticas, así como el aparato logístico y publicitario del gobernador para que éste autorice y acuda con tanta estridencia a inaugurar algo que seguramente tampoco entiende, no sabemos si son compromisos que adquirió con CONACULTA y con ello comprometido el poco recurso que se destina a la cultura, pero ¿acaso ese recurso no es para los coahuilenses?, ¿acaso piensan que en verdad el discurso amplísimo que se usa, para justificar el arte contemporáneo, lo convierte en arte.

No señores y señoras burócratas, los garabatos jamás serán arte, el arte no se demuestra, simplemente se gesta y se muestra, y todo aquel rasgo será eso y nunca una obra de arte, por más que cotice en los principales mercados del mundo, ya que el verdadero valor del arte está en los elementos estéticos que contiene y la sostienen como una auténtica obra de arte. Aprendamos a ver las cosas en su justa proporción, y si hay una relación entre el concepto y el objeto nadie está obligado a entenderlo sólo hay que verlo, el resto dejémoselo a la obra y si es arte, solito se defiende.

tierra_2013@hotmail.com

 
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