Notas de Arqueología

Rufino Rodríguez Garza.

Uno.- Aún sin el consentimiento de los ejidatarios se construye el CIMARI, en medio de varias comunidades ejidales del municipio de General Cepeda. Pues para acabarla de descomponer, en donde se levanta el confinamiento está lleno de vestigios arqueológicos: lítica, chimeneas y geoglifos. Todo esto se está destruyendo en aras del “progreso”.

Dos.- Del Rincón del Toro ya hemos hablado en otras ocasiones, pues es un sitio lleno de petrograbados que nos han proporcionado mucha información de las tribus que habitaron en el siglo XVI por estos rumbos. Es famosa la escena de guerra donde los nativos, verdaderos dueños de la región, combaten a los intrusos llegados del sur de lo que ahora es México. Se observa indios con arcos grandes y pequeños y lanzas, peleando con los europeos de a caballo, éstos con casco, espadas, malla protectora,  tridentes, etc. La escena es muy viva, muy descriptiva, y con mucha información que historiadores, antropólogos, arqueólogos y aficionados están estudiando. 

Tres.- En este lugar se grabó por muchos años, tribus llegaban y dejaban sus mensajes, se retiraban para dar paso a otros grupos que hacían lo mismo, por lo que el sitio presenta escenas de cacería, de personajes con tocado que seguramente representaban a los jefes u hombres medicina, grupos donde se observan personajes que interpretamos como una familia; también se dejó representada la fauna en la que se identifican entre otros animales a los venados cola blanca. 

Cuatro.- En Rincón del Toro podemos admirar la preocupación por la fertilidad humana, pues se encuentran grabadas mujeres en las que se aprecian los senos ó mujeres en posición de parto, dando a luz. Pero también aquí observamos dibujos relacionados con la mujer, grabaron sólo la vulva. Esto es un estilo muy propio de las culturas del norte, pues simplificaron al máximo, a tal grado que con la figura grabada de una huella nos enteramos que se refieren a un venado, oso, bisonte, felino, etc., igual en el caso de los humanos, basta una vulva para darnos cuenta que se trata de una mujer. Cabe aclarar que son escasos los motivos gráficos donde se representó a las damas.
  
Cinco.- Entre otros motivos grabados tenemos los astronómicos, son frecuentes; entre los reconocibles se localizan soles, cómputos calendáricos y representaciones del planeta Venus. Del planeta Venus y su representación, podemos decir que en las culturas de Mesoamérica, también se refieren a la “estrella de la mañana”, pero también a Quetzalcóatl.

Seis.- Rincón del Toro es rico en vestigios y lo que más ayuda es la presencia permanente de agua, mas en épocas pasadas, pero aún hoy es fácil ver corrientes de agua donde se observan ranas, sardinas y ahora descubrimos langostinos de agua  dulce y por supuesto patos y otras aves. En los alrededores del arroyo Patos, se ven chimeneas, vestigios de talleres donde los nativos trabajaron la piedra para elaborar las flechas, lanzas, cuentas y raspadores. El Patos es lo más parecido a un río en el sureste de Coahuila, su longitud es de unos cien kilómetros y su nacimiento es en la sierra de la Catana en las inmediaciones de Saltillo y Gral. Cepeda. 

Siete.- Rincón del Toro se localiza en la parte baja de la sierra de Narígua, en el lado oriente. La sierra de Narígua es de una extensión de 14 kilómetros y a lo largo de la misma, localizamos sitios de interés arqueológico. Es, por cierto un sitio abierto al público sobre todo en el ejido Mogote y Narígua. El turista y/o el estudioso tiene que dar una aportación de $20.00 ó 25.00 pesos para poder ingresar al sitio. El sitio tiene andadores, baños, asadores y playa de estacionamiento. El sitio está muy descuidado, los señalamientos ya se borraron y el agua para el baño es historia pasada. Le ha faltado mantenimiento que el INAH tendrá que resolver. Vale la pena que capaciten a uno o más de las personas del o los ejidos para que acompañen a los visitantes y evitar el vandalismo. La sierra de Narígua termina en el ejido Presa de San Antonio, que ya es parte del municipio de Parras, y en muchos lugares de la extensa serranía, podemos encontrar manifestaciones gráfico-rupestres.

Ocho.- En los alrededores de Rincón del Toro hay sitios poco explorados y otros por descubrir. Entre estos lugares está la Florida en la que se encuentran morteros fijos, morteros que fueron utilizados en la molienda, para elaborar harinas en base a los frutos secos de la región como la tuna, pitahayas, dátiles y mezquites.

Nueve.- Otros lugares dignos de estudio es el de los José, sitio con una buena cantidad de huellas grabadas de bisonte, venados y... felinos, éstos pueden ser pumas, linces, etc. Otros motivos son las cruces de Venus, y los círculos de orientación. Aquí también vemos la presencia de grabados históricos que vienen desde la época colonial donde españoles y tlaxcaltecas evangelizados dejaron huella de su religión grabando cruces, y señales de ganado (fierros de herrar), fechas etc.

Diez.- Otros sitios que merecen mención son por ejemplo La Puerta, rico en señales antiguas y coloniales,  es decir desde la prehistoria hasta los tiempos modernos. Vale la pena mencionar que aquí el vandalismo abusó, el sitio aparte de rayado es usado como letrina del ejido.

A unos pasos de La Puerta encontramos El Gavi- llero, sitio por demás intere- sante por la gran cantidad de petroglifos que allí podemos estudiar. Aquí se grabaron una buena cantidad de figu- ras humanas algunas empu- ñando lanzas, en posición de guerra. Unas huellas de ve- nado y fauna no identificada. También dibujos abstractos y cuando menos dos juegos o “patolis”.

De este lugar se ha escrito más de una nota referente a la arqueoastro-nomía, pues los dibujos grabados nos recuerdan el movimiento de los astros tanto de la luna, Venus y el Sol. La Puerta y el Gavillero sólo los divide el arroyo de Patos. 

Al sur de Gavillero se encuentra una loma pedrego- sa en donde los nativos plasmaron enormes huellas de bisonte, 16 huellas de oso y otras tantas de venado. Además, uno de los pocos, hasta ahora, sitios con pinturas, en este municipio. Destaca el color rojo pero se combina con el blanco y nos presenta un tablero de geometrismo puro: líneas rectas y quebradas, líneas paralelas y círculos, todo de difícil interpretación.

Al oriente de la Puerta, hay petrograbados que nos recuerdan el secuestro que hacían los indios de mujeres. A los hombres los mataban pero se llevaban a mujeres y niños, mismos que en la larga convivencia se convertían en un miembro más de la tribu y las mujeres se emparenta- ban con los indios y llegaron a procrear familia.

En los archivos se habla de muchos de estos casos a lo largo del territorio de Coahuila. 

Por último menciona- ré el rancho Villa Verde donde se observa un perso- naje que puede tener una flauta o en su defecto una cerbatana. Cada uno de estos lugares nos proporcio- nan información de la vida nómada de nuestros “gallar-dos bárbaros del norte”.



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