La iglesia católica se suma a la lucha antiterrorista; Cardenal Rivera Carrera
La iglesia católica de México, en voz de Norberto Rivera Carrera, sin más preámbulo que el de engañar a sus fieles, ha propuesto que el gobierno –o sea los mexicanos y su ejército- se sume a la guerra anti terrorista que EEUU ha emprendido contra el ISIS/Estado Islámico, un monstruo creado por EEUU, Francia, Inglaterra y la judería internacional para adueñarse de Siria. |
Augusto Hugo Peña Delgadillo.
El cardenal y arzobispo primado de México Norberto Rivera Carrera ha caído tan bajo en lo relativo al humanismo, a la política y a las cuestiones religiosas que pregona nuestra iglesia, que me avergüenza; ha dicho que México –el gobierno de México y por ende los mexicanos- no debe regatearle nada a la lucha contra el terrorismo islámico, como si ignorara que tal terrorismo como ente del islamismo no existe; como si ignorara que los promotores de dicho terrorismo son EEUU y sus aliados, a los que quiere que nuestro ejército se sume a combatir al fantasma creado por EEUU para sumar bajo sus designios a Siria, Irak, Irán, Libia y tantas otras naciones que luchan desordenadamente por sacudirse la explotación de la que son presa de Occidente.
Este discurso mendaz de Norberto Rivera -quien por cierto es encubridor de centenas de curas pederastas- me indica que nuestra iglesia está, como nuestro gobierno, en manos de los peores y que bajo el manto de la religión se suma y quiere sumar a sus fieles a una lucha igual o peor que las 8 cruzadas de los siglos XI y XII que tuvieron como fondo el adueñarse de las riquezas del Medio Oriente con pretextos tan imbéciles como el de ir a rescatar el Santo Grial y el resto de los leños de la cruz en que fue crucificado Jesús, siendo que estos dos objetos materiales no existen, sin embargo no ceja nuestra iglesia en engañar de nuevo a los católicos con sus falsarios discursos.
Me es difícil creer que el arzobispo primado de México sea tan lerdo y procaz, sin embargo lo es y nos lo demuestra de muchas maneras. No es el único en las elites de nuestra iglesia que se muestra como un canalla que engaña a los fieles católicos con barrabasadas; también lo fueron Sandoval Íñiguez y Onésimo Cepeda entre otros, los que han abusado del candor de los fieles. Lo peor en este caso es que pinta a Norberto Rivera Carrera como un canalla; es la iglesia católica en su conjunto la que ha promovido entre los católicos y quienes los gobiernan –políticamente- a que se sumen a una guerra que no tendrá jamás un final feliz para nadie.
En España, Italia, Irlanda y varias naciones latinoamericanas, también los obispos y cardenales impulsan esta guerra “anti terrorista” con los fines aviesos de congratularse con EEUU y con la judería internacional con los que han creado lazos perversos para extender los dominios de Occidente a espacios geográficos en donde el islam es mayoritario en lo absoluto.
Por un lado pregonan la doctrina de Cristo en el sentido de que sin nos golpean una mejilla, pongamos la otra en señal de paz y sumisión fraternal, y por otro nos invitan –a los católicos- a sumarnos a una guerra tan injusta y estúpida como lo fueron las mencionadas cruzadas, las que dicho sea de paso, fueron un rotundo fracaso todas, en las que los cristianos quedamos mal parados ante las conciencias de todos y cada uno de los que profesamos la religión católica. ¿Por qué ha caído tan bajo nuestra iglesia? Lo ignoro pero supongo que es porque no creen en Dios.
Para dejar en claro la procacidad de Norberto Rivera, pongo este ejemplo reciente: El sacerdote Apolonio Merino Hernández, el 7 de agosto fue suspendido por medio de un decreto canónigo firmado por el arzobispo José Luis Chávez Cabello y con el aval de Norberto Rivera. Fue retirado de la iglesia por haber denunciado junto a otros sacerdotes al cura Gerardo Silvestre Hernández por haber violado a 45 niños indígenas de la sierra norte de las parroquias de Santiago Camotlán, San Idelfonso Villa Alta y San Pablo Huitzo, en el valle de Etla. Manifestó que el propio obispo José Luis Chávez Cabello, le ofreció una mesada de 8 mil pesos mensuales de por vida –autorizada por Rivera Carrera- para que pueda vivir dignamente, pero lo quieren fuera de la iglesia porque con dicha denuncia dejó mal parada a la iglesia católica ante la sociedad y ante las autoridades.
Esta es nuestra iglesia y este nuestro Cardenal y arzobispo primado de México, quien amén de su mendacidad, quiere que los soldados mexicanos se unan a los gringos para combatir el monstruo que ellos mismos crearon, el ISIS o Estado Islámico. ¡Qué poca madre de Norberto Rivera! O, ¿Usted qué opina, estimado lector?
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