publicación Online
 
 
el periodico de saltillo
Octubre 2014, edición #308



Desafío

*Maldición Armada
*Valiente Denuncia
*El Reeleccionismo


Rafael Loret de Mola


No quiero escribir hoy. Me siento enfermo. ¿Por qué anuncié que este octubre sería rojo, como el de hace cuarenta y seis años? El pronóstico, por desgracia, se desarrolló como uno de esos virus que atormentan a los internautas en sus largas jornadas en el mundo cibernético, una buena manera de aislarse de una realidad agobiante y devastadora. Por eso me cuesta dirigirme a ustedes hoy. Porque ya llevamos muchos años discutiendo estas cosas y no nos ofrecen salidas sino observamos complicidades cuya abyección es clarísima: fox elogiando a peña, por ejemplo, y los dos sumándose a la tendencia en pro de los consorcios extranjeros que compran barato el territorio hollado por la violencia artificial. Y la sangre de los mexicanos sigue corriendo.

Para que la matanza de Tlatlaya iniciara un severo debate sobre los abusos militares extremos debieron pasar noventa días, cuando menos, cerradas las fuentes de información en estos escenarios falsamente democráticos en los cuales la “transparencia” sólo tiene que ver con las rebanadas del jamón, cada vez más delgaditas e inaccesibles para buena parte de la población, la que siempre paga los excesos y posibilita la explotación cruel por parte de los poderosos a quienes elogia, exalta y deja de presumir el semanario Forbes. Las fortunas de unos cuantos, de más de miles de millones de dólares, se basan, casi siempre, en el dolor ajeno. La prueba más clara la ha dado el Grupo México del criminal Germán Larrea Mota-Velasco quien, en vez de estar detrás de las rejas, sólo es reconvenido sobre los desastres ambientales, esto es la contaminación del río Sonora y sus afluentes, cuyos daños colaterales, de poca monta para el consorcio intocable, se traducirán en muerte, de seres humanos pero también del entorno infectado.

La muerte, lo dijimos a tiempo, fue la característica esencial del sexenio de la violencia, el de calderón; pero, por desgracia, ahora observamos que la impunidad infame convierte a la actual administración en el período determinado por la fuerza de las armas y su uso indiscriminado, esto es con los mandos rebasados en apariencia y una secuela de cómplices que se elevan dentro del santoral político. Insisto: ¿por qué ni siquiera se investiga a Jaime Camil Garza, el gran concesionario para la ventas de armamento, no sólo al ejército sino igualmente a las mafias que lo trasladan al Medio Oriente y los subversivos atrincherados permanentemente y listos a encender las hogueras aprovechando la cada vez mayor irritación general. ¿Hacia dónde marcha peña nieto con una gestión cada vez más anodina? Si está enfermo, es hora de decir adiós y no esperar a diciembre para saltarse unas elecciones que pudieran reordenar el estado de cosas y superar las atrocidades que ya no pueden soportarse, sobre todo por el cinismo de quienes las justifican. No más.

Ya hablé que, hace unos días, un general retirado pretendió silenciar mis opiniones respecto a las deplorables actuaciones de los militares. Casi enfebrecido asentó:

--Los hechos aislados no enturbian la grandeza de nuestras Fuerzas Armadas. ¡Qué nadie ose manchar el prestigio del ejército!

Pero ellos, los miembros de la milicia, son quienes se encargan de ello, no los críticos que recogemos los hechos incontrovertibles. ¿No fueron los soldados quienes acribillaron a los estudiantes en 1968, pretextando la presencia de francotiradores obviamente armados por el propio grupo castrense –a casi medio siglo de distancia no existe la menor prueba de una conjura del exterior y sí suficientes imágenes que prueban el comportamiento de los destacamentos bélicos en la “zona de guerra” de Tlatelolco-, con todo y el nefasto Batallón Olimpia, el de los guantes blancos –como negros eran los del matón del cacique Gonzalo N. Santos apodado “Mano Negra”-, dispuestos a matar a mansalva y a humillar a los jóvenes que reclamaban libertad y futuro. ¿Había necesidad de bajarles los pantalones mientras los golpeaban como han hecho siempre, a través de la historia, los fascistas que se solazan torturando, mental y físicamente, a los grupos que pretenden enfrentárseles con diferencia extrema en cuanto a pertrechos y condiciones de igualdad para la pelea. Los tiranos siempre actúan con cobardía, por la espalda.

Y así debió ocurrir en Ayotzinapa, cerca de Iguala, en cuya escuela normalista siempre se han caracterizado por una notable politización y no precisamente por propósitos de manifestarse en las calles a cada rato. Quizá por ello fueron escogidos, por vulnerables, para dar una lección a quienes no han encontrado cauces para el diálogo con el gobierno execrable del ¿perredista?, a quien peña levantó la mano días antes de resolverse la candidatura priísta que no le fue favorable, Ángel Aguirre Rivero. ¿Acaso por eso es favorecido por el gobierno central y quien lo preside quien concede a los suyos el beneplácito de la gracia sobre la justicia?¿O ya está el señor peña tan obnubilado que no sabe de dónde le llueven los problemas cuanto, de acuerdo a sus médicos, requiere de reposo absoluto? No quisiera pensarlo...como tampoco, insisto, debería redactar estas líneas.

De cincuenta y ocho normalistas desaparecidos en las refriegas absurdas de Iguala, quedaron cuarenta y tres perdidos luego del regreso de quince de ellos, testigos acaso de la persecución si bien optan por la mayor discreción. Mientras, la posición oficial ha sido muy cómoda: trasladar la responsabilidad al llamado grupo “Guerreros Unidos” una sorna sobre los lemas de campaña-, y en concreto a un sujeto que se hace llamar “El ChuckY” –a lo mejor resulta pariente de la maestra Elba Esther Gordillo Morales, quien entra y sale del penal de Tepepan en cuanto estornuda-, quien habría “ordenado” a los policías municipales matar y quemar a los muchachos que querían ser maestros. Y los uniformados le obedecieron como corderitos, corroborándose con esta versión el alto grado de complicidad existente entra autoridades y mafiosos.

Ahora bien, ¿para qué querrían los “guerreros” criminales, casi en el nivel del terrorismo islámico o peor según se vea, encender una hoguera de estas dimensiones?¿Sólo para darse a conocer? En realidad, estaban más seguros y menos a la vista para ejercer dominio sin necesidad de operativos militares o marinos sobre ellos. Cualquier estratega de medio pelo hubiese recomendado evitar un genocidio de esta magnitud para llamar la atención y colocar al torpe e inicuo mandatario guerrerense en el pináculo, visto al revés. Su degradación es tal que, aunque lo pretenda, NO podrá ejercer autoridad moral alguna lo que, de hecho, lo inhabilita ante sus gobernados y obliga a intervenir al Congreso de la Unión para desaparecer los poderes en esta sacrificada entidad, tal y como sucedió con Rubén Figueroa Alcocer, el junior enajenado, quien debió dejar el gobierno estatal en marzo de 1996 cediéndoselo... a Ángel Aguirre Rivero, en su primera incursión –en esta ocasión como priísta-, en una recreación de los viejos cacicazgos aldeanos. Guerrero, como Yucatán y Oaxaca, son tierras de caciques que se hacen pasar como servidores públicos pero para servirse de quienes son engañados.

¿Mataron para obligar al retiro a Aguirre Rivero? Sería disparatado pensarlo habida cuenta de que este personaje no se caracteriza por sus intenciones de perseguir a los grandes mafiosos sino, al contrario, tolerarlos hasta donde sea posible frente a las presiones de ciertos sectores; los marinos y los soldados están muy atentos a cuanto sucede en Michoacán, Tamaulipas y Sonora –con un gobernador, el panista Guillermo Padrés Ellías, también tambaleante-, y acaso los hechos de Ayotzinapa nos agarraron descuadrados o intencionalmente alejados del punto en donde la policía municipal se tomó todos los atributos para disparar autobuses –incluyendo el de un equipo de jóvenes deportistas, “Los Avispones” y al taxi donde viajaba una mujer completamente ajena a los hechos; les dieron a llenar, enfebrecidos como los han hecho siempre los agentes represivos dl fascismo; a este nivel de barbarie hemos llegado por la ausencia de gobierno-, y perseguir y acribillas a jóvenes desarmados. Una felonía, más bien cobardía en extremo, que nunca será olvidada. ¿Es ésta la lección que nos quieren dar?

Si la matanza de Tlatelolco inhibió a varias generaciones de universitarios, ¿los genocidios actuales acaso tienden a sembrar el terror para beneficiar a quienes quieren abaratarnos, nuestro suelo y subsuelo sobre todo, colocando a los mexicanos, y no a los traidores, ante el paredón?

Debate

Más allá de orígenes y circunstancias, la postura del gobernador mexiquense, Eruviel Ávila Villegas, ante los acontecimientos vergonzosos de Tlatlaya, confirmando que hubo un enfrentamiento y asegurando que serán sancionados los responsables, como una clara advertencia a los fueros militares falsamente intocables, es valerosa y congruente. No es posible que los uniformes, como si estuviéramos ya bajo una dictadura castrense, sigan haciendo de las suyas porque los dejaron salir de los cuarteles y no se encuentra la manera de que regresen a los mismos. Andan desatados y en pleno pulso con los marinos, apoyados por los marines estadounidenses, quienes operan en absoluta extraterritorialidad.

(Por publicar lo anterior he sido segregado de un periódico de Tabasco, Novedades, dirigido por un almirante retirado de escaso criterio. No importa: mientras tenga diez lectores no dejaré de alzar la voz, SIN RESPIRO, hasta que tenga vida. Ah, y por cierto, NO tengo intención de suicidarme; me falta escribir, aunque me cueste superar náuseas y amenazas baladíes, el libro toral sobre el presente mexicano).

Ávila Villegas, quien de plano desea seguir los pasos de su coterráneo y predecesor aunque resulte difícil entrar al círculo íntimo del mandatario federal, no es el primer gobernador en no callar sobre los excesos castrenses evidentes. Y los antecedentes no son buenos si consideramos el destino de quienes se han atrevido a enfrentarse a los mandos militares. Por ejemplo, Humberto Moreira Valdés, guerreó con el general Gerardo Clemente Ricardo Vega García, titular de la Secretaría de la Defensa en el sexenio de la violencia, luego de que la soldadesca abusó de varias mujeres en la población de Castaños. La furia del secretario fue exacerbada... y Moreira, por ésta y otras razones políticas, fue exhibido por la deuda contraída por su gobierno sin considerar a otros que hicieron lo mismo.

Las simulaciones no cesan, se acrecientan.

La Anécdota

La inminente reelección de Dilma Rousseff en Brasil obliga a reflexionar sobre la tendencia en la mayor parte de las naciones al sur de nuestra fronteras. De hecho, en eso se basan quienes ya preparan, en silencio, un monumental homenaje a Porfirio Díaz Mori con motivo del centenario de su muerte, el 2 de julio de 2015 precisamente. Por cierto, también el 2 de julio es cumpleaños de fox, el de las botas, y comerá pastel, ¿preparado por martita?, en sus heredades de San Cristóbal.

Lo malo del asunto es que no puede preverse si peña nieto tenga empuje para llegar a considerar esta posibilidad o si, por ello, la enfermedad del mismo, los grupos políticos andan tan revueltos buscando apoderarse de la silla del despacho presidencial. Las aguas se están moviendo y mucho... al grado de que hasta los restos del dictador están por volver a su tierra; ojalá sea en el Ypiranga, o el remedo de lo que era, para ver si se hunde.


- - - - - - - - - - - - - -
YA VIENE “EL ALMA TAMBIÉN ENFERMA”. ES UN REFLEJO DE LA MÍA SIN SER UNA AUTOBIOGRAFÍA. MÁS BIEN SE TRATA DEL ENCUENTRO CON EL PODER, SIEMPRE BRUTAL CUANDO PRETENDEMOS LA GUÍA DE LA LIBERTAD. AHORA MISMO ESTÁ EN PRENSA, CON ENORMES DIFICULTADES REVELADORAS DE HASTA DÓNDE DEBE LLEGARSE PARA LEVANTAR LA VOZ EN ESTE MÉXICO DE CLAROSCUROS PERMANENTES O DE OSCURIDAD TOTAL EN NO POCAS OCASIONES.
- - - - - - - - - - - - - -
Web: www.trinchera.mx
E-mail: loretdemola.rafael@yahoo.com

 
© 2014 El Periódico de Saltillo contacto@elperiodicodesaltillo.com

 

 

 

 

 

 

 

 

 

     
carton noviembre 09 Noviembre 09 Rufino