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el periodico de saltillo
Junio 2015
Edición No. 316


Nueva estrategia: genérica, timorata y sin rumbo


Samuel Cepeda Tovar.

Cuando en el año 2000 durante el gobierno panista de Vicente Fox se promulgó la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información, ciertamente existían más dudas que certezas sobre el concepto mismo de la transparencia y la rendición de cuentas, a partir de ese momento, dicho derecho y a la vez prerrogativa ciudadana se ha ido abriendo paso, poco a poco, y demostrando que como herramienta ciudadana ha resultado ser eficaz en el combate a la opacidad y la discrecionalidad.

Para los que hemos hecho uso constante de dicho derecho, pudimos percatarnos que ciertamente algunas opacidades salieron a la luz, sin embargo, salió a relucir otro flagelo que ciertamente dejaba incompleto el ejercicio del combate a la corrupción, me refiero a la impunidad. Y es que de poco servía accesar a información que permitiera conocer casos de corrupción si no había castigo para los conculcadores de la ley.

Pues bien, recién se ha aprobado en el sexenio priísta actual, la ley del Sistema Nacional Anticorrupción, que como reforma estructural intenta combatir la corrupción y todos los males que de ella emanan y aunque no es de ninguna manera una herramienta ciudadana como lo es la ley de transparencia, la nueva ley plantea aspectos novedosos para combatir la impunidad y la corrupción en sus orígenes.

Algunos aspectos que resultan importantes dentro de esta ley son los relativos al diseño y promoción de políticas para fiscalizar y controlar recursos públicos; prevenir, controlar y disuadir faltas administrativas y hechos de corrupción, con especial atención a las causas que los generan. Este apartado resulta novedoso, sin embargo no queda claro de qué manera el comité enfrentará las causas de la corrupción con especial énfasis. Es más ni siquiera queda claro a ciencia cierta cuáles son las causas de la corrupción en nuestro país, ya discurriría sobre el tema con agudeza magistral Federico Reyes Heroles en ese inaugural texto de los cuadernillo de transparencia: Corrupción: de los ángeles a los índices. Y hasta el día de hoy, todos sabemos qué es la corrupción, quizá dónde se encuentra, pero no exactamente dónde se origina.

Veo en la nueva estrategia un cúmulo de buenas intenciones, veo unión de esfuerzos entre la Auditoria Superior de la Federación, Fiscalía Contra el Combate a la Corrupción, Secretaría Ejecutiva de la Presidencia, Consejo de la Judicatura Federal, Instituto Federal de Acceso a la Información Pública y Tribunal Federal de Justicia Administrativa. Pero sigo sin observar claridad o contundencia dentro de dicha “liga de la justicia”, es más, ni siquiera una línea definida de acción como punta de lanza para enfrentar los orígenes de la corrupción. Además de que no existen garantías de su adecuada implementación.

Estrategia novedosa, sin duda, pero suspicaz, demasiado genérica, timorata y sin rumbo claro. Esperemos que no termine como aquella famosa iniciativa presidencial de “renovación moral” de López Portillo que sencillamente disparó exponencialmente aquél mal que habían jurado combatir.

http://enroqueanalitico.blogspot.com

 

 
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