Cada nación tiene el circo que merece
Jesús M. Moreno Mejía.
Con el título de este artículo decidí suplir el epígrafe que normalmente incluyo en mis colaboraciones, pues me convencí que en esta ocasión ameritaba un cambio, con la salvedad de que el encabezado tiene continuación por lo que transcribo textualmente:
“Cada país tiene el circo que se merece, España tiene las corridas de toros; Italia tiene la Iglesia; E.U.A. tiene Hollywood”, dijo alguna vez la escritora estadounidense Erica Jong, añadiéndole a lo anterior la académica, periodista, politóloga y escritora mexicana Denise Dresser: “Y México tiene el Congreso”.
Para quienes no leyeron el artículo de Denise Dresser el pasado 2 de marzo del año en curso en los periódicos Reforma y El Siglo de Torreón, con el sugestivo título “Pluripayasadas”, entresaco ahora lo más sobresaliente del mismo, para luego dar paso a mis particulares puntos de vista sobre las elecciones del domingo 7 de junio próximo:
“(Tenemos) Una democracia cirquera, caracterizada por la hipocresía cotidiana de quienes dicen respetar las reglas, cuando violan su espíritu. Una escenificación teatral de algo que se asemeja a los procesos democráticos, cuando en realidad se burla de ellos. Al caer el telón, después de la elección intermedia de junio, el circo continuará.”
“El hecho de que tantos plurinominales ‘queden en familia’. El hecho de que tantos hijos sean postulados en distritos ‘seguros’ en vez de distritos disputados.” Citando luego a candidatos que nunca han demostrado pugnar por el bien común, como es el caso de la actriz Carmen Salinas; el payaso David López; Tristán Canales, operador de TV Azteca y por tanto de Ricardo Salinas Pliego; Sylvana Beltrones, hija del diputado priísta Manlio Fabio Beltrones.
Por todo lo anterior, Denise Dresser considera que el proceso electoral del 7 de junio será una “Pluripayasada” y concluye que estamos invitados “a pagar por presenciar una democracia de circo, montada para preservar los privilegios de una élite política que salta de puesto en puesto, sin jamás haber rendido cuentas por lo que hizo allí. Una democracia que funciona muy bien para sus partidos, pero muy mal para los ciudadanos. En los circos se aplaude a los payasos que hacen el ridículo. En México se les premia con una plurinominal”.
Creo que lo señalado por Denise Dresser nada se le puede añadir, en lo relativo al panorama político nacional, pero faltaría analizar las elecciones en Coahuila dónde sólo habrá que considerar la importancia de tres de los institutos políticos contendientes: el Partido Acción Nacional (PAN), el Partido Revolucionario Institucional (PRI), y el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Es indudable que el partido en el poder (PRI) será el ganador en la mayoría de los siete distritos electorales, si bien existe la duda en los dos ubicados en Torreón (V y VI) si es que la mayoría de los ciudadanos salen a emitir su voto, pues sigue triunfando el abstencionismo en La Laguna y en prácticamente todo Coahuila.
El PAN tiene la desventaja de que está dividido a su interior y no cuenta con el llamado “voto duro” de electores. En cambio el Revolucionario Institucional tiene un buen número de ciudadanos ganado$ a su favor, incluyendo los que le habrá de proporcionarle el Partido Verde Ecologista, ya que éste va en coalición con el PRI en el distrito V.
El PRD es también un partido escindido hasta la médula y poco o nada se le puede dar de posibilidades de obtener tan siquiera un triunfo (que otrora lograra en el municipio de San Pedro), pues muchos de sus viejos militantes han cambiado al nuevo partido de Andrés Manuel López Obrador, Movimiento Renovación Nacional o Morena, como mejor se le conoce.
Al igual que lo hemos aclarado en anteriores artículos, no es nuestra intención el pugnar por tal o cual partido político, pues nos preciamos de ser apartidistas. En cambio seguiremos insistiendo en que debemos ir a votar el día de las elecciones, que en esta ocasión será el domingo 7 de junio del presente año, y que cada quien decida por quién habrá de emitir su sufragio.
Definitivamente, consideramos un error no ir a votar, pero tampoco somos de la idea de anular la boleta, ya sea cruzando la papeleta o bien escribiendo sobre la misma frases absurdas como “No era penal”, o alguna otra que signifique un insulto a una persona o al sistema político, pues nada se obtiene con ello ya que los únicos que leerán lo allí señalado será quién cuente los votos y nadie más.
Se corre la voz de que lo mejor es no ir a la casilla electoral el domingo 7 de junio, pero definitivamente es un error, que incluso pudiera ser apoyado por quienes saben de antemano que eso ayudará a ganar al partido político en riesgo de perder, pues significará un voto menos en contra de su candidato. ¡Aguas! ¡Ponte listo! Mejor ve a votar.
¡Hasta la próxima!
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