No se confundan Germán Larrea no está solo
El derrame de 40 millones de litros de ácido sulfúrico en el río Bacanuchi de Sonora, tiene sin
cuidado al responsable, Germán Larrea Mota-Velazco, quién paga con dólares los desastres que provoca,
y ni Peña Nieto, ¡óigame bien!... ni Peña Nieto podrá hacer algo contra él. La PGR, la secretaría de
salud, la del trabajo, la SEMARNAP y PROFEPA, están para servirlo, no para servir al pueblo de
México, y donde Germán Larrea, (Grupo México) Alberto Bailleres, (PEÑOLES)
Claudio X González (K. Clark) y Alonso Ancira (Altos Hornos) ponen un pie, ni la yerba crece. |
Augusto Hugo Peña Delgadillo.
Con el derrame de los 40 mil metros cúbicos de ácido sulfúrico en el
río Bacanuchi de Sonora, el escándalo se hizo mayúsculo y todo el mundo
-menos Peña Nieto- se le fueron sobre Germán Larrea, el CINEMEX, de
ferrocarriles en México, de Cananea y cien minas más, de Pasta de Conchos
en Coahuila, en donde se encuentran desde hace más de 8 años, 65 cuerpos
inertes de mineros muertos en una explosión, y que no han sido rescatados
porque Germán Larrea piensa que no vale la pena y es demasiado caro.
A
Germán Larrea le vale un comino el derrame de ácido y los mineros muertos,
él paga en dólares estos desastres para mantener el estandarte de la impunidad
que su padre, Jorge Larrea, “El Azote,” un asesino de mineros, lo mantuvo
mientras vivió. Fue un canalla, probablemente menos que su hijo Germán,
pero canalla al fin. Germán Larrea puede hacer lo que se le pegue la gana en
México, Peña Nieto ni nadie lo llamará a cuentas, él es, nos guste o no, dueño
de México, de nuestro destino y por ende, de nuestras desgracias también.
Hay voces que piden contra Germán Larrea que le quiten la concesión
de la mina de Cananea. A Germán Larrea le van a hacer los mandados,
como solían decir antaño. Peña Nieto está entre la espada y la pared porque
Germán Larrea, uno de los dueños de México y quien hizo posible que Peña
Nieto llegase a Los Pinos por medio de un fraude electoral que costó
enormidades de dinero y que pagaron los señores del dinero, Germán Larrea
entre ellos. Pero no hay que cantar victoria, nadie le va a quitar la mina de
Cananea, él no está solo, pertenece a un equipo de plutócratas mexicanos,
aliados a American Smelting Refining Co. (ASARCO) o sea PEÑOLES.
Esos aliados mexicanos plutócratas son: Alberto Bailleres de
PEÑOLES, Palacio de Hierro, Grupo BAL y una centena de negocios; Alonso
Ancira que aparece como dueño de Altos Hornos sin serlo, porque se sabe
que Carlos Salinas y la misma empresa norteamericana que es dueña de
PEÑOLES y del Grupo México que preside Germán Larrea, son socios, así
que poco tiene que mortificarse Larrea por el derrame de 40 mil metros
cúbicos de ácido sulfúrico en el río Bacanuchi en Sonora. Además, Claudio
X, González el CEO de Kimberly Clark y un veintena de oligarcas mexicanos
entre los que destacan los hermanos Vázquez Raña, Ricardo Salinas Pliego,
Emilio Azcárraga, la familia Servitje, dueños del Pan BIMBO, Eduardo Tricio,
CEO de LALA y probablemente los del Grupo SORIANA, quienes en
Aeroméxico y probablemente en otros negocios, están ligados a esta caterva
de malandrines ricos conformados en el GANG de la plutocracia nacional.
Están asociados entre ellos en muchos negocios, en los que los principales
dueños, son la familia Guggenheim, judíos de EEUU que tienen la mayoría de
minas de México, y sus corporativos en Canadá.
La familia Guggenheim son amos en el mundo de los negocios
metalúrgicos, uno de sus negocios es PEÑOLES, el que empezó en el poblado
de nombre PEÑOLES en San Pedro del Gallo, municipio de La Laguna.
Pasaron por ese pueblo como Atila, hoy por donde pisan los Guggenheim o
sus socios, Germán Larrea, Alberto Bailleres o Alonso Ancira, ni la yerba
crece. El Grupo México, Altos Hornos y PEÑOLES, son tres de los cientos
de negocios que tienen en México, en donde mantienen de directores y
presidentes a mexicanos apátridas, los que al verse nadando en un mar de
dinero, se olvidan de la gente, de sus trabajadores, y siguen a pie juntillas los
ordenamientos y designios de los Guggenheim y de los intereses de EEUU
en México. Entonces… ¿por qué habría de mortificarse Larrea? Si la
secretaría de Salud, la secretaría del Trabajo, la PGR, Gobernación, la
PROFEPA y la SEMARNAP, están para servir a Germán Larrea y no a los
mexicanos. ¿Y Peña Nieto está pintado en la pared? Sí, a menos que nos
demuestre lo contrario, enviándonos dos mensajes al pueblo de México.
Uno.-
Que le quite las concesiones de las minas de Cananea en Sonora y Pasta de
Conchos en Coahuila, a Larrea, y así poder rescatar los cuerpos de los
mineros, víctimas de Larrea. Y dos.- Que deje de perseguir a Napoleón
Gómez Urrutia por un delito del que lo han acusado once veces y en ninguna
de ellas le han probado su culpabilidad. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
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