El Cuarto Informe de Rubén Moreira Valdez

El pasado 30 de noviembre, Rubén Moreira Valdez rindió su Cuarto Informe de Gobierno y contestó todas las dudas y preguntas de los diputados locales, en un evento que duró alrededor de 9 horas. Con el Informe, el gobernador concluye con el segundo tercio de su gestión y se dispone a transitar la tercera y última etapa de su administración, en cuyos dos últimos años del sexenio, las principales actividades que ocuparán el tiempo del mandatario serán las de consolidar los amarres necesarios para que la sucesión trascurra sin sobresaltos y sin escenarios conflictivos.

Rubén también invertirá su tiempo en organizar su salida, en preparar sus maletas para abandonar el poder estatal. Esta vez no habrá mayores sorpresas, porque no hay duda que el gobernador manejará pulcramente la entrega a quien habrá de sucederlo. Esta vez no sucederá lo que pasó al finalizar el sexenio de Humberto Moreira, donde la gritería opositora opacó la toma de posesión del nuevo gobernador, debido al gran desaseo con que se manejaron las actividades del gobierno humbertista.

Rubén llega a su Cuarto Informe de Gobierno totalmente fortalecido. Con mucho trabajo, ingenio y harta política, Rubén logró no solamente el reconocimiento de sus pares, sino la aceptación distinguida del Presidente Enrique Peña Nieto y su gabinete.

El gobernador, desde el principio de su gobierno, tuvo que alargar los días para hacerle frente a la desastrosa situación -política y económica- que le heredó su hermano Humberto. Tuvo que dedicarle mayor número de horas a diseñar un proyecto de gobierno que sustituyera el faltante de recursos económicos con eventos que produjeran beneficios a los coahuilenses, como la promoción de Coahuila que el mismo Rubén encabezó a distintos países de Asia para atraerse inversiones y por consecuencia, generar empleos.

Rubén ha dedicado gran parte de su tiempo en resolver asuntos prioritarios para el Estado como lo era -y sigue siendo- la seguridad pública, incluyó en su agenda gubernamental el tema de los Derechos Humanos, con buenos resultados: es el encargado de los derechos humanos en la Conago y en un par de ocasiones ha hablado sobre este tema ante organismos mundiales.

Por otra parte, Rubén ha demostrado que la política es uno de sus fuertes. Desde hace cuatro años ha lidiado con una “oposición” que no cesa de repetir en cada víspera de elecciones las mismas cosas: megadeuda y el permanente desahucio en que sus malquerientes han mantenido a Rubén por su cáncer.

El gobernador rindió su Cuarto Informe de Gobierno, en donde la principal sorpresa fue la aparición de Enrique Martínez y Martínez en el acto, lo cual muestra que de aquí para delante, la pugna entre EMM y RMV transitará por otros escenarios más pacíficos: la negociación política.

A partir de ahora, la “oposición” (si es que existe) deberá replantear su estrategia, empezando por reconocer que Rubén terminará su sexenio sin más sobresaltos que soportar las ocurrrencias protagónicas de su hermano Humberto, que no ha logrado superar la pérdida del poder. Bien harían los beneficiarios de Rubén, en reconocerle lo que otros le escamotean, cuando menos con lealtad y trabajo...