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el periodico de saltillo
Enero 2015
Edición No. 311


El Año Nuevo será según el cristal con que lo veamos

“No hay que llenar con penas
infinitas una vida tan corta”
Honorato de Balzac.

Jesús M. Moreno Mejía.

En la víspera del año nuevo vi dos titulares totalmente disímbolos: Será un gran 2015, por una parte; Inicia un difícil 2015, por la otra. El primero optimista y el segundo pesimista desde el ángulo que cada quien lo vea.

Sin embargo, dice el refrán popular que todo es según el cristal con que se mire, y sinceramente creo que esto último es una verdad irrefutable, sobre todo considerando lo afirmado por el ilustre novelista francés Honorato de Balzac: “No hay que llenar con penas infinitas una vida tan corta”, porque el sufrimiento es mayor si nos quedamos cruzados de brazos y no hacemos nada para erradicarlo.

Sin ahondar sobre la vida y obra del referido novelista francés (1799–1850), se dice que con certero instinto describió en su obra “Comedia Humana” a la gente de su patria de la primera mitad del siglo XIX, y por tanto tuvo autoridad para señalar que no hay que aceptar las penas como inacabables o infinitas, que hay que erradicarlas a como dé lugar, a pesar de ser la vida muy corta.

Al común de las personas les da por contar a todos sus problemas y comentar los males que aquejan a la ciudad, la región, el Estado y/o la Nación, pero lamentando “ser penas que no tienen remedio” o que son a muy largo plazo, y sin aportar cuando menos una idea de cómo podría resolverse tal o cual situación negativa.

Si de enfermedades se trata, leves o graves, las referimos a nuestros familiares, a los amigos como algo incurable, buscando la compasión pero rara vez la cura, pues aun cuando vayamos al médico no siempre seguimos las indicaciones al pie de la letra.

Lo mismo pasa con los problemas sociales que padecemos, nos concretamos a la crítica severa y en ocasiones insultante, pero sin aportar nada concreto para resolver la situación, y eso lo sabe el gobernante o el servidor público, mismo que tiene “la concha” suficiente para recibir toda clase de señalamientos, a sabiendas de que no pasará de ahí.

Seguimos siendo actores de la vida, cuyo papel lo seguimos de acuerdo al libreto, sin aportar nada creativo que modifique el rol que pudiera darle mejor sentido a nuestra existencia.

Incluso hay quienes se concretan a agachar la cabeza, sin querer ver lo que pasa en nuestro derredor e incluso hay quienes recurren a la fácil, resolviendo sus problemas con acciones negativas aquello que los perjudica (pidiendo como pordioseros o apropiándose de lo ajeno, en el peor de los casos).

Nuestra Patria padece de pobreza, o mejor dicho de miseria, como también se sufre en otros pueblos del mundo, e incluso hay naciones que otrora padecieron hambre pero hoy están en mejores condiciones, pues lucharon por salir adelante.

La educación, y no necesariamente la que se refiere a la educación escolar sino a la que se recibe en el hogar, es la base del desarrollo sostenido del hombre moderno, pero pareciera que vamos en sentido contrario, pues carecemos de la cultura de los principios y valores universales que nos convertirían en una nación fuerte y emprendedora.

Esto es lo que nos hace falta a los laguneros, como ya ocurrió en la primera mitad del siglo pasado cuando se llegó a tener una singular bonanza, que fue la envidia de todos en México y que desgraciadamente no se supo sostener, pues nos perdimos en la vanidad de quien tiene lo suficiente y cree que es cosa de sólo gozar la vida a nuestras anchas y lo que asegure el éxito obtenido.

Debemos buscar soluciones viables, no pretendidos proyectos independentistas de nuestra comarca, que no son factibles si no tenemos la infraestructura cultural referida y en cambio se presta para intereses particulares o de grupo, como se ha dejado entrever.

Los propósitos de año nuevo no deben ser anuales sino de cada día, pues debemos ir avanzando paso a paso y con voluntad, con aquello que realmente tengamos a nuestro alcance y no con ideas difíciles de cumplir.

En fin, con los mejores deseos de que todos logremos algo positivo en este 2015, gracias a nuestra voluntad y nuestra perseverancia, demos gracias a Dios por habernos permitido llegar a un nuevo año.

¡Hasta la próxima!

 
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