 Cartelera literaria
Salomón Atiyhe Estrada.
Abril: Se conmemora el Día Internacional del Libro.
Octavio Paz Lozano, (como autor firma solamente Octavio Paz) –ciudad de México 1914- nació en la colonia Juárez y pasó su infancia en Mixcoac. Empezó a escribir en 1931 cuando estudiaba en la preparatoria y fundó entonces la revista Barandal, un “muestrario caótico” que alterna trabajos de Joyce, Marinetti, Einstein... Paz debuta en ella con el poema “Preludio viajero”. Su primer libro fue Luna silvestre (1933) que editó Miguel N. Lira.
Los años siguientes conmueven al mundo. La guerra civil española hace ver que el porvenir de la cultura está en juego, amenazada de exterminio por el nazifascismo. Publica entonces “No pasarán” (1936). Al año siguiente, y con un intervalo de tres meses, aparecen los poemarios Raíz del hombre y Bajo tu clara sombra. A continuación la vida del poeta se desarrolla vertiginosamente, en 1938 trabaja para la Secretaría de Educación Pública como profesor de Artes plásticas con 12 horas, lo contrata Celestino Gorostiza, el dramaturgo hermano del autor de Muerte sin fin. El Paz antifascista de la Guerra Civil Española es también el Paz que necesita ganarse el sustento. Deja la carrera de leyes, viaja a Yucatán, se casa, permanece un año en España, dirige con los poetas jóvenes Huerta, Solana y Quintero la revista Taller, dirigida por Octavio Paz a partir del número cinco, la revista duró poco más de dos años: de diciembre de 1938 a enero de 1941, en cuyo periodo logró doce entregas, “Taller no quiere ser el sitio en donde se liquide una generación sino el lugar en que se construye el mexicano y se rescata de la injusticia, la incultura, la frivolidad y la muerte...” Escribe copiosamente, publica Entre la piedra y la flor (1941) y A la orilla del mundo (1942 y viaja a Estados Unidos.
En 1945 ingresa al servicio diplomático y se le comisiona en Francia. “Libertad bajo palabra” ve la luz en 1949 (después englobaría con este título su obra poética de 1935 a 1957, reunida en 1960) y al año siguiente aparece “El laberinto de la soledad” y posteriormente “Pos data”, lo que no se dijo en Laberinto, su ensayo más conocido, libro de bolsillo y consulta obligada para los mexicanos en esa década. Este periodo de Paz culmina con ¿Águila o sol? (1951) prosas influidas por el surrealismo; “Semillas para un himno” (1954), “Piedra de sol” (1957) y “La estación violenta” (1958). Piedra de sol, destaca en su obra, no sólo por estar compuesto en 584 endecasílabos en verso blanco y estructurado en forma de círculo: termina como empieza, no hay mayúscula inicial ni punto final. “El tema central –dice Paz- es la recuperación del instante amoroso como recuperación de la verdadera libertad”. En 1968, renuncia a su puesto de embajador en la India como protesta al régimen de Díaz Ordaz y la matanza de Tlatelolco el fatídico día 2 de Octubre.
Octavio Paz, escritor incansable, su obra creció infinitamente, le siguieron “Sor Juana Inés de la Cruz o Las trampas de la fe”, “Conjunciones y disyunciones” y muchos poemas más que usted, amable lector, deben descubrir.
Julio Cortazar, es uno de los escritores que recomendamos leer a los universitarios, su novela más conocida es “Rayuela”, una narrativa fantástica, fascinante; transformó los anhelos metafísicos en motivos literarios comprensibles y compartibles, les dio cause en “El perseguidor”, en “Bestiario” deslumbra con situaciones mágicas; en “Ómnibus” nos adentra en una extraña experiencia que disloca las sensaciones; en “Casa tomada” vivimos una invasión fantasmal; los conejitos vomitados en “Carta a una señorita en París”. En Rayuela se trocó en la necesidad de búsquedas diferentes, mucho más cercanas a la realidad compartible que sus relatos fabulosos. Este Argentino enorme de la literatura vivió exiliado en Francia; su conciencia social la manifiesta en textos como “Libro de Manuel”, “Reunión” o “Apocalipsis de Solentiname”, Cortazar inició un largo viaje hacia la modernidad estremecida. En 1983 se dieron a conocer sus libretas de apuntes coetáneos a su gran novela, el Cuaderno de bitácora de Rayuela, donde se aprecia al escritor y al hombre que busca anhelosamente darle un significado más humano a la literatura. Otras de sus obras son: “Los autonautas de la cosmopista o un Viaje atemporal París-Marsella”, “62 Modelo para armar”; “La vuelta al día en ochenta mundos”, “Ultimo Round”, “Un tal Lucas”, “La autopista del sur, en todos los fuegos el fuego”, “Manuscrito hallado en un bolsillo, en Octaedro”, “Discusión, José Luis Borges”; en “Historias de Cronopios y de Famas” Julio Cortazar deja ver una vena humorística que irriga sus ensayos posteriores, es un desafío al sentido común, a la falsa solemnidad detrás de la cual se ocultan toda suerte de abusos; el humor y el juego son, por lo tanto, básicamente “subversivos”, sirven para cuestionar la pretendida “fidelidad” del realismo. Lea la obra de Julio Cortazar y descubra al Gurú de la literatura que nos prendió en los años 60, 70, 80... En 1980, la Universidad Veracruzana lo invitó a dar una conferencia “Realidad y Literatura” en Jalapa, más de mil personas abarrotaron el Auditorio de Humanidades y jóvenes y adultos tuvieron que sentarse en los pasillos, Cortazar leyó su conferencia estremecedora a propósito del exilio y de la situación de los escritores latinoamericanos; sorprendido por la multitud, la presencia de las cámaras de televisión y los micrófonos de radio, y luego al terminar por el alud de gente que quería seguir escuchándolo, o tocarlo o pedirle su autógrafo en cuadernos, hojas sueltas, cualquier cosa o mano. Ese año, yo fungía como director de la Escuela Normal Superior de La Laguna y el recordado maestro Max Rivera, dirigía el Departamento de Cultura, hizo todo lo posible por que nos visitara, aún cuando era el mes de septiembre y nuestros maestros-alumnos eran de cursos intensivos, pero debido a su edad y lo cansado del viaje y su participación como jurado en el Concurso Proceso y Nueva Imagen, no se pudo.
Juan Rulfo, (1918-1986) Mexicano. Nació en Sayula, Jalisco. Pasó su niñez en la hacienda de sus abuelos. En 1924 perdió a su padre: “ lo mataron una vez cuando huía... y a mi tío lo asesinaron, y a otro y a otro... y al abuelo lo colgaron de los dedos gordos, los perdió... todos morían a los 33 años”. Pocos años después se le murió su madre. Estudio para contador y trabajo en la Oficina de Migración, la Compañía Goodrich y la Comisión del Papaloapan. Publicó sus primeros cuentos en la revista Pan de Guadalajara: Sus únicos dos libros bastante conocidos y estimados son la colección de cuentos El llano en llamas (1953) y la novela Pedro Páramo (1955) ambas publicadas por el Fondo de Cultura Económica. Después de un silencio editorial de más de veinte años, Rulfo se reveló en 1980 como guionista de cine y como fotógrafo en El gallo de oro y otros textos para cine y en Inframundo o El México de Juan Rulfo. Francia, a su concurso literario más importante le concede el nombre de Juan Rulfo, en su honor y reconocimiento. En la colección de cuentos El Llano en llamas, sobresale el cuento Diles que no me maten, por la técnica experimental en su narrativa a un tema nacional como lo es el campesino y su drama cotidiano con la tierra. Analizar la forma en que Rulfo le da voz a todos sus personajes, hasta al muerto, lo hace aparecer como un rompecabezas, o el estilo cubista, pero el lector aprende a manejar el lenguaje dialogado y la forma de resolver una historia contada por sí misma. En Pedro Páramo, Rulfo nos sorprende, nos lleva a Cómala que bien puede ser la realidad nacional, a las tierras del cacique Pedro Páramo, nuestra realidad política. Se sitúa en el neorrealismo, en un mundo de muertos... El mes de abril, el 23, se festeja el Día Internacional del Libro, qué mejor que regalar uno de los libros de los autores arriba citados y participar en la promoción de la lectura. Es hora de decir no a la literatura chatarra, a los pasquines y fotonovelas que se venden por millones en México e iniciemos una Revolución cultural. |
