La Consolidada en Piedras Negras

Rigoberto Losoya Reyes.

La Consolidada, una empresa siderúrgica que se estableció en 1936 en Piedras Negras, vino a significar en su tiempo, la fuente de empleo más importante para Piedras Negras.

Se localizaba por la avenida Reforma de la Colonia Morelos, sin embargo, era más conocida por la población como “La Concha”. Su origen se remonta a una inversión de norteamericana cuyos accionistas iniciaron sus operaciones en 1938 con una primera vaciada de 40 toneladas.

La planta laboral se organizó y se formó un Sindicato de “Oficios Varios” integrado por todos los trabajadores de la planta siderúrgica y el primer líder que estuvo a cargo del gremio fue Jesús Guerra, y en la Dirección General como primer Gerente, don Pablo M. Sada, después le siguieron en el mismo puesto don Arturo Bermea a quien se le recuerda como el impulsor del segundo horno. Don Arturo, dejó un grato recuerdo entre los ex empleados de la Planta. En la línea de los Gerentes, también se recuerda a don Tomas de los Santos, don Magdaleno Zavala y don Manuel de la Tijera.

En la actividad sindical, se desempeñaron como secretarios generales después de Jesús Guerra, a Reynaldo Basaldúa, José Villanueva, Emilio Sánchez Díaz, Gustavo Barrera, Daniel Hernández Isáis, Ricardo de Luna, Alfredo Cruz Requena, Ricardo González, Sergio Flores y el ultimo Efraín Sonora Valadez.

En la década de los años cincuenta, la empresa Consolidada después de algunos problemas económicos, fue vendida a la planta Altos Hornos de México y alcanzó un auge histórico. Llegó a contratar hasta mil quinientos trabajadores y vino a significar la principal derrama económica por concepto de salarios en la ciudad. La calidad del acero fabricado llegó a cobrar fama internacional, según recordó en una entrevista, el ingeniero Magdaleno Zavala quien se desempeñaba como Gerente por 29 años. Citó que el gobierno británico envió una carta de reconocimiento a la planta por producir los mejores aceros de México.

La Planta de Piedras Negras, llegó a fabricar hasta 65 diferentes grados de acero y posteriormente, bajo la denominación de AHMSA Piedras Negras, llegó a tener 3 hornos de aceración, el alto horno que se adquirió en Texas como desecho, el cubilote para la fundición, dos plantas de oxígeno, la fábrica de cal, el departamento de reparación de carros de ferrocarril y el de mantenimiento mecánico y eléctrico. 

En 1976, la planta de Piedras Negras registró el primer reajuste de personal, la crisis económica la alcanzó y el primer despido masivo perjudicó a más de doscientos obreros. En la década de los ochenta, se presenta otro reajuste y uno tercero que marcó definitivamente su destino rumbo al cierre definitivo.  

De los desempleados, muchos de ellos terminaron desempeñando oficios diferentes, algunos hasta de taxistas. La indemnización más baja de un obrero fue de tres millones de viejos pesos, y entre las más altas hasta de ochenta millones.

Con la Consolidad en 1938 se inicia una nueva era económica en Piedras Negras pues propició la apertura de la explotación del gas natural, un combustible necesario para las operaciones acereras. 

Después de haber pasado por una época de oro como industria, el gobierno federal inicio los trámites para cerrarla definitivamente bajo la justificación de contaminar el arroyo el Tornillo, la SEDUE, clausuró la planta en forma provisional, el 19 de abril de 1991. Cuando la planta de AHMSA en Piedras Negras intentó corregir sus fallas, el gobierno federal con fecha 13 de mayo de 1991, decretó el cierre definitivo, dejando sin empleo y sin sustento a más de 500 familias.  

Según Isabel Rueda, quien realizó una investigación sobre Ahmsa, cita que en 1957, La Consolidada Planta Piedras Negras, comenzó a tener problemas económicos, y para Ahmsa, fue un momento oportuno para adquirirla a mediados de 1960. De esta manera, se deja atrás un periodo histórico de la Consolidada para convertirse en una nueva razón social: Altos Hornos de México, S.A.

La nueva administración, incursionó en el campo de la fabricación de productos no planos, con la planta ubicada en Piedras Negras, que contaba con un pequeño alto horno y tres hornos de hogar abierto, con capacidad anual de 180mil ton/año de lingote de acero, producto que originalmente se enviaba a laminar a la planta de Lechería, estado de México.
 
Las principales empresas que constituían la oferta nacional de acero estaban integradas por la fundidora Monterrey, HYLSA, AHMSA y la Consolidada, mismos que ejercían un monopolio real en los productos en que se especializaron.

Altos Hornos de México, S.A. (AHMSA), absorbió a la Consolidada que estaba en situación de semiquiebra. fue una de las empresas siderúrgicas más importantes de México que, desde su nacimiento, perteneció al estado y que posteriormente fue privatizada.

Hoy en día las instalaciones de la Concha lucen en pleno abandono de lo poco que ha quedado después de su desmantelamiento. Los extrabajadores evocan con gran melancolía los buenos tiempos de la “Concha” , una factoría que ahora forma parte de nuestra historia local.

Fuentes:
El Estado y la globalización en la industria siderúrgica mexicana.
Gerardo González Chávez. Universidad Nacional Autónoma de México. 2008
Tras las Huellas de la Privatización: El Caso de Altos Hornos de México. Por Isabel Rueda Peiro. Siglo XXI Editores. 1994
Ahmsa, Un Caso Aparte, por Francisco Juaristi Santos, José Luis Medrano Martelet y Edmundo Felipe Garza Lara. Periódico Zócalo.
Otto Schober; La Consolidada. Periódico Zócalo . Columna La Línea del Tiempo. 20 de abril de 2013.