II encuentro Internacional de poesía Manuel Acuña
Valor es lo que se necesita para levantarse y hablar;
pero también es lo que se requiere para sentarse y escuchar.
Winston Churchill. |
Luis Fernando Hernández González.
Una vez más la ciudad se viste de gala, las
luces se encienden y los poetas de los rincones
más apartados de la geografía acuden a ella, el
segundo Encuentro Internacional de Poesía,
certamen con el que el gobierno del estado de
Coahuila, que preside Rubén Moreira Valdez rinde
homenaje a Manuel Acuña y a la palabra, es al
bardo saltillense a quien se le reconoce
universalmente su obra y es el sitio Saltillo tierra
de su origen donde las expresiones flamígeras del
pensamiento constituido en poesía y narrativa
cobran la fuerza del sentir humano para
comprender y reconocer su grandeza creadora
del pensamiento.
De esta forma el miércoles 3 de septiembre
se puso en marcha en nuestra ciudad el encuentro
de literatura más grande de nuestro estado, al
iniciar este certamen que busca premiar a quien
resulte triunfador con una jugosa cantidad superior
a los cien mil dólares, más la edición para su difusión
de su obra como parte del reconocimiento que el
estado de Coahuila entrega a quien obtenga el
premio de este segundo encuentro poético
internacional con el que se honra la memoria del
más grande poeta saltillense.
Este es por su alto contenido, nivel y
categoría de distinción un encuentro entre poetas
y literatos, hombres y mujeres, venidos ellos desde
los distintos puntos cardinales del país y del mundo,
para dar sentido sensible, reflexivo, romántico y
filosófico, a la conjunción del uso de la palabra y
al lenguaje, concurren virtuosos del idioma lo
mismo de España, que de Perú, Chile, Argentina,
Venezuela, Estados Unidos, Colombia, Italia,
Uruguay, Francia, Marruecos, Albania, Bélgica,
Brasil y República Dominicana, en donde más de
30 poetas incluyendo los de México expondrán sus
obras literarias.
De inicio interesante resultó la palabra de
una de los participantes que acudieron a esta
inauguración cultural, en donde el representante
de Conaculta, Carlos García Martínez, realizó una
breve reseña sobre el contenido y sentido de la
poesía, al subrayar que la “poesía es palabra en el
tiempo, atemporalidad, pero también contra el
tiempo y más allá del tiempo; lo segundo lo
constituye el nihilismo, porque ni es nada, en el
punto en que nacemos, ni el punto en que morimos
es nada; la tercera avalancha dijo él es el amor...
Recordó un breve soneto de Manuel Acuña cuando
dice: y en vez de amarte menos te quiero mucho
más. La cuarta es la blasfemia, porque Acuña,
murió como deben de morir los poetas,
maldiciendo, blasfemando, mentando madres y
viendo apariciones.”
De ahí que los poetas sean una tribu extraña
que a menudo se reencuentra y se dispersa para
volver a coincidir cierto día en un lugar inopinado,
por tanto Saltillo, Parras y Torreón, serán centros
de convergencia que estimule el desafío poético
este año dedicado a la memoria y recuerdo de
Efraín Huerta, a cien años de su natalicio, bajo el
auspicio de este encuentro poético se rinde un
homenaje a quien el mundo de las letras conoció
como el gran Cocodrilo, personaje de lucha y
esfuerzo que define en su obra literaria todo un
repaso de su entorno existencial, lo mismo de la
amistad, que del amor, la política, la sociedad, la
miseria y la pobreza, al ser temas que él, nos
describe en su prosa y en su verso lleno de calidez
e inteligente.
Para Carlos Montemayor, poeta, escritor,
coronista y crítico, al describirnos su reseña en la
antología sobre Huerta, nos dice “como un poeta
del verso libre, mismo al que Rafael Solana y
Octavio Paz, personajes de reconocida solvencia
literaria lo enmarcan como un reflejo de diamante
primordial en el que desemboca el universo
poético”, así es Efraín Huerta, enmarcado en los
siguientes puntos esenciales como son el amor, la
política, la ciudad y el asolamiento.
Que todo ello sea para bien y que los
saltillenses poseedores de una rica cultura sean
un buen ejemplo ante el mundo para rendir
homenaje a uno de sus más notables hombres
Manuel Acuña y a su gran contribución poética
dentro de la cultura universal.
Palabra, idioma, imaginación, creación,
reflexión, conciencia y construcción que da sentido
a la obra edificadora de todos los pueblos. |