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el periodico de saltillo
Julio 2015
Edición No. 317


“Proyecto Moreira”

 

Armando Montalvo Olivo.

Se dice fácil, pero mantener el control político de Coahuila desde hace más de 10 años no cualquiera lo hace. Lo inició Humberto Moreira Valdés, pero términó desgastado y muy criticado en todos los ámbitos de la sociedad por la multimillonaria deuda que dejó. Los coahuilenses votaron por su hermano Rubén Moreira, quien ahora se juega no sólo su honorabilidad, sino el todo por el todo al igual que el de su familia.

El Ejecutivo tiene lista su estrategia electoral para las próximas elecciones. Miguel Ángel Riquelme Solís, Armando Luna Canales, Juan Carlos López Villarreal, Miriam Cárdenas Cantú y David Aguillón Rosales, son solo algunos con quienes el gobernador se apoyara para sacar adelante su proyecto político en la entidad.

Hasta ahora, todo indica que la cargada moreirista respaldará -llegado el momento- a Riquelme Solís para que sea el “candidato de unidad” del PRI para la gubernatura.

Sin embargo, si este candidato se cuestionara en la cúpula nacional priista, el “Proyecto Moreira” no dudaría en nada para que Riquelme renunciara en un momento dado al PRI y se refugiara en alguno de los partidos conocidos como la “chiquillada”, o bien se decidiera para que se postulara como candidato independiente.

Eso, si, la estructura priista estatal que maneja el “Proyecto Moreira” desde hace 10 años, seguirían a Riquelme Solís sin abandonar las filas del tricolor y lo harían ganar por una sola razón, no hay partido de oposición que le haga frente.

Debe destacarse el trabajo que desde hace tiempo atrás realiza el ex comisionado en Seguridad Pública y actual Secretario del Ayuntamiento en el Municipio de Torreón, Jorge Luis Morán Delgado, a favor el edil torreonense.

Su habilidad para el manejo de información de inteligencia lo coloca como la voz principal de Miguel Ángel Riquelme. Ya lo hizo una vez con el ex secretario de Gobierno, Raúl Sifuentes Guerrero, en el sexenio de Enrique Martínez.

Actualmente, Morán Delgado es conocido en el Gobierno Estatal como “El Patriota” por el trabajo “difícil” que hizo años atrás para limpiar la imagen de un sistema de justicia penal que aprovechó la inexperiencia legal de un gobierno panista. Su labor que haga de aquí en adelante será de vital importancia para que Riquelme Solís se convierta en el sustituto de Rubén.

Si se analizan las razones que tuvo Rubén Moreira para nombrar a la diputada local Verónica Martínez en la dirigencia del PRI estatal para relevar a David Aguillón Rosales, trae un mensaje fácil de descifrar, porque lejos de tratar aparentar un seguimiento de trabajo en la estructura y mantener la unidad priista, lo único que conseguirá la legisladora lagunera es causar divisionismo entre las mismas mujeres priistas principalmente por lo voluble que es y porque sólo piensa en ella.

Y si alguien duda de lo anterior, solo tienen que preguntarle al diputado y actual presidente del Congreso del Estado, José María Fraustro Siller que prefiere tomar su distancia y evitar algún mal entendido con Verónica Martínez, quien ya se siente como la futura alcaldesa de Torreón.

En el “Proyecto Moreira” sin duda uno de los favorecidos será Álvaro Moreira, quien se convertiría en uno de los hombres de confianza de quien ser el sucesor de Rubén en Palacio Rosa.

Otro es Carlos Moreira, quien también se juega su futuro político y a pesar de lo que se diga, nunca podría haber llegado a dirigir las secciones 5 y 38 del SNTE en Coahuila, de no ser porque sus dos hermanos se convirtieron en gobernadores de la entidad.

Lo mismo sucedería con el abogado, Jesús Pader Menchaca, cuñado del Ejecutivo y actual presidente del Partido Nuevo Alianza en el Estado, quien de no estar emparentado con los Moreira, jamás hubiera obtenido excelentes sueldos desde hace una década.

Pero, Rubén Moreira no la tiene fácil para sacar adelante su proyecto político, si se considera que a quienes apoyó él y su hermano Humberto, son ahora sus principales detractores, como el diputado federal, José Luis Flores Méndez, “El Chapo”; la senadora Hilda Flores Escalera; el legislador plurinominal electo, Javier Guerrero García; el delegado de la Secretaria de Economía en Nuevo León, Enrique Martínez y Morales; el secretario de Desarrollo Rural, Noé Garza Flores; el ex rector de la UAAAN, Jorge Galo Medina, y el Rector de la UAAAN, Jesús Valenzuela, entre otros, quienes de tiempo atrás no concuerdan con la forma como opera la política Rubén en el Estado.

La lista de ex funcionarios y otros que siguen cobrando en la nómina crece, y todo parece que por ahora tienen puestas sus esperanzas Enrique Martínez hijo, en Hilda Flores y Javier Guerrero, que siguen recorriendo el Estado cada semana para ganar adeptos.

El panorama político que vivimos actualmente no debe alarmar a nadie, y muchos menos a quienes aspiren a un puesto de elección popular en el 2017, si se considera que las campañas de difamación orquestadas siempre han existido desde antaño, solo que ahora las redes sociales las hacen diferentes. En este momento, los políticos no soportan ni lo más mínimo de critica, y más cuando se les cuestiona por sus tareas diarias y no cumplen con sus obligaciones de trabajo.

Por lo pronto, Miguel Ángel Riquelme, Hilda Flores, Javier Guerrero y Enrique Martínez Morales han levantado la mano y quieren contender por la gubernatura. Lo que ocurra de aquí en adelante será un juego político de dimes y diretes y de espionaje telefónico. Hasta ahora quien lleva la delantera es el edil de Torreón.

 

 

 
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