Junio 4 día mundial de la leche.
¿Con arsénico o sin arsénico? Pregunto

Augusto Hugo Peña Delgadillo.

El presidente de la Federación Mexicana de Lechería, Vicente Gómez Cobo, dijo que se está estableciendo una campaña de información para que la gente aprenda a alimentarse de una manera más sana. Dice que el gobierno se ha quedado corto en apoyo a los productores y por ello en México solo se consumen 132 litros al año por habitante. ¿Cuál debería ser el consumo por habitante diario para que la población se considere –en este rubro- bien alimentada? Expertos dicen que deberían consumirse por habitante al día, 600 mililitros, o sean 220 litros por año. La cuestión es que estas estadísticas mienten porque menos de la mitad de la población –ricos y clase media alta y baja- sí consumen hasta más de 600 mililitros por persona, y el 70% de la población solo consume 59 litros por año, a sean 160 mililitros por persona. ¡Ojo!... es estadística.

Los que toman leche no saben si esta contiene arsénico u otros materiales dañinos que incidan en enfermar al organismo, resultando este tipo de alimentación, prácticamente comida chatarra. El gobierno compra millones de litros de leche al día para repartirla a bajos precios entre la gente pobre. ¿Esta leche contiene arsénico? No hay que olvidar que hace años Raúl salinas –informe de Flavio Valdés Pérez Gasga- compró en el exterior leche en polvo contaminada con materiales radioactivos cancerígenos, peores que el arsénico- En La Laguna, –de Durango y Coahuila- tengo varios informes que la leche LALA, el yugur y el queso asadero de la misma marca, contienen arsénico 0.39 microgramos por litro (La Leche) cuando lo permisible para mantener la salud según la OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda 0.10. La leche y los otros productos eran marca LALA y quien mandó hacer el estudio y los análisis fue Humberto Moreira Valdés.

¿Por qué Humberto Moreira no hizo público el resultado de los estudios y análisis? Por irresponsable. ¿Por qué LALA no informa públicamente el contenido de arsénico en la leche y otros productos? Por voracidad pecuniaria. ¿Por qué la Secretaría de Salud no hace nada al respecto? Porque la secretaria del ramo, la doctora Mercedes Juan López –de origen lagunero por cierto- es una inepta, irresponsable y se la pasa en puras premiaciones. ¿No acaso acaba de fracasar rotundamente en el intento de universalizar la medicina pública en México? Esta señora doctora y los titulares de CONAGUA a nivel nacional y en La Laguna –quienes por cierto y gracias a Dios han renunciado por abusar de los bienes del Estado- asumen esos puestos para enriquecerse y la salud de los mexicanos les vale un cacahuate. Están en la pandilla privatizadora del agua potable y para usos industriales, mineros, agroindustriales y para comercializarla en botellas y garrafones. Preguntémonos, ¿el agua de garrafón y embotellada contiene arsénico?

El arsénico es un veneno que afecta sobremanera al humano, en La Laguna todo mundo lo consume en bebidas y alimentos, ¿vamos a seguir tragándolo y bebiéndolo sin protestar?

Así pues y con toda esta problemática, el día de la leche pasó desapercibido en La Laguna, una comarca que produce muchos millones de litros de leche al día y tanto los productores como los comercializadores, se hicieron los muertos para no tener que hablar del arsénico en la leche, y también cuidan que no se hable del arsénico en el agua, porque al parecer –según Flavio Valdés Pérez Gasga el asunto es añejo, y él –lo dice él- lo vivió como espectador de primera línea porque su padre fue quien acuño el término de arsenicismo y junto con otras personas, hizo estudios para investigar el origen de las dolencias de no pocos laguneros, resultando que al analizar huesos, cabellos y uñas, encontraron niveles altos de arsénico, cosa que según el propio Valdés Pérez Gasga no envenena –supongo ipso facto- pero sí es causal de cánceres y algunas dolencias crónicas. El problema pues, es que los laguneros estamos envenenándonos con arsénico, ya sea con leche, con agua o con cualquier alimento elaborado con agua o leche. Ahora hay que ver si también con la carne, las verduras y las frutas producidas en La Laguna, estamos ingiriendo arsénico, ya que he sido informado por el mismo señor Valdés Pérez Gasga que el maíz y la alfalfa que consumen las vacas –lecheras y becerros de engorda- contiene arsénico, por lo que supongo que el tomate, la cebolla, la papa, el chile y otras frutas y legumbres que aquí se siembran y cosechan igualmente nos envenenan. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?

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