Guerras religiosas
Fidencio Treviño Maldonado.
La humanidad nace con mitos, crece con dos teorías mundiales que son la de la religión o llamada Bíblica y con la Científica basada en Charles Darwin, la primera señala que Dios formó el universo y desde luego al hombre a su semejanza; la segunda, la científica asegura que al menos el hombre proviene del mono, de ahí la guerra fría pero continua de iglesia-religión con la ciencia. La Biblia es una crónica de sangre, al menos en su Antiguo Testamento, Faraones, reyes, tribus, mártires, el diablo, Dios, leyes duras y aplicadas, diluvio, lluvia de fuego, destrucción de ejércitos enteros, imágenes, sacrificios y como resumen de todo, muchos muertos.
A cientos de siglos, desde que el hombre deja el paraíso según la biblia o se descuelga de las ramas de su árbol genealógico, según la ciencia, la violencia a perseverado y ha sido una constante de dominio y no podemos negar que la religión (las que existen) en mucha parte es la causa de estas extinciones y distanciamientos de los pueblos. Como no estaría la perra de brava que, las conquistas, al menos en la de México se hizo a sangre y cruz. Antes la misma religión se divide en Católica y Protestante por líos de faldas y otros intereses, como consecuencia y resultado : cientos de guerras entre infieles, cristianos, protestantes y gentiles y otros epítetos que se toman en estos quehaceres como parte de guerra religiosa.
De la creencia se pasa al fanatismo y en algunas regiones de México la división y hasta luchas se dan por el fanatismo. El mundo del fanatismo también es visceral y conlleva: “si no están conmigo y no crees en lo que yo creo, tu eres mi enemigo”. Todas las religiones dicen que sus líderes poseen la verdad absoluta, todos son los ungidos por su Dios y lo raro es que todas están establecidas por una regla: “el amor al prójimo”; es decir unir a los pueblos, al hombre, sin embargo se ha comprobado que esto es un sofisma ya que las religiones aunque parecidas todas han desunido a la humanidad, y es tanta la desunión que al momento por esos motivos existen al menos 100 países en guerra y no sólo contra otros países, sino luchas internas por este rasgo llamado religión, es decir la religión y las guerras van de la mano, sin descartar lo que otorga al pueblo ser líder de una religión; el poder absoluto, el mismo que aprovechan millones de pastores, monjes, predicadores, mesías, curas, guías, profetas, apóstoles y otros nombres que adquieren como símbolo de su religión, llegando muchas veces al fanatismo caótico.
Países que vivieron una guerra civil hasta hace poco fueron muchos e Irlanda, considerada altamente cultural y progresista en años anteriores (1980/1990), vivió una escalada de violencia entre católicos y protestantes; ahora dejados cada quien a su religión y terminada la contienda Irlanda está por encima de cientos de naciones en todos los aspectos sobre todo en escolaridad, trabajo, producción y libertad, país que se dio cuenta de que en este caso: “La religión era el opio que la tenía oprimida”.
Los llamados países del medio oriente, árabes, turcos, sirios, armenios, libios, sin descartar palestinos y egipcios han entrado en una crisis religiosa que los ha llevado a su propia destrucción, sin embargo los países metiches como los Estados Unidos de Norteamérica, Inglaterra, Francia, Alemania y Rusia entre otros se han entrometido por aquello de que “A río revuelto ganacia de pescadores”, y entre las patas se han llevado a miles de niños, mujeres y ancianos, han atacado con sus mortíferas bombas hospitales, escuelas, iglesias y ciudades a discrección. Países que como Francia, los USA y otros con atentados ahora se rasgan las vestiduras y no quieren ver sus masacres, como aquella que llevó a cabo los USA en Vietnam en los años de 1968/73 o los rusos en Chechenia o los chinos en el Tibet y qué decir de los franceses en Libia y Siria.
La sentencia de Cristo de hace dos siglos está aún sin ser escuchada: “amaos los unos a los otros, ya que todos somos hermanos”. Esto les vale madre a los franceses que ciegos y muy religiosos no ven a miles de niños, mujeres y ancianos regados en charcos de sangre, sed de sangre es lo que tienen estos poderosos líderes de las NACIONES CIVILIZADAS... ¿Como estarán las incivilizadas? como nuestro país, muy religioso, católico por excelencia y que entre hermanos de sangre a la fecha y sin guerra por la religión, suman miles y miles de muertos, secuestros, decapitados, quemados y desaparecidos ...¿entonces de qué nos asombramos? Y ¿por qué tanta propaganda a lo de París, si en este país se viven esas tragedias a diario..?
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