Todo un relajo nacional

Fidencio Treviño Maldonado.

Así se le enseñó al pueblo, es la muestra del modelo que entre mucho circo, teatro y maroma y poco pan, por siglos ha estado manejado y sometido el pueblo, ahora con el relajo de la democracia en el país, esto se convirtió en un caos. Un futbolista es candidato para alcalde de una gran ciudad, no es raro ya que hace años el famoso, Isidoro “El Chololo” Díaz, jugador de un equipo de Jalisco fue presidente municipal y jugador de futbol; un torero también fue Alcalde y ni qué decir de artistas. Ante la apertura de este espectáculo de gastar a manos llenas dinero, de no pagar culpas, ser ases de la corrupción y otras miasmas que imperan en nuestra clase política, una conductora de televisión se avienta para candidata a gobernadora en Nuevo León, un payaso es candidato para presidente municipal y su hijo, otro payasito, va para regidor en el mismo ayuntamiento, dos pésimos actores también van como candidatos para presidentes municipales, a esto agréguele aquella ruindad que llevó a cabo el PRD con López Obrador y un chiste llamado Juanito que ganó en Naucalpan o en Neza, que para el caso es lo mismo.

Además todos los tipos de líderes: de los recolectores de la basura, de las aeromozas, de las trabajadoras sexuales, que entre otros han ocupado puestos en la farándula política. Nada de culpa tienen estos deportistas, actores y líderes de que se lancen al ruedo de los políticos, si vemos como empresarios y hasta gángsters han llegado a ocupar puestos y siguen tan campantes, el caso más importante es nuestro actual presidente Peña Nieto, quien a base de un culto a su personalidad y el de su esposa, la actriz Angélica Rivera, apodada “La Gaviota” por el papel que interpretó en una novela, es sin duda el más alto ejemplo de este país.

El martirio de aguantar a tanto espontáneo que se avienta al ruedo de la pasarela política y la viacrucis por la que atravesamos con los miles de anuncios de los partidos políticos en que cada uno tiene la verdad absoluta, según la cifra estipulada por el INE (antes el IFE) para cada partido y candidato será de 26,000 anuncios, es decir unos tres millones de anuncios en prensa, radio y televisión en total ¿Para qué? Para que los partidos con el palomeo consabido o el dedazo divino pongan a los que ya fueron y que de plano no sirvieron para nada cuando estuvieron en alguna función pública, los seudopoliticos que han llevado al país en el lugar en que estamos, aunque hay que aclarar que también el pueblo, lo ciudadanos tenemos mucha culpa ya que como dice el mejor poeta pueblerino del país, José Alfredo Jiménez “Siempre caigo en los mismos errores”.Y ahí vamos otra vez a votar por el que nos imponen, así sea un payaso, artista, futbolista, torero, o ex funcionario que en su puesto anterior no valió nada y sólo basta ver a los del PRI, el PAN, el PRD, el PT, el Verde, el PANAL, y no se diga otros que simulan hacer votación interna, es decir su aquelarre o concilio y al final sale humo apestoso de los acuerdos de la cúpula, y el votante que se joda.

Los mexicanos somos arquitectos de nuestro propio destino, una herencia que como sombra nos pisa los talones. Así nos gusta ser, tirar basura para después maldecir en contra del drenaje, dar mordidas y después llamar corrupto a quien la recibe, chingar al que se deje y cuidar de que no lo jodan, llegar tarde a un evento, más si es político y esperar que por ese motivo le aplaudan, así que aún se usa la frase aquella “Que robe pero que no robe tanto” o “Ahora le toca robar a otros”, es decir estamos tan acostumbrados a que nos roben que lo vemos normal, perdimos la capacidad de asombro.

Si haces lo mismo, con lo mismo, no esperes tener otros resultados y siempre vas a obtener los mismos resultados. Dijo Albert Einstein y, cuanta razón tiene este refrán, metáfora o frase del sabio matemático y físico.

Así que con los mismos que ya fueron o con los aprendices de políticos que en estas elecciones están como candidatos no se puede esperar que el país progrese y que el pueblo tenga beneficios generales.

¡No pos que siga el entierro, mientras México no se acabe!...

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