La gráfica coahuilense y los trucos digitales

José Luis Carrillo Hernández.

Una muestra bastante amplia de la gráfica coahuilense es la que se exhibe temporalmente en el Museo de las Artes Gráficas, y aun que no están todos los que son, ni son todos coahuilenses, es bastante interesante pues es una pequeñísima muestra de esa colección de cerca de cuarenta ejecutantes de la gráfica con distintas técnicas, que van desde los más tradicionales, como son la xilografía y el grabado en placa de metal, pasando por el hueco grabado en linóleo y lo más reciente, gráfica con imágenes digitales, donde desaparece el recurso manual del trazo directo, donde las imágenes son manejadas a partir de programas en computadoras e impresoras ajenas a las emociones del pintor o el ejecutante.

En esta interesante muestra es un tanto desconcertante por la mala ubicación de las fichas técnicas lo que hacen que el espectador se confunda, si a esto le agregamos, que el público sólo ve resultados y desconoce lo medios para lograrlo, el público no sabe que aquellas imágenes tan bien logradas, son trucadas, que son imágenes, líneas, formas y colores manipuladas a partir del software, que son los que hacen eso que sorprende frente al trabajo manual y artístico de los verdaderos creadores, que no trucan ni usan imágenes ajenas, sino que ejecutan y tienen en sus manos todo el proceso gráfico o pictóricos,

Así el individuo primero dibuja y diseña, luego prepara su placa o matriz grabándola para pasar luego al proceso de reproducción o impresión, además de ciertos recursos muy escasos y sencillos, es el mismo o un técnico impresor el que entinta e imprime, no es un ordenador ni un impresor digital el que hace el trabajo, ¿será que las máquinas sustituirán a los artistas?

Ya anteriormente en exposiciones locales de pintura han confrontado también este tipo de trabajos, donde el técnico en el software tiene todas las paletas ya resueltas, con toda la gama infinita de colores, todas las técnicas, todos los acabados, todos los formatos, sin cansarse, sin mancharse, desde la comodidad del hogar, en pantalla, ¡huy¡ y no sé que más, para presentarnos imágenes fantásticas, utópicas e increíbles, todo con un simple ¡Clic!

En estos términos tenemos que plantear un tercer espacio museográfico donde sean éstos, los ejecutantes del llamado arte digital, los que se confronten entre sí y exploten estos sistemas que no son técnicas artesanales, creo que eso sería lo mejor para todos.

Bueno, pues a pesar de esto y del mal diseñado MAG, que no le resta importancia a los magníficos contenidos del mismo, como: José Guadalupe Posada punta de lanza de la escuela mexicana y murió sin saberlo, Leopoldo Méndez fundador del taller de la gráfica popular, la coahuilense Elena Huera miembro del mismo taller, como también el mexicoamericano Pablo O´Higgins, entre otros destacados maestros de la gráfica y de la plástica mexicana. Obra valiosa que podemos disfrutar no sólo por su fina factura y aplicación de la técnica, sino también por su temática: revolucionaria, nacionalista y heroica, así como crítica, mordaz y divertida.

Sin duda una mención y reconocimiento especial se le debe tener a Antonio Herrera, ya que fue durante su gestión como coordinador de artes visuales del entonces Icocult, que dio inicio la construcción de este espacio y se preocupó por enriquecerlo con la gráfica de coahuilenses creadores vigentes, actuales, abrió todos los espacios de exposición, los talleres para que se presentara y generara obra gráfica y plástica, convocó a todos sin distinción, incluyente, preocupado por el desarrollo y la promoción de la plástica coahuilense y sus ejecutantes, ahí está su trabajo y el de muchos trabajadores de las artes plásticas, un trabajo que se hizo a ras de tierra, aterrizado, sin soberbias ni falsas poses de artistas metidos a burócratas. ¿Porque no toman su ejemplo?

Por lo pronto dese una oportunidad y visite este museo, que tiene mucho que mostrarle y qué decirle.

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