La Violencia y José Clemente Orozco

José Luis Carrillo Hernández.

José Clemente Orozco, pintor jalisciense de Zapotlán hoy Ciudad Guzmán, nacido en 1883 y muere en 1949, pertenece a la escuela mexicana de pintura que se gesta en el periodo revolucionario y post revolucionario con el antecedente inmediato de la obra del grabador José Guadalupe Posada, conocido por la famosa Catrina bautizada así por Diego Rivera, quien junto a David Alfaro Siqueiros y el mismo Orozco forman el mundialmente conocido movimiento muralista mexicano de pintura.

Así como La Gráfica de Posada encarna todo el espíritu de una época donde los contrastes humanos aparecen tan radicalizados que hacen imposible sus manifestaciones unas violentas, otras críticas y represivas las demás, así también Orozco se decide por la crítica social, por la imágenes expresivas que busca hacer conciencia de una revolución en un pueblo al que se busca educar a través de las imágenes

José Clemente Orozco fue estudiante de agronomía y a la edad de 23 años ingresa a la Academia de San Carlos convencido de su verdadera vocación: la pintura. Por algunos años ejerce como caricaturista de algunos periódicos de la capital como El Hijo del Ahuizote y La Vanguardia. Es la generación de jóvenes artista testigos del proceso revolucionario.

En 1922 junto a otros artista forman el Sindicato Mexicano de Pintores y Escultores Revolucionarios, desde donde con el apoyo del estado despliegan un gran actividad pictórica muralística con su discurso revolucionario, pedagógico, popular, evangelizador, como en el Renacimiento.

José Clemente Orozco nos hereda una pintura que nos obliga a reflexionar más allá de lo estético, poseedor de un lenguaje donde la figura humana es un ABC de una narrativa épica, heroica, violenta, dolorosa y cruel, tejidas con pinceladas sueltas y libres, marcando y delimitando formas, colores, y expresiones, cálidas y frías, algunas veces contrayéndose, otras expandiéndose o elevándose del inframundo al treceavo cielo, ¡dramático!

Bellas Artes en el DF, el Hospicio Cabañas en Guadalajara, la Escuela Nacional Preparatoria entre otros importantes edificios del territorio nacional y de Estados Unidos, recibieron la obra monumental del maestro José Clemente Orozco, sin embargo existe obra poco conocida del autor, como es la de caballete y sus dibujos, de éstos últimos la UAdeC nos acerca a una serie de reproducciones en placa de zinc, mismas que conformaron la serie La Verdad, 20 dibujos que comprende la exposición que el artista realizó en 1945 en el Colegio Nacional en la ciudad de México.

Sin duda un trabajo extraordinario que nos revela del pintor una faceta poco conocida, formatos pequeños, donde cuerpos en movimiento, decadentes y hasta arrastrándose, algunos martirizados, otros sumidos en un festín de obscuras formas que como individuos monstruosos de sombras y mancha parecen devorarse a sí mismos, en espasmos violentos, a veces fragmentados o mutilados en un trazo limpio, fuerte y preciso al que no escapan los modelos clásicos transfigurados en esas formas hoy tan comunes que publican las gráficas de las páginas rojas y amarillistas de los diarios, tan comunes que ya dejaron de asombrarnos, producto de las actividades humanas ilícitas y subterráneas que el mundo de hoy encuba y arroja a nuestros pies, la violencia institucionalizada.