¿Por qué el gobierno gasta tanto en armamento?

Augusto Hugo Peña Delgadillo.

¿Cuál es la razón por la que el gobierno de México, con Calderón y Peña Nieto, en 8 años, han gastado más en armas y en seguridad, que lo gastado en los últimos cinco sexenios? Sólo hay una razón y ésta no es ni la delincuencia organizada ni el alza en los índices de robos, secuestros y asesinatos; la razón es: asegurar las inversiones de EEUU en nuestro país. Me explico: Washington nos indujo desde la llegada de Miguel de la Madrid a la presidencia, a fomentar la inversión extranjera en México para “activar nuestra” macroeconomía a los niveles en los que se encuentra. Es indudable que México -gracias a la macroeconomía inducida por EEUU- exporta más de 1,300 millones de dólares diarios (481,000 millones de dólares en el 2014) y (439,000 millones de dólares en el 2013), y esto es mucho dinero. Sí, es mucho… pero no es nuestro dinero.

Esta historia comienza en 1982, cuando México, desde 1940 hasta 1982 crecía en su Producto Interno Bruto (PIB) un promedio de 7% anual. EEUU pensó que ello no era conveniente para la economía y la hegemonía de ellos en relación con México y nos impusieron -para empezar- dos cosas: Una.- Unos gobiernos emanados del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, como han resultado estos últimos seis, incluyendo el de Peña Nieto. Y dos.- El neoliberalismo que no es otra cosa que un esquema de robo a nuestro país y de debilitamiento económico, político e institucional. Así comenzó este sistema depredador de “impulsar” a México vía las maquiladoras.

EEUU introdujo a México todo tipo de franquicias y, las empresas de EEUU empezaron a adquirir los segmentos clave de nuestra economía sustentada en la autosuficiencia. Se nacionalizaron los bancos para luego privatizarlos y dejar más de un 92% del sistema financiero nacional en manos de extranjeros. Perdimos autosuficiencia en producir maíz, frijol, trigo, arroz; las empresas como Herdez, La Costeña, Clemente Jacques y Del Monte son trasnacionales; el pollo y el pavo -el 50% es nacional- es gringo; la engorda de ganado vacuno, el 45% es de capital extranjero; la minería está en manos de prestanombres de empresas gringas y del Canadá que también son de capital de EEUU con sus corporativos en Canadá; la petroquímica en aceites, lubricantes y aditivos es 100% extranjera y de gasolina y diesel es un 53% extranjera, y la petroquímica de los ramos textil y de polímeros, es más de un 80% gringa, y LALA, Liconsa y Alpura importan leche en polvo, un 44%.

Si a toda esta desnacionalización del sistema productivo nacional le sumamos que nuestra política interna y externa está para servir a los designios de Washington y que el 81% de lo que exportamos lo hacemos hacia EEUU y que de este 81% que suman 390 mil millones de dólares al año, más del 80% lo exportan empresas de EEUU radicadas en México, y que lo que exportan es apenas un 9.6% que es la suma de la mano de obra y materias primas nacionales, lo que tenemos no es una macroeconomía sino una MACRODEPENDENCIA DE EEUU.

La polarización de nuestra economía y la alta dependencia política y empresarial de EEUU es lo que llevó a Washington a presionar al gobierno de México -a comprar armas- y despilfarrar un gran porcentaje del presupuesto de egresos, en la compra de armas y en gasto en el segmento de seguridad. Con todo y este despilfarro del erario en armas, podemos observar que la delincuencia ha crecido exponencialmente en los últimos 8 años, provocado todo ello, precisamente por el combate a “La Delincuencia Organizada”, un invento de EEUU metido con tirabuzón en La Iniciativa Mérida, para militarizarnos y con ellos garantizar los intereses de EEUU en México, los que son enormes. Esa y no otra es la causa del enorme gasto en compra de armas, y todo para garantizar, reitero, a EEUU sus inversiones en México.

O, ¿usted qué opina, apreciable lector?

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