Toros, un espectáculo cruel y violento
José Luis Carrillo Hernández.
Ahora sí parece ser que va en serio y el gobernador envió al legislativo una propuesta de ley en la se prohíbe finalmente las corridas de toros, el espectáculo cruel, violento, sádico y sangriento que una minoría social pretende conservar para satisfacer sus más íntimos impulsos y adicción al sadismo y a la crueldad hacia los demás como detonante de placer y emoción estética.
Desconocemos los términos y los alcances de los contenidos que presenta dicha propuesta que ya veíamos venir, los escenarios para ser presentada se estaban preparando, dos propuestas anteriores abortadas, protestas anti taurinas hace cuatro años, también las hubo en defensa de su fiesta con los pocos aficionados y más los allegados al político, minero y empresario taurino Armando Guadiana Tijerina, ex beneficiario del PRI y hoy su enemigo, quien guarda pleito con los Moreira.
Previamente la secretaria de Cultura pomposamente presenta la convocatoria para un concurso de fotografía con el tema del maltrato animal, simultáneamente Guadiana Tijerina anuncia un festival taurino de gran cartel en su plaza de toros, enseguida el gobernador manda su iniciativa a la legislatura, ahora la pelota está en el Congreso y seguro tendrá la mayoría priista y de sus vasallos mas por disciplina que por conciencia y solidaridad.
En alguna ocasión por los años ochentas platicando con una ciudadana texana sobre el sufrimiento que padecen las distintas especies de ganado desde el cautiverio, sus posterior sacrificio hasta que llegan a nuestra paladar, ella contestó que lo único que conocía de este proceso es su visita al supermercado, la envoltura y el corte listo para cocinar, al animal ni a imaginar lo alcanzaban, pues es un simple pedazo de carne, por lo tanto le era muy difícil sensibilizarse.
La economía de mercado nos ha concentrado en las grandes ciudades, la economía de subsistencia, la agrícola y de corral se ha agotado, el ejido y el campo están abandonados, el consumo de cárnicos de la población se hace a través de los supermercado que tienen de proveedores a grandes productores de carnes y sus derivados, son poseedores de grandes ranchos ganaderos y granjas donde miles y millones de seres vivos diariamente son sacrificados y padecen condiciones de asilamiento y maltrato durante el cautiverio que por lo general es toda su vida.
Más que por nutrición, el humano come carne por placer, el humano civilizado de hoy, parte de sus propias mentiras al negarle inteligencia racional a las demás especies, aduciendo que son simples pedazo de carne que la naturaleza y Dios crearon para comerlos y asegurar nuestra sobrevivencia. Esta justificación judeocristiana y de la supuesta cadena alimenticia es una gran mentira, pues mata despiadadamente, mientras que a los demás seres no les dieron manos para cultivar su alimento, el humano las usa para matarlos, comiéndolos y divirtiéndose en su agonía con su instinto de sobrevivencia
Existe un amplio menú de cereales, granos, verduras y frutos que en forma combinada nos ofrecen mucho más que un pedazo de carne que en su proceso de putrefacción tarda hasta 60 días en ser digerida y desechadas la gran cantidad de toxinas que produce, las cuales son generadoras de enfermedades que padece el mexicano, esto se puede evitar por vía de la fermentación, que es lo que sucede con los nutrientes de origen vegetal que al ser consumidos rápidamente son digeridos y asimilados por el organismo.
Los pueblos cristianos y occidentalizados no han querido reconocer el derecho a existir de las demás especies, es de suponer, si el mismo humano a sido víctima del genocidio y el esclavismo por parte de los grandes imperios.
Los medios electrónicos y el internet nos han permitidos gravar y difundir imágenes de actos inteligentes y racionales en las demás especies, se manifiestan creativos y solidarios, con actos que necesariamente implican una actividad cerebral donde el razonamiento y el sentido común parecen asomar, se imagina usted un pequeño perro arrojando agua a dos pescados para que no mueran, unos elefantes dibujando flores y elefantes, las vacas que se juntan a escuchar una banda de jazz, actos creativos y solidarios que los humanos ya no tenemos o estamos perdiéndolos.
La tarea es ahora de los diputados para que se dé su aprobación. Ojalá se considere a los miles de pájaros que viven en cautiverio en casas coahui- lenses a donde llegan los programas sociales, donde seguramente tienen unos perros que están en los techos y corrales anegados de excrementos y garrapatas, sufriendo sed, hambre y frío. Además de otras especies muy ligadas al hombre, a sus placeres, a sus consumos y a sus negocios.
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