Veinte “calefactos”, hasta ahora, que desean ser gobernador

Jesús M. Moreno Mejía.

Se antoja increíble, pero la ambición es mayúscula en los políticos: han logrado lo que en principio no esperaban obtener, pero quieren más y más (igual al rico que desea seguir acumulando dinero sin freno alguno).

Son insaciables, y lo peor es que lo hacen pensando en sí mismos y no en quienes se deben, prometiéndoles, cuando aspiran a tal o cual puesto público, mejorar la condición de vida del ciudadano.

Pero al final de cuentas vemos que sólo trabajan para obtener jugosas ganancias materiales, mientras que al pueblo sólo nos dan migajas que cínicamente presumen como “logros”, sin olvidar que es su obligación trabajar por el bien de todos, ya que para eso se les contrató mediante el voto de los electores que acudieron a las urnas.

Sin embargo, la situación que vivimos desde hace décadas no es sólo atribuible a los malos gobernantes, pues como reza el refrán popular: “No tiene la culpa el indio sino el que lo hace compadre”, que en una correcta interpretación sería:

No tiene toda la culpa la persona que se le manda hacer ciertas cosas (como sería en este caso un gobernante), sino también tú que decidiste que fuera él, pues somos los ciudadanos quienes votamos por tal o cual político (también es aplicable el dicho en el caso de las amistades mal elegidas), y por tanto es válido el adagio: “Tenemos el gobierno que merecemos”.

Y ya que de sentencias hablamos, transcribo lo que leí por ahí: “Tengo un amigo que dice que existen dos tipos de personas: Aquellas a los que les pasan cosas, y aquellos que hacen que les pasen cosas”.

Entonces, no nos quejemos; actuemos para impedir que llegue a un puesto de gobernante quien no lo merece. ¿Cómo? Pues participando activamente en un partido político democrático (¡Si es que hay!), en un grupo de la sociedad civil, o intentando hacer lo que hasta ahora pocos han hecho: lanzarse como candidatos independientes.

Cerca de 20 precandidatos para gobernador

A la fecha (diciembre de 2015) hay cerca de veinte políticos de diferentes partidos y uno que otro independiente, que han manifestado su interés por llegar a gobernador de Coahuila en 2018.

Como dice el colega Ramón Betancourt, los veinte “calefactos” vienen haciendo fuerte alharaca para llegar a la silla principal del Palacio Rosa de Saltillo, sede del Poder Ejecutivo Estatal.

Se mencionan seis pre-candidatos del PRI: Miguel Ángel Riquelme Solís (Actual Presidente Municipal de Torreón); Javier Guerrero García (Ex Secretario de Finanzas del Estado, y Diputado Federal); Hilda Flores Escalera (Senadora); Armando Luna Canales (Legislador Federal); Jorge Enrique Dávila Flores (Diputado federal); y José María Frausto Siller (Actual presidente del Congreso Estatal y ex rector de la U. A. de C.)

Por el PAN hay otros seis “tiradores”: Guillermo Anaya Llamas (Ex Presidente Municipal de Torreón y ex Legislador Federal); Luis Fernando Salazar Fernández (Legislador Federal); Isidro López Villarreal (Actual Presidente Municipal de Saltillo); Ernesto Saro Boardman (Empresario, ex Alcalde de Ramos Arizpe y Legislador Federal); Silvia Garza Galván y Gerardo García Castillo, (Legisladores del mismo partido).

A los doce anteriores hay que considerar a cuando menos 4 ó 5 más, entre ellos a tres que han manifestado la intención de “lanzarse” como candidatos independientes, entre ellos el empresario Armando Guadiana Tijerina y los priístas Román Alberto Cepeda González y Noé Garza Flores, que “saltaron las trancas” del Revolucionario Institucional.

También habrá que agregar a los que propongan otros partidos políticos, tales como el de Movimiento Regeneración Nacional (Morena); el de la Revolución Democrática y los que aún no han dicho públicamente “esta boca es mía”, pero se sabe están por ahí, agazapados (políticos, grillos y despistados, que les late incontrolablemente el corazón), esperando el momento para dar a conocer sus aspiraciones.

Habrá que esperar a que pasen las fiestas decembrinas para conocer quiénes sí o quiénes no habrán de alzar el brazo, para anotarse en la contienda por la gubernatura, a pesar de faltar dos años todavía, para descorrer el velo de lo que vendrá en 2018.

¡Hasta la próxima!