El terrorismo islámico

Augusto Hugo Peña Delgadillo.

Los problemas graves en el Medio Oriente llegaron en 1919 cuando Turquía, aliada de Alemania, perdió en la I Guerra Mundial. Francia y Gran Bretaña hicieron y deshicieron el Medio Oriente; inventaron Líbano e Israel como un valladar cristiano y judío, contra la barbarie musulmana -eso dijeron los Iluminatis* y analistas a su servicio en esas fechas- sin embargo el quid era otro, desmembrar el imperio otomano a gusto y conveniencia de Occidente y sin importarles para nada la opinión de quienes habitan esas zonas. París y Londres enviaron a sus “especialistas” para repartir -en un mapa de papel- todo el territorio conquistado y arrebatado al imperio turco, tejiendo perversamente una serie de nudos hasta convertirlos en un problema imposible de desmadejar y dividiendo a los pueblos con fronteras artificiosamente establecidas, para poder en caso requerido, controlar los conflictos por medio de sátrapas.

Ese nudo entretejido con lazos y agujas de intriga, perfidia e intereses energéticos y hegemónicos se convirtió en el nudo gordiano que hoy hay que cortar de tajo para solucionar, ahora y por largo tiempo, los conflictos múltiples que esa zona padece y que por lo mismo se han desbordado hacia EEUU y Europa. ¿Por qué? Por la sencilla razón que los gobiernos de Europa y el de EEUU son los principalísimos responsables de lo que se hace llamar terrorismo islámico, islámico es porque los habitantes de esa región son en su inmensa mayoría musulmanes y las potencias occidentales y los medios masivos en manos de judíos adiestrados en la servidumbre occidental, semánticamente catalogan el terrorismo como un fenómeno islámico, cuestión absolutamente absurda ya que el terrorismo no se empata en ninguna de sus aristas con las cuestiones religiosas.

¿O acaso los actos de terrorismo y masivos asesinatos que cometen los judíos en Palestina se le denomina terrorismo judío? No, absolutamente no. Entonces la cuestión, el quid o el meollo de la denominación de ese terrorismo que vimos en París el viernes 13 de noviembre/2015 y el de las torres gemelas en Nueva York y Washington, al igual del de Mali el 20 de noviembre, y los de la toma de las instalaciones deportivas en Munich en una olimpiada hace décadas por palestinos, no es un problema religioso sino político. Todos estos ataques, los que EEUU y Francia perpetran contra Siria y los sirios -en este caso último- se hacen en nombre de la Libertad y la Democracia, ¿y las respuestas de los agraviados en París, son en nombre del terrorismo? Esto es solo un simplismo mediático que la semántica de Occidente utiliza para engañar a los pueblos, luego, el terrorismo es todo aquello que cause terror y miedo no importa de quien venga. No nos dejemos engañar, no hay tal terrorismo islámico y explico por qué:

¿Qué diferencia hay en el terror que causa una bomba lanzada por un avión francés sobre sirios en sus casas y el que los agraviados perpetran en un restaurante de París? ¡Ninguna diferencia!

Para este último episodio de terror en París hay sólo una respuesta -llamémosle venganza- de quienes se sienten agraviados por discriminación y ataque a sus países en contra de quienes los atacan, porque hay que saber que Francia ya tenía más de año y medio -por colaboración con EEUU- bombardeando posiciones sirias, causando muerte, terror y destrucción a civiles sirios, y por ello la respuesta de esos jóvenes que se inmolaron para vengar las afrentas y agravios contra Francia, son tanto o igual de terroríficos que los abusos que el ejército francés perpetra contra aquello con lo que ellos se identifican, con el agravante, que Francia ataca a Siria para adueñarse de los bienes materiales y geográficos de los sirios, mientras las respuestas -mínimas- que esos “terroristas” musulmanes llevaron a cabo, representan sólo una defensa de lo que ellos consideran es su patria, su cultura y sus bienes. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?

Iluminatis* Una secta enorme de “Sociedades Secretas” Su motivación: (Novus Ordo Seclorum) o Nuevo Orden de los Siglos para provocar el caos y con ello dominar al mundo. Esta fuerza oculta y poderosa ha causado los acontecimientos más grandes de la historia como La Revolución Francesa, la caída de la monarquía, la caída de los zares, la Primera y Segunda Guerras Mundiales, El asesinato de J. F. Kennedy, el atentado del 11-S en EEUU, la guerra de Irak, el conflicto del Medio Oriente, entre otros acontecimientos, y una probable III Guerra Mundial, cosa que al parecer va en camino.

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