Mujer prohibida
Oliverio Ascascius.
Si pudiera recordarte hora tras hora
sin poder olvidarte ni un solo instante.
Si pudiera contemplarte
sin que te muevas
hasta extasiarme por completo
de tu asombro de mujer.
Si pudiera acariciar tu piel suavemente
y sin motivo alguno.
Si pudiera besar tus ojos con mis ojos
en un beso que solo entienden los enamorados.
Si pudiera pasear contigo
caminando libres
por las calles mojadas de un día otoñal.
Si pudiera hacer vibrar
esas penas adormecidas
en un tierno idilio ya creído muerto.
Si pudiera acaso divagar contigo
en una conversación íntima
y sin testigos,
solo la tenue penumbra
de nuestra luna aliada
o la misteriosa luz de una vela encendida.
Si pudiera en fin
estrechar tu cuerpo con mi cuerpo,
lo haría con toda la fuerza
y el enorme cariño
que tú, mujer prohibida
y de otro hombre,
inevitablemente me inspiras. |