El Ateneo Fuente, proyecto liberal juarista
José Luis Carrillo Hernández
La Universidad autónoma de Coahuila es una institución que históricamente a pasado por varios procesos políticos y académicos, desde su génesis que se da con la creación del Ateneo Fuente, donde además de bachillerato y secundaria se generan estudios profesionales, que convertidos después en escuelas dieron lugar a la conformación de la Universidad. Primero fue la carrera de Farmacia, la que da origen a la hoy Facultad de Ciencias Químicas, y que por estos días es desafortunadamente víctima de la ineptitud política de su directora y de la incompetencia y deshonestidad de quienes la antecedieron en la dirección de la Facultad. Posteriormente fue la carrera de Jurisprudencia que a la postre se convertiría en escuela y luego en Facultad, entre muchas más que cobrarían vida en sus espacios,
Poca gente sabe que el Ateneo Fuente es un proyecto liberal nacido del juarismo, cuyo propósito era llevar educación media y superior de excelencia y laica sin tener que pasar por los seminarios católicos que en esa época eran los que impartían bachillerato y profesional, lo cual sin duda alejaba a la clase media y más a la baja de la educación. Hombres como el Lic. Juan Antonio de la Fuente y el Gral. Andrés S. Viesca, entonces gobernador, entre otros liberales de su tiempo, estaban decididos a darle al estado una institución capaz de ser el recinto que albergara los espacios donde la juventud estudiara y aprendiera de manera laica.
Expedida la Ley de Instrucción Pública del Estado, en su capítulo III, artículo 13, dispone la creación del Ateneo Fuente que debe su nombre a la Diosa griega de la Sabiduría y la Guerra: Atenea, y en homenaje post mortem al Lic. Juan Antonio de la Fuente.
Hoy a casi 150 años de su creación, el Ateneo Fuente sigue siendo ese espacio de inspiración humanista y liberal donde estudia la juventud de la clase media y baja que tiene aspiraciones y el derecho de mejorar, aprender y tener oportunidades como la juventud de la clase alta, que en aquel entonces gozaban de la educación jesuita del colegio de San Juan, desaparecido con la revolución. Esto es para el Ateneo Fuente y para la Universidad una herencia de la reforma liberal juarista que haría de Saltillo la Atenas de México, como la bautizara el Lic. José Vasconcelos.
Sin lugar a dudas el Ateneo Fuente hoy está recuperando el orgullo y esplendor que en su origen y desarrollo le dieron esos grandes hombres que lo han ido construyendo, como aquellos de la Junta Directiva de Estudios del Estado, tal es el caso de los licenciados Antonio Valdez Carrillo y Antonio García Carrillo, el Médico Ramón Fernández, los Licenciados Miguel Gómez Cárdenas, Francisco de Paula Ramos, el Coronel Victoriano Cepeda, don Francisco Arteaga, don José García Rodríguez y el Dr. Dionisio García Fuentes, a quien se debe la creación de la Biblioteca que resguarda tesoros literarios algunos que datan de 1599, 1600 y de 1700.
Son muchos los que con sus aportaciones y trabajo han hecho del Ateneo Fuente una gran institución educativa y cultural, un lugar preponderante en ese sentido goza don Nazario S. Ortiz Garza, ex gobernador del estado, que en tiempo récord de un año y con la inversión de una tercera parte del presupuesto del estado del año 1932 y con distintos aportaciones de sus amigos empresarios, entregó el esplendoroso y majestuoso edificio, estilo Art Deco que desde entonces alberga a su educandos y docentes, así como esas colecciones, tesoros culturales y artísticos con los que cuenta.
A lo largo de 80 años el edificio sufrió desgaste por el uso y el tiempo, al grado que su deterioro ya ponía en riesgo a sus tesoros y a su comunidad, hundimientos, desprendimientos, ventanas y puertas desgastadas, apolilladas, rotas e inservibles, era triste aquel paisaje interno de desgaste y desperfectos, a pesar de su imponente y bellísima fachada.
Hoy las cosas han cambiado, el Ateneo Fuente va encaminado a sus 150 años para celebrarlos con todo el esplendor y toda la gloria lograda en su historia, por lo que hay que agregarle nuevos nombres a esa gran lista de quienes han hecho de nuestra escuela la gran obra cultural de los coahuilenses. Nombres como los del Lic. Rubén Moreira Valdés y del Ing. Miguel Ángel Rodríguez Calderón, quedan ya escritos y son parte de las huellas que los ateneístas y sus benefactores dejan tras sus acciones. El gobernador Rubén Moreira no ha escatimado recursos para regresarle su esplendor a nuestra institución, y el Ing. Miguel Ángel Rodríguez ha hecho que el Ateneo Fuente sea digno de la atención de las autoridades universitarias y de gobierno.
A Miguel Ángel Rodríguez le corresponde encabezar los festejos del 150 aniversario, se lo ganó a pulso en reciente elección, ya habiendo concluido su primer periodo de 3 años, presentó por segunda vez su candidatura para dirigir la institución en el periodo 2014-2017. No tuvo oposición y casi la totalidad de alumnos y maestros le brindaron su apoyo, ganó con el 92%. Miguel Ángel Rodríguez, es uno de esos nuevos y frescos líderes universitarios, pues no pertenece a los grupos que han sostenido el poder de la rectoría.
Al desconocer la historia se corre el riesgo de repetirse, por eso es mejor lograr una transición armónica en sus relevos, sin imposiciones, con trabajo, sin simulaciones y falsas poses académicas y políticas, con liderazgos comprometidos y en camino ascendente. Dejemos que la Universidad, heredera por rebote del liberalismo y humanismo juarismo, se encamine a mejores niveles educativos sin complicidades disfrazadas y con elementos jóvenes probados y formados en sus interiores.
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