Otra vez, ¿Qué vamos a festejar?
Fidencio Treviño Maldonado.
Antes quiero aclarar que soy mexicano a mucho orgullo, que mi líder es Dios y que mi partido se llama MÉXICO, que mis dos libros favoritos son La Biblia y la Constitución Política Mexicana, eso que a nadie le quepa ni la menor pizca de duda. Hace tres o si quieren cuatro años -en el 2010- festejamos el bicentenario del grito de la independencia y los 100 años del inicio de la Revolución Mexicana, fue más el relajo y gasto que los resultados que nos trajeron esos festejos. Somos por excelencia un país fiestero, globero, bicicletero, argüendero y sobre todo guadalupano y futbolero, de ahí los gritos de ¡VIVA MÉXICO!
Ahora este 16 de septiembre celebramos algo que es igual a los festejos anteriores, regresamos a los discursos adormilados y añosos que es lo único que podemos presumir. Para comenzar no fue el 15 el día que el cura Hidalgo dio el grito, ese día se escogió en todo el país, en el calendario oficial, en el escolar, etc., por ser el cumpleaños del General Porfirio Díaz y de ahí pa’l real se celebra a las 11 de la noche del 15 de septiembre.
¿Pero de cuál Independencia podemos sentirnos orgullosos los mexicanos? si estamos atados a la tecnología de otros países, en alimento dependemos de otras naciones en el 66%, en educación nuestros programas son comprados a estudiosos extranjeros, hay 34 millones de miserables, la justicia está en manos del que tenga dinero, los líderes de todos los sindicatos en contubernio con los políticos tienen atados a los obreros, los productos de marca son extranjeros y caros, los dueños de las minas son extranjeros o viven en otros países, nuestra gasolina y diesel que usamos en un 85% llega de otros países, las semillas para el campo se venden a precio de dólar, estamos atados a pagar deudas de los ricos banqueros el ROBAPROA, más deudas internas que los que salen dejan para que el pueblo las pague, los partidos políticos tienen monopolizados los puestos de alta y baja categoría, los monopolios comerciales con nombres extranjeros son los que mandan en los precios de todos los productos, incluyendo los monopolios nacionales del gobierno que arbitrariamente le roban y se toman del pueblo, como son PEMEX y la CFE, la Comisión de Derechos Humanos está en contubernio con el gobierno, sus quejas son lavativas a un muerto, nuestra Constitución esta más parchada que la carpa del Circo Garras, los artistas extranjeros nos ganaron y ahora ocupan los primeros lugares en popularidad, nuestro folclor se fue a la cloaca con tanta mercadotecnia, en donde los niños son usados como mercancía por las cadenas televisivas más poderosas en México, el racismo es una de las peores plagas que se siguen dando, cuando nos tapamos los oídos y ojos al ver tanto dueño de la tierra (indígenas) pidiendo limosna en los cruceros ante la indiferencia de todos, un país en que defendemos a los animales antes que a los niños y miserables de la calle, un país en donde lo no permitido está reglamentado (carros extranjeros, mercancía sin control en venta, piratería, etc.).
México el paraíso fiscal, donde la secretaría de Hacienda es suave con los dueños de monopolios y es el terror para pequeñas empresas, país de malas obras (carreteras, puentes, drenajes, etc.) efectuadas sin referencia y sin concurso, sólo dadas a compadres o parientes y para pagar favores de campañas políticas, país éste en donde la falta de empleo exporta 85 mil connacionales al año a un país vecino, cifras que en vez de ser estadísticas es una vergüenza nacional, país en donde la falta de empleo hace que cada año nazcan 1 millón de comerciantes informales, país éste en donde los desaparecidos son buscados por sus familiares y no por los brazos de la justicia, país éste con un récord vergonzoso de más muertes violentas que los mismos países que están en guerra. Un país, el nuestro, en donde la democracia está atada a un grupúsculo de personas dueños de los partidos políticos y de un Instituto Electoral más corrupto que la propia dictadura fascista.
Este señores es parte del festejo que por ser el mes patrio nos unimos a la gloria, a la dicha de tener una nación que está curada en salud, una república que duerme como bebe recién nacido, acabando de mamar de los senos de su madre, gritamos vivan los héroes que nos dieron patria y libertad. ¿A quién? Esa pregunta se la dejo a usted respetable, culto, honorable y muy amable lector. Como dice la canción de J. M. Serrat:
Cayó la noche y con sus miserias, el miserable se va a dormir, el pobre a su palomar, el rico a su granja, el cura a sus misas, el tendero a su negocio, vamos bajando la cuesta que la calle se vistió de fiesta…
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