“La Coneja” inicia su teatro político
Armando Montalvo Olivo.
“La Coneja” Alejandro Gutiérrez Gutiérrez vuelve al escenario político local. A pesar de ser un político gris a lo largo de su carrera partidista, el ex diputado federal quiere convertir su sueño en realidad: ser gobernador de Coahuila. Hace creer en la capital del país, que se ha ganado a pulso ser el sucesor de Rubén Moreira Valdés en el 2017, cuando amigos de él, lo definen como un político que vivió siempre a la sombra de sus papas Luis Gutiérrez Treviño y Plácida Gutiérrez Torres, ambos ya fallecidos.
El ex senador y actual jefe de asesores de Manlio Fabio Beltrones Rivera, actual coordinador de la bancada priista en el Congreso de la Unión, ahora presume lo que había dejado de hacer, resaltar en reuniones de todo tipo ser nieto del general Eulalio Gutiérrez Ortiz, quien gobernó este país en 1914 y 1915, y ser sobrino del ex gobernador de Coahuila, Eulalio Gutiérrez Treviño.
Es un secreto a voces en los círculos sociales donde se desenvuelve Alejandro Gutiérrez de los negocios fructíferos que efectúo bajo el consentimiento de los ex gobernadores José de las Fuentes Rodríguez, Eliseo Mendoza Berrueto, Rogelio Montemayor Seguy y hasta con su entrañable amigo Enrique Martínez y Martínez, actual secretario de Estado en el gabinete de Enrique Peña Nieto. Lo toleraron por una simple razón: ser descendiente de los Gutiérrez.
La fama de “La Coneja” no acaba aquí, de acuerdo a las memorias del periodista José Guadalupe Robledo, en la Edición 289 publicada en marzo de 2013 en El Periódico de Saltillo, señala: “Alejandro Gutiérrez estaba con todos los que tuvieran posibilidades, también le hacía guiños a Enrique Martínez y Martínez, pues para esas fechas Enrique ya se había infiltrado hasta el mismo despacho presidencial, sosteniendo una relación amistosa que hasta la fecha subsiste con Liébano Saénz Ortiz, entonces secretario particular del ex Presidente Ernesto Zedillo.”
“Pese a que “La Coneja” quería ser Alcalde de Saltillo, siempre insistió en ser desleal con quienes podían ayudarlo a conseguir su aspiración: A Rogelio Montemayor lo traicionó, a Humberto Roque Villanueva le simuló amistad y a Enrique lo engañaba.”
“Pero lo peor del caso es que Alejandro, como Presidente del PRI estatal, rompió las reglas de la política priista y contaminó aún más el ambiente político adverso que para entonces tenía Montemayor (¿O la pareja gubernamental Rogelio y Lucrecia?). Fue cuando ‘La Coneja’ anunció que renunciaría a la Presidencia del PRI coahuilense, para irse al Distrito Federal a ocupar un importante cargo”.
Los logros alcanzados por Alejandro Gutierrez dentro del campo de la política son calificados como “regalos” por ser quien es. De 1985 a 1988 se desempeño como diputado local en el Congreso de Coahuila. Fue coordinador de la fracción parlamentaria del PRI, dejando una prácticamente nula participación a su paso por el legislativo local. De 1994 a 1997, ocupó una curul federal en la Cámara Baja y coordinador de los diputados priistas de Coahuila. Del 2000 a 2003, “La Coneja” fue senador.
La soberbia de Alejandro Gutiérrez lo conduce ahora a decir haber ganado la primera partida política al gobernador Rubén Moreira Valdés, bajo el argumento de que este último buscó los medios para acercarlo y no sólo para limar asperezas que existían entre ellos, sino también para apoyarlo y proponerle una serie de homenajes a quienes le dieron la vida. Incluso, el Ejecutivo giró instrucciones al legislador y Presidente del Congreso del Estado, José María Fraustro Siller para que la fracción parlamentaria priista llevara el nombre del “General Eulalio Gutiérrez Ortiz”, abuelo del ex senador.
Por fortuna de quienes vivimos en Coahuila, la falta de carisma y de oficio político de Alejandro Gutiérrez, además de una doble moral simulada, hizo que ex gobernadores nunca confiaran en su persona para postularlo a la alcaldía de la capital de Coahuila, y únicamente le ofrecieran cargos públicos en diferentes áreas para que se entretuviera e hiciera negocios personales. Como los que hizo cuando ocupó la Dirección de Servicios Aeroportuarios en la entidad.
Un ejemplo es cuando el sabinense y ex recluso federal, Rogelio Montemayor Seguy, actual funcionario del Gobierno Estatal y asesor de la decadente Universidad Autónoma de Coahuila, se inclinó por Salomón Abedrop López sólo para que perdiera con el panista Manuel López Villarreal, descendiente de los dueños del Grupo Industrial Saltillo (Isidro y Javier López del Bosque. Ambos fallecidos) y con quienes se había negociado la Presidencia Municipal.
Hablar de “La Coneja” es recordar que es un “junior” con poder heredado por su familia. Es accionista y consejero industrial del ramo minero, empresario agricultor y ganadero y con negocios en la industria del transporte aéreo y terrestre, como la célebre compañía recordada como Transportes Aéreos de Coahuila S.A. TACSA.
Alejandro Gutiérrez pasará a la historia de la Legislación LIX de la Cámara de Senadores, como un político que nada hizo cuando encabezó la Comisión Especial que investigó el mercado ilícito y robo de combustible en menoscabo del patrimonio de lo que queda aún de Petróleos Mexicanos. Eso lo supieron en su momento, Rogelio Montemayor, Carlos Juaristi, y Antonio Juan Marcos Issa cuando el caso Pemex-Gate se ventiló ante la opinión pública en el sexenio del ex presidente panista Vicente Fox Quezada.
El ex presidente municipal de Saltillo, Rosendo Villarreal Dávila (tío del ex edil Manuel López Villarreal y de Isidro López Villarreal) a su paso por Pemex, recopiló datos importantes del saqueo e impunidad en la que estuvieron involucrados estos coahuilenses. Pero, como era de esperarse, sólo fueron exhibidos y están libres actualmente.
“La Coneja” pasó de noche cuando integró también la Comisión Especial para investigar el funcionamiento del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario, que después fue quebrantado. Simuló acciones cuando formó parte de otras comisiones como la de Hacienda y Crédito Público y la de Comercio y Fomento Económico. Se distinguió siempre por su voz y su sonrisa únicamente siendo complaciente con sus homologos.
El descendiente de la familia Gutiérrez, quien nació un 16 de noviembre de 1956, es definido como un político que desembolsa grandes sumas de dinero cuando la aplica a su política pública individual. En sus periodos de largo tiempo en la capital del país, hizo amistades importantes y negocios con empresarios, entre ellos con descendientes del hombre más rico del mundo, Carlos Slim Helú.
En Coahuila también hizo negocios y lo alarmaron cuando el empresario monclovense Rolando González Treviño, fue detenido cuando se encontraba de viaje en Las Vegas, Nevada, en noviembre de 2014, tras ser señalado por las autoridades de Estados Unidos, de delitos como Lavado de Dinero y Conspiración. Incluso, ser uno de los favorecidos del ex gobernador Humberto Moreira para adquirir concesiones de medios electrónicos con dineros del pueblo.
Alejandro Gutiérrez aceptó haber tenido una inversión con González Treviño para la instalación de un canal de televisión en Coahuila, pero afirmó que eso ocurrió hace 12 años atrás, y lo hizo junto con otros inversionistas. “La Coneja” volvió a dar de qué hablar porque en abril de ese mismo año, una avioneta Cessna 210 de su propiedad, le fue robada del hangar Jetco ubicado en los patios del Aeropuerto “Plan de Guadalupe” en Ramos Arizpe.
Días después la aeronave explotó en condiciones extrañas en un predio del municipio de General Cepeda. Hasta ahora ninguna autoridad ha informado si existe o no algún transfondo, porque este ilícito podría estar presuntamente vinculado con otros robos de avionetas de este tipo registrados en Nuevo León y Durango. Otros de los afectados es el ex edil de Torreón, Carlos Román Cepeda.
En este momento, Alejandro Gutiérrez anda desbocado y desesperado por llegar primero a ser legislador federal por la vía plurinominal y coordinador de la bancada priista, para luego contender por la gubernatura coahuilense. No hay mañana para él. Sólo que sus detractores en Coahuila cada vez son más por ser político desarraigado y velar siempre por los que más tienen.
Sabe que la clase política “acomodada” en la entidad, como los Arizpe, los López, los Martínez, los Ancira, entre otros, podrían inclinarse en un momento dado por su postulación, pero todavía falta ver la operación electoral futura del fanático de la melodía “Back in Black” del grupo AC/DC, reconocida por decir “Tengo nueve vidas ojos de Gato”. La última carta la tiene éste último bajo su manga.
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